Esteban Gómez: «Cada vez soy más breoganista y me pongo más nervioso viendo al Breogán»

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

LUGO

Gómez empezó a ir al Pazo dos Deportes cuando el Breogán regresó a la élite del baloncesto tras una larga ausencia
Gómez empezó a ir al Pazo dos Deportes cuando el Breogán regresó a la élite del baloncesto tras una larga ausencia ALBERTO LÓPEZ

Destaca el buen momento del club, que vive, en su opinión, «una época dorada»

29 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Hablar con Esteban Gómez equivale a hacer un recorrido por la historia de varias décadas del Breogán a través de nombres que han dejado huella en el club celeste. Cuando empezó a ir a ver partidos, en el Pazo dos Deportes jugaban Tito Díaz, Suso Fernández o Manel Sánchez: eran protagonistas de un equipo que hizo historia al acercarse a los grandes de la ACB nada más ascender. Cuando se inició en la práctica del baloncesto, lo hizo por influencia de Ángel Sevilla, que también fue jugador breoganista.

—¿Siendo de Lugo, donde el Breogán es más bien una institución y no un simple equipo, estaba casi predestinado a jugar al baloncesto?

—Lo que me gustaba sobre todo era el deporte. Para un niño de Lugo, la posibilidades de jugar al baloncesto son altas. Además Lugo tiene un nivel de baloncesto muy alto. Un día mi padre me llevó al pabellón viejo: jugaba gente como Suso [Fernández], Tito [Díaz] o Manel [Sánchez], y allí nació mi ilusión.

—¿Qué recuerdos tiene de aquel equipo?

—Recuerdo el pabellón antiguo. Hoy podría ser pequeño. Una humareda tremenda, la peña Boinas e Zocas... No sé si entonces había en la ciudad un deporte que pudiese igualar eso, creo que no. Eso me llevó hacia el baloncesto.

—¿Soñaba con ser como Manel Sánchez?

—Cuando me lo preguntan, siempre digo que yo no quería ser jugador profesional, que quería ser jugador del equipo de mi ciudad. Cuando lo conseguí, vi que había la posibilidad de ser profesional. Jugar en el Breogán fue mi sueño y lo alcancé.

—¿Qué significa jugar en el Breogán siendo lucense?

—Viendo la afición que hay en la ACB, se está viviendo una época dorada. Cuando se inauguró el Pazo [Universitario, en 1992], parecía tremendo, y hoy se queda pequeño para la demanda de gente que quiere ver al Breogán. Es una ciudad con una clara conexión con el equipo, superior a la de otras ciudades. Pero han pasado 30 o 40 años, y el deporte ha cambiado, está más profesionalizado. No sé si un chaval de Lugo podrá tener la visión del Breogán que tenía yo.

—¿Por ser de Lugo, se sentía más arropado que los jugadores de fuera o notaba que se le exigía más?

—Pondría dos baremos. Uno es que te puedes sentir más arropado. Creo que nunca se apostó de modo especial por la gente de casa, siempre parece que lo de fuera es mejor. Creo que hay luces y sombras, cara y cruz. La cara es que tenido el cariño de mucha gente; la cruz es que había otra gente que tenía, quizás sin tanta calidad, más oportunidades por venir de fuera.

—¿Es breoganista?

—Cada vez más. Me gusta mucho el baloncesto. Me gusta ver los cuatro, cinco o seis equipos de la zona baja, porque son los que se están jugando la vida con el Breogán. Cada vez me pongo más nervioso viendo al Breogán, pero también disfruto mucho de esta época, que es maravillosa para los breoganistas.

—Ciudades como León, Cáceres o Huesca tuvieron equipos en la élite, pero quedaron atrás. Lugo, en cambio, está arriba. ¿Cuál cree que puede ser la razón?

—Lo fácil es decir que por el apoyo de la masa social; incluso en momentos difíciles hay ese apoyo. Pero ha habido también una histórica aportación de organismos públicos. Hay que recordar también que ha habido grupos empresariales que de un manera o de otra siempre han estado vinculados o apoyando. La suerte de todo eso ha sido tener un club histórico, apoyado, creo yo, en tres pilares: la masa social, el apoyo público y el apoyo empresarial. Y también hay veteranos que han estado ahí, aportando un poquito.

—¿Disfrutaba más ganando de lo que disfruta ahora, viendo ganar?

—Estuve en una época del Breogán algo compleja, con proyectos en la LEB en los que había que ascender [a la ACB]. Se jugaba una liga de más de treinta partidos, se ganaban treinta y no se ascendía: la sensación era de frustración. Es más complicado ascender que no descender: lo vemos hoy con el Obradoiro. Ahora estoy viendo la otra cara. Esta es una época muy feliz para el aficionado, porque se consigue la permanencia

—¿Le gustaría un Breogán con más gente de Lugo?

—Me gustaría. ¿Me gustaría que el Breogán fuese el Athletic de Bilbao en el baloncesto? Sí, pero la probabilidad es de uno por mil. El baloncesto ha evolucionado mucho, es prácticamente inviable. Haría falta una estructura de cantera con mucha más gente.

—¿Le da más el Breogán a Lugo o lo le da más Lugo al Breogán?

—El Breogán es una institución histórica. No sé qué eco puede tener Lugo sin el Breogán. Igual que Lugo tiene la Muralla, tiene al Breogán, que es patrimonio de la ciudad: si vas, por ejemplo, a Granada, se conoce la Muralla y se conoce el Breogán. El Breogán aporta más a la ciudad que al revés.

—¿Cómo se ve al Breogán fuera de Lugo?

—Creo que en el mundo del baloncesto está bien visto. Creo que esta directiva está haciendo bien las cosas. Se ve bien al equipo por su historia; pero además, con esta directiva, hay un proyecto estable, y la imagen del equipo está en máximos históricos.

Inicio. Esteban Gómez nació en Lugo ciudad en 1971.

Trayectoria. Empezó jugando en el Cafés Candelas Ensino. Luego pasó al CB Breogán, con una cesión de una temporada en A Coruña por el medio. Concello de Portas, Básket Coruña, Celtas (de Foz), Sarria y Chantada fueron los otros equipos de su trayectoria deportiva.

Actualidad. Es empleado de banca y vive en Lugo.

Admiración a jugadores que se hicieron lucenses tras fichar por el equipo

El Breogán en los años ochenta iniciaba su trayectoria en la ACB no solo tenía jugadores nacidos en la ciudad. Algunos, como Jimmy Wright, dejaron huella en Lugo, y otros, como Antonio Sacedo, se quedaron a vivir en Lugo. Esteban Gómez no niega que vistieron la camiseta breoganista jugadores —cita a Charlie Bell y a Velimir Perasovic— a los que llama «virtuosos», pero sobre todo elogia el perfil de Juanmi Alonso, que pasó varios años en el equipo, y de Xavi Roca, «que hoy es un lucense más». También destaca el caso de Salva Arco, director general tras haber sido jugador. Son reflexiones de un exjugador que está agradecido al baloncesto: «El 80 % de mi personalidad viene del baloncesto», afirma.