Se fue con la intención de tener una experiencia laboral en el extranjero y mejorar el inglés. Roberto García Fontao estuvo cuatro años en Vancouver, fue director de márketing de un college y cuando vio que había logrado su objetivo hizo las maletas para regresar a Galicia, que es donde le gustaría vivir y desarrollar todo lo que ha aprendido. Porque allí en Canadá ha convivido con «unha cultura moi diferente» y, sobre todo, ha comprobado cómo el Gobierno y la administración de cada provincia (un concepto parecido al de los estados de Estados Unidos) planifica al detalle los flujos migratorios. «A emigración está moi planificada para poder sacarlle o maior rendemento económico», explica. De ahí que hacerse con un visado no es fácil cuando no se está cualificado. Roberto logró el suyo tras hacer un curso de inglés, una alternativa que ahora no hay: «No momento no que fun había un método que era facer un curso de inglés de seis meses. Logo tiñas dereito a facer unhas prácticas de traballo. Primeiro estiven nunha start up e despois cambiei ao departamento de márketing dun college. Foron eles os que ao ver o meu traballo dixeron de que quedara. A vantaxe é que alí promocionas moi rápido».
Vivienda. Vancouver es una de las provincias más caras para comprar con un promedio de 808.000 dólares. La más barata: Manitoba (238.000).
A destacar. Cerca de los dos tercios de los inmigrantes adultos (un 65 %) tienen estudios superiores (tecnología, matemáticas o informática), más que los ciudadanos de Canadá.