Del aula a un restaurante con estrella Michelin

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Andrés, con los cafés de especialidad que vende en Gafetal Gourmet
Andrés, con los cafés de especialidad que vende en Gafetal Gourmet Miguel Villar

La jefa de sala del restaurante Miguel González de O Pereiro de Aguiar  es profesora de francés y se formó en restauración para trabajar con su marido, cocinero y copropietario

08 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta edición de Madrid Fusión, el congreso internacional de gastronomía que se celebra en la capital anualmente, acogió por primera vez el concurso a Mejor Profesional de Sala Revelación de España, un galardón que reconoce la labor de un trabajador que destaque por su capacidad para dirigir el servicio de cualquier tipo de restaurante. El certamen tuvo siete finalistas, seis de ellas mujeres, y contó con representación gallega. Entre las nominadas estaba la ourensana Laura Nóvoa (Ourense, 1980), jefa de sala del restaurante Miguel González en O Pereiro de Aguiar, un local del que es copropietaria junto a su marido, el cocinero que le da nombre.

Los nominados a este nuevo premio que se otorga en Madrid Fusión son elegidos por periodistas gastronómicos de todo el país. Esos mismos profesionales de la comunicación son los que luego votan y deciden al ganador. «Que nos propusieran fue ya un premio para mí. Nunca contaría con estar nominada a algo así y fue un orgullo y un honor», afirma Laura. Finalmente el premio se lo llevó Leticia Palomo, del restaurante Ugo Chan de Madrid. «Me alegro muchísimo por ella y me quedo con la experiencia, que fue muy bonita», admite.

Laura empezó a ejercer como profesional de sala por casualidad. «Soy profesora de francés y de hecho sigo ejerciendo, pero desde que estoy con Miguel empecé a interesarme por esta parte de la restauración. Poquito a poco me fui formando, también por la necesidad de trabajadores que hay en el sector», cuenta. «El trato con la gente siempre me gustó, así que me dediqué a cubrir bajas y vacaciones», añade. Hasta hace dos meses, cuando uno de los empleados de Miguel González dejó el trabajo y entonces Laura entró a formar parte de la plantilla. «La falta de profesionales es un problema que se hace más grande cada día y de hecho es un tema del que se habló mucho en esta edición de Madrid Fusión. Está claro que hay gente preparada y con talento, porque las escuelas están llenas, pero luego no se presenta nadie a las vacantes», cuenta Laura.

Esta ourensana cree que formarse es imprescindible, pero también ve importante romper con los protocolos obsoletos. «Pienso que los clientes vienen buscando una experiencia especial, que es un todo, no solo lo que comen. Se nos olvida que lo principal es que vienen a disfrutar y eso hay que asegurarlo. La mayoría de la gente prefiere el trato normal, cercano, antes de la distancia que exigen nuestros protocolos. Quieren que se les hable con empatía y sin tanta parrafada para explicar cada plato», termina.

En la cita culinaria que tuvo lugar en Ifema la pasada semana hubo más representación ourensana. Precisamente el chef Miguel González presentó una investigación sobre las aplicaciones de las aguas termales en la cocina.