
El campus de Ourense graduó a las nuevas promociones de Tecnología de los Alimentos, Ciencias Ambientales, Ingeniería Agraria y Geografía e Historia
21 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El edificio politécnico del campus de Ourense volvió a vivir este viernes una tarde de emociones intensas. Sus dos salones nobles, el Marie Curie y el Aula Magna, acogieron los actos de graduación de las nuevas promociones de las facultades de Ciencias y de Historia. Ademas, las citas fueron coincidentes en horario, lo que generó algunos despistes entre los invitados que se dejaron llevar por la primera riada humana que encontraron y luego resultó que no era la que correspondía. «Acabo de llamar a mi nieta para decirle que ya estaba aquí y que había cogido un sitio estupendo y me dijo que no me veía» contaba, apurada, una abuela en el pasillo de la primera planta mientras preguntaba dónde estaba la ceremonia de los que se graduaban en Geografía e Historia. En el trayecto hacia su destino se cruzó con otros familiares que subían la misma escalera que ella bajaba, tras constatar que se habían equivocado. Afortunadamente el despiste no tuvo consecuencias, porque el arranque del acto se demoró unos minutos en ambos casos a la espera de algún invitado que se retrasó. Nada que no se solventase con un poquito de paciencia y buen humor. Incluso quien no llegó, logró hacerse presente. Fue el caso de la madrina elegida por los estudiantes del grado y el doble grado (combinado con Turismo) de la Facultad de Historia. El avión que traía a Beatriz Comendador desde el continente americano aún no había aterrizado en Santiago a la hora fijada para iniciar la ceremonia, pero se las arregló para hacer llegar al padrino las palabras que quería dedicar a los nuevos historiadores. Y Xosé Ramón Campos se las transmitió nada más concluir con su propio discurso, en el que no faltó el repaso a las anécdotas compartidas en los viajes que realizó con ellos pero tampoco los mensajes para que sus pupilos mantengan la brújula bien orientada en su nueva etapa vital. «As veces parece que os algoritmos deciden que lembrar e que non, pero vos levades algo que ningunha intelixencia artificial pode aportar: criterio histórico, sensibilidade humana e conciencia social», les dijo.

En el salón Marie Curie los primeros en dirigirse al alumnado fueron Sidonia Martínez Suárez y Nelson Pérez Guerra, que apadrinaron a los 24 nuevos graduados de Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Para los once de Ingeniería Agraria ejercieron María Flor Alonso Vega y Daniel Arenas Lago; mientras que Olga Escuredo Pérez y Juan Carlos Mejuto Fernández fueron los docentes elegidos por los veinte estudiantes de Ciencias Ambientales, y María Fernández González amadrinó a los 14 del máster. También ellos tuvieron palabras de ánimo y buenos deseos para quienes ahora se enfrentan al desafío de dar respuesta a los retos que enfrenta el planeta para seguir alimentando a la humanidad sin agotarse. Además y como ya es tradición en esa facultad, aprovecharon la jornada de graduación para entregar los premios a los mejores trabajos de fin de grado. El de Ciencia y Tecnología de los Alimentos fue realizado por Sofía Iglesias que aplicó algoritmos de inteligencia artificial a la autenticación del vino. El de Ciencias Ambientales recayó en Gracia Castillo por una investigación sobre la captación y transferencia al suelo de mercurio atmosférico según el tipo de vegetación. Finalmente, Martín Cid recibió el premio del Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas por un trabajo sobre procesos de biorrefinería aplicados al eucalipto.