Crego e Monaguillo reforma una rectoral y le dedica un vino

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

VERÍN

La bodega de la D.O. Monterrei celebró una gran fiesta en Vilamaior

30 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

No fue la presentación de un vino más ni una fiesta en un local al uso. La bodega Crego e Monaguillo, de la Denominación de Origen Monterrei, se vistió de gala para dar a conocer a los viticultores y distribuidores la rectoral de Vilamaior, en Verín, adquirida por la empresa. También el vino Rectoral del monaguillo, un nuevo caldo que nace del sentimiento de gratitud de los propietarios al alma máter de la bodega, ya fallecido. La figura de Ernesto Atanes, capellán de la comunidad gallega y española en Londres durante 43 años y padrino de Ernesto Rodríguez, propietario de Crego e Monaguillo, estuvo más que presente en el acto. Él fue quién inició la aventura vitivinícola. «Me hubiera encantado que lo hubiese visto, seguramente lo hará desde donde esté», decía emocionado Ernesto. No en vano acompañó al cura como monaguillo de parroquia en parroquia cuando era un niño.

Crego e Monaguillo adquirió la rectoral hace años e inició su rehabilitación. También se hizo con fincas anexas, de cuyas viñas sale el vino que presentaron este miércoles Ernesto y su hermana Asunción, con la que comparte la bodega. Y seguirá ampliando hectáreas. En concreto, prevén hacerse con veinte más, llegando a las cincuenta. «Primeiro empezamos co tema do viñedo e logo coa restauración da casa. Entendiamos que tiñamos que darlle vida e sacar un viño relacionado con todo isto. E non podería ter outro nome. Todo o mundo me coñece como Tito monaguillo e ten moito de especial», señala el bodeguero. Aunque en un primer momento la idea era convertir la rectoral en una casa de turismo rural, finalmente se decidió que fuera un lugar donde poder hospedar a los clientes.

Una de las partes más espectaculares del inmueble es su palomar y esta imagen es la que recoge la etiqueta de Rectoral del monaguillo, un vino hecho a base de uvas godello, araúxa y sousón. El proyecto de la rectoral de Vilamaior, afirma Ernesto, es paralelo al original. Por eso era necesario celebrar una fiesta, un encuentro para que los viticultores que trabajan para la empresa y sus distribuidores conocieran de primera mano en qué consistía. París de Noia y Panorama cerraron la jornada.