El ejemplar presentaba heridas por mordedura de quenlla o tiburón azul
20 nov 2020 . Actualizado a las 15:55 h.Fue toda una sorpresa con la que se despertaron este miércoles en Vilaboa, toda vez que no es muy normal avistar en aguas costeras pontevedresas ejemplares de cachalote pigmeo (Kogia breviceps). Y, sin embargo, un ejemplar permanecía varado y con vida en uno de los arenales de este municipio pontevedrés, a escasa distancia del puerto de San Adrián de Cobres, según detectó un equipo de la Guardería de Medio Ambiente de la Xunta.
De inmediato, se desplazaron dos unidades de la Guardería, así como otras tantas dos unidades móviles de la oenegé CEMMA, la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños. Dada la proximidad de los pantalanes de San Adrián de Cobres, se optó por trasladar el cachalote pigmeo por tierra hasta el puerto, donde fue estabilizado a la espera de que acudiese una embarcación del Servizo de Gardacostas de Galicia, a bordo de la cual fue trasladado el espécimen hasta las inmediaciones de las islas Cíes, en el Parque Nacional das Illas Atlánticas, donde fue liberado.
A este respecto, Alfredo López, del CEMMA, reconoció ser pesimista con la suerte que podría correr este ejemplar: «As posibilidades son baixas porque estes animais viven en grupo e unha vez que se atopan sós realmente teñen moi poucas posibilidades de sobrevivir. Pero e darlle unha oportunidade e logo el o ela dirá».
A modo de particularidad, el ejemplar rescatado en Vilaboa presentaba distintas heridas en el cuerpo, las más aparatosas próximas a la cola. Se trata de lesiones compatibles con las mordeduras de quenllas o tiburón azul, una especie que, al contrario que el cachalote pigmeo, sí abunda en el litoral pontevedrés.
En todo caso, Alfredo López confirmó que este cetáceo «é unha especie moi rara, moi escasa. Non ten categoría de perigo de extinción, pero é moi raro observala por estas costas». De hecho, tal y como recoge la Wikipedia, «la mayor parte de los que se sabe de él se ha documentado con especímenes varados», por lo que «no existen estimados globales de su número». Desde el 2008 está «clasificado en la Lista Roja de la IUCN como especie con datos insuficientes».