El buen poso de las Rutas Saludables; del hábito de caminar a no soltarlo

PONTEVEDRA

La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) impulsa en varios municipios este programa de prevención primaria y promoción de la salud
16 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Incrementar la actividad física periódica en población general. Es el objetivo que persiguen las Rutas Saludables que impulsa la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Pontevedra. El pasado año este programa gratuito de salidas semanales recaló en seis municipios. Además de en la ciudad, se desarrolló en Marín, Sanxenxo, Moaña, O Grove y Vigo. La población diana son sobre todo personas sedentarias y el número máximo de participantes es entre 20 y 25. Cada asistente recibe una especie de pasaporte en el que se sellan las caminatas. Y si cubren el 70 % de las rutas reciben un detalle como recompensa final. Lola Andújar, técnica de prevención de la AECC en Pontevedra, subraya que lo fundamental es que adquieran el hábito de salir a caminar, con todo lo que eso implica, y que una vez acabado el programa de Rutas Saludables sigan de forma autónoma.
María Lemos, de 73 años y de Marín, participó en el 2024. Solo le ve ventajas. «Yo fui por mi cuenta porque conozco a gente. Son buenas para la salud y es una forma de ayudar a prevenir enfermedades. No son de mucho apurar», apunta. Las Rutas Saludables de Marín eran los viernes y, una vez acabadas, siguen un grupito de personas, María, entre ellas. Las mujeres son mayoría, aunque también hay algunos hombres que acompañan a sus parejas. «Yo ya andaba antes, pero tuve una pancreatitis muy fuerte y tuve que parar. Empezamos en noviembre y seguimos. Hacemos entre 5 y 7 kilómetros. Claro que lo recomiendo», subraya esta usuaria.
En las Rutas Saludables, que el pasado 7 de marzo se estrenaron en Caldas de Reis con un programa de doce semanas y cuatro itinerarios distintos, se implica también a los centros de salud. Al margen de los beneficios para la salud, Lola Andújar destaca su carácter lúdico y el hecho de los que los participantes mejoran su estado de ánimo, «contribuyendo a la creación de un sentimiento de grupo y comunidad». La técnica de prevención explica que puede participar cualquier persona, pero se recomienda que pasen tres meses tras la finalización de un tratamiento activo contra un cáncer. Las salidas tienen una duración de hora y media.

Chelo Tobío y Carmen Bermúdez superaron un cáncer de mama y son voluntarias de la asociación. Participaron en las Rutas Saludables de Pontevedra y ahora guían al grupo. Chelo, de 66 años, cuenta que conoció la AECC a través de una amiga. Cuando trabajaba no tenía tiempo para colaborar y ahora que sí lo tiene disfruta echando una mano como voluntaria. «Las rutas son una oportunidad fantástica para mantenerme un poco activa. Ahora voy con más gente», dice. Expone que ella superó un tumor hace quince años y quiere, de alguna forma, agradecer el apoyo que recibió de la asociación.
Hace hincapié en que no hay excusa para no participar y probar las Rutas Saludables. «Es una actividad muy abierta para cualquier persona que quiera salir de casa y socializar. Eso es lo más importante. En mi caso no me importó la edad ni la condición física porque tú vas a tu ritmo y no te van a dejar atrás», remacha. Chelo insiste en que es una experiencia enriquecedora que aporta más allá de caminar: «Es una forma sencilla de hacer ejercicio y despejar la mente». En Pontevedra también son más mujeres que hombres, algo que achaca a que «nosotras solemos participar más en actividades de grupo que ellos».
«Hablas de tus problemas»
Carmen, de 63 años, también participó en el programa y ahora es voluntaria de las Rutas Saludables. En el 2021 le diagnosticaron un cáncer de mama que, al igual que Chelo, también dejó atrás. «A mí la asociación me aportó mucho en esa etapa, apoyo psicológico y servicios como pilates y fisioterapia. Es todo gratuito y la gente, maravillosa», recalca. Confiesa que a ella le costaba al principio un poco andar, pero esa rutina se convirtió en algo positivo en el día a día. «Están muy bien, socializas, hablas de tus problemas. Son salidas de hora y media o dos horas por Orillamar, la senda del Gafos, la Illa das Esculturas... A veces también se va en bus y se camina por el vial de playas de Marín o el Pazo de Lourizán», detalla.
Carmen, que sostiene que las mujeres son quizá «más decididas» que los hombres, tampoco duda a la hora de recomendar la iniciativa. «Se lo aconsejo a todo el mundo, sobre todo a gente que haya pasado por un cáncer u otra enfermedad. Hablas, no vas apurado, vas según tu paso y te hacen un seguro», comenta.