Ellos ponen en el mapa gastronómico también a los pequeños concellos de la provincia de A Coruña

SANTIAGO

Una veintena de restaurantes y bares, distinguidos por las guías Michelin y Repsol, marcan la diferencia en entornos rurales
14 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La oferta gastronómica de la provincia de A Coruña es grande y variada. La competencia es cada vez mayor y abrirse paso en este mercado es especialmente difícil desde un entorno rural, donde no basta solo con cocinar bien sino que existe el reto añadido de atraer a comensales dispuestos a desplazarse a propósito hasta el negocio —a diferencia de lo que ocurre en las grandes ciudades o núcleos más masificados—. Este riesgo lo han asumido con éxito una veintena de restaurantes, casas de comida, tabernas y cafeterías que figuran en las guías culinarias de referencia y ponen a los concellos de menos de 5.000 habitantes en el mapa gastronómico.
El restaurante recomendado en un ayuntamiento con menos vecinos es Cuatro Perras, en Corcubión, con una población censada que no alcanza las 1.700 personas. Frente a la playa de Quenxe, con unas impagables vistas al mar, tres emprendedores treintañeros ofrecen allí una propuesta desenfadada y con un toque innovador en la que hay cabida para el «buen producto como berberechos, almejas, zamburiñas negras de la zona o carnes», destaca la Guía Repsol, además de los eventos que Carlos Lestón, Aroa y Alba Castiñeira organizan habitualmente, como las Noches de Gochismo de los domingos, en las cuales invitan a cocineros de la comarca para hacer hamburguesas especiales. Y la misma familia de hosteleros está detrás del segundo establecimiento distinguido por la misma guía con un Solete (a locales con solera), la taberna marinera O Ribeiro.
El crítico y comunicador gastronómico Jorge Guitián constata que están surgiendo nuevos destinos gastronómicos, sin que nadie lo esperase, en A Costa da Morte y otros lugares menos poblados de la provincia: «Me parece uno de los fenómenos más interesantes que está habiendo en la gastronomía gallega porque tiene que ver con una tendencia global, que existe a nivel internacional, pero en España y Portugal tiene especial fuerza. Entre las causas que llevan a montar un negocio en núcleos no urbanos está la subida de los alquileres en las ciudades y la dificultad de encontrar un espacio asequible y rentable. Por otra parte, hay una vuelta al rural, buscando la calidad de vida y otro ritmo menos acelerado. Cada vez más público se anima a probar nuevas propuestas, aunque estén un poco más alejadas; y, por suerte, la oferta, que antes estaba muy concentrada en grandes ciudades como A Coruña o Santiago, ahora se va extendiendo a otros lugares. Creo que a nivel turístico es muy positivo, porque reparte el juego y hace que la gente se mueva durante todo el año a Cariño, Fisterra o Mazaricos para ir a cenar a un restaurante y, de paso, se quedan a dormir allí y hacen planes por la zona».
Además, repara Guitián en la repercusión que tiene sobre la economía circular de las pequeñas localidades: «Me consta que muchos de estos restaurantes apuestan por el kilómetro cero, trabajan con productores locales e incluso convencen a un vecino para que plante en su terreno y le compran toda la producción».
Un estandarte de la gastronomía sostenible en un ayuntamiento pequeño es, en el caso de la provincia de A Coruña, el restaurante O Balado, emplazado en una aldea con menos de 70 habitantes (Ardesende, en Boqueixón). El proyecto puesto en marcha por Roberto Filgueira y Marta Fernández en el 2014 cuenta con una estrella verde de la Guía Michelín, que los acredita como uno de los establecimientos más sostenibles de Galicia. Tan bien han hecho aquí sus deberes que su fama llegó a los lectores del diario británico The Guardian y lo eligieron como uno de los restaurantes más recomendables para descubrir el auténtico sabor de Galicia.
El desafío: que hablen de ti
Lo cierto es que los proyectos gastronómicos creados en zonas más remotas se ven obligados que hacer un esfuerzo extra para darse a conocer y llamar más la atención, aunque Guitián considera que es algo que «poco a poco se está corrigiendo». Las redes sociales están contribuyendo a democratizar este acceso al gran público. «Todo va sumando», añade un compostelano que escribe habitualmente críticas gastronómicas para la Guía Repsol.
Los premios también ayudan a poner en el punto de mira a estos establecimientos y darlos a conocer. Así, tanto O Balado como O'Fragón (Fisterra) o Landua (Mazaricos) han recibido un Sol de la Repsol, una guía que además ha puesto en valor con cerca de una docena de Soletes el trabajo que realizan otros negocios más allá de la alta cocina, ya sea por su autenticidad o su buen ambiente. Así, entre los Soletes de Verano —que merece la pena visitar en esta época— están la taberna El Ariete (en Carnota, con vistas al Ancoradoiro) o Lonxa d'Álvaro (en Muxía, con unos pescados a la brasa para quitarse el sombrero); entre sus Soletes con Solera figura O Ribeiro (Corcubión) y Arco da Vella (Fisterra); entre los Soletes de Carretera, la vinoteca O Gaiteiro (Cabanas) o la cervecería O Forcado (en Dumbría, desde cuya terraza hay unas puestas de sol de película); entre los Soletes que los cocineros sugieren, destacan la casa de las tortillas a la leña Casa Tomé (Coirós) y el bar A Ventana (Laxe); y, entre los Soletes de Semana Santa, figuran el Exprés (Curtis) y un negocio con más de 130 años de historia: la Panadería Germán (Fisterra).
ESTABLECIMIENTO | AYUNTAMIENTO |
O Balado*** | Boqueixón |
Mar de Ardora* | Cabana de Bergantiños |
O Gaiteiro* | Cabanas |
Marea* | Cariño |
Taberna El Ariete* | Carnota |
Casa Tomé* | Coirós |
Cuatro Perras* | Corcubión |
O Ribeiro* | Corcubión |
Exprés* | Curtis |
O Forcado* | Dumbría |
Terra*** | Fisterra |
Tira do Cordel*** | Fisterra |
O'Fragón*** | Fisterra |
Panadería Germán* | Fisterra |
Arco da Vella* | Fisterra |
Arrueiro* | Laxe |
A Ventana* | Laxe |
Semáforo de Bares* (cerrado) | Mañón |
Landua*** | Mazaricos |
Lonxa d'Álvaro*** | Muxía |
Piñeiro* | O Pino |
Casa Ramallo* | Rois |
Villa Verde** | Vedra |
* Guía Repsol ** Guía Michelin *** Guía Michelin y Repsol |

Fisterra, la punta de lanza provincial de un fenómeno en auge
En un lugar místico, donde los romanos creían que se acaba el mundo, prolifera hoy la excelencia gastronómica y hostelera. Fisterra se ha convertido en la punta de lanza de este fenómeno de la gastronomía descentralizada y ostenta el récord provincial de establecimientos recomendados en las guías Michelin y Repsol en concellos con una población inferior a los 5.000 habitantes.
De los cinco locales hosteleros que hacen sobresalir a Fisterra, tres están entre los preferidos por los críticos de la Guía Michelín. Con una de sus codiciadas estrellas, despunta el restaurante Terra, abierto hace cinco años por el chef fisterrán Brais Pichel, quien apostó por dar un giro radical al negocio familiar y llevar la alta cocina a su lugar de origen. La guía de origen francés incluye, asimismo, entre sus recomendaciones a Tira do Cordel, que ensalza por «su emplazamiento, frente a una de las playas con más encanto de la zona, en un edificio centenario que funcionó como fábrica de salazones. Su propuesta, sencilla en las formas y en las elaboraciones para resaltar la excelencia de los productos de la Costa da Morte, tiene especial éxito en el trabajo a la parrilla». Y, para acabar, se fija en O'Fragón (que a su vez tiene un Sol Repsol), con unas «maravillosas vistas al puerto, a la ría y a la playa da Langosteira. Cocina actualizada de mercado, y de lonja, que trabaja tanto en servicio a la carta como a través de dos menús degustación. ¿Un detalle que te puede interesar? Además de postres, hay una buena selección de quesos gallegos artesanos que se pueden acompañar con excelente pan casero», sugieren.
Y, para acabar este recorrido de la hostelería fisterrá con mayor repercusión, están sus dos Soletes ya mencionados (los de Arco da Vella y Panadería Germán).