El origen de la toponimia: Santiago está más que claro y Ordes es una incógnita

emma araújo / mila méndez SANTIAGO / A CORUÑA / LA VOZ

ORDES

MERCE ARES

La investigación del filólogo Gonzalo Navaza sobre los 93 municipios de la provincia se puede consultar online. Aquí puedes ver los 25 concellos del área compostelana

25 jul 2021 . Actualizado a las 01:39 h.

La provincia de A Coruña tiene 93 ayuntamientos. No existe duda alguna de la procedencia del nombre de Santiago, ni tampoco del compostelano municipio de Val do Dubra. Eso sí, seguramente alguna vez se preguntaron si el nombre de Oleiros está vinculado a los alfareros, sonrieron la primera vez que pronunciaron Boimorto y fueron conscientes del cambio generacional entre quienes dicen Ordes y Órdenes o si se trata de ubicar el centro de Galicia en Melide o Mellid, aunque en estos casos la clave es recuperar la toponimia gallega y no tanto su origen.

Pues ahora es posible conocer el origen de nuestra toponimia municipal. El académico de la Real Academia Galega (RAG) Gonzalo Navaza, quien ya averiguó en otra investigación para la UDC el porqué del nombre de la ciudad herculina, ha presentado su último trabajo, Os nomes dos concellos da provincia da Coruña . Una publicación que ya se puede consultar en su formato online.

El volumen ofrece un breve comentario histórico y etimológico de los nombres de los 93 municipios coruñeses y hace constar los registros documentales más antiguos que se conocen, en la mayoría de los casos tomados de textos medievales en latín y en gallego.

«A orixe e evolución de moitos topónimos da provincia é ben coñecida, sexa porque garda relación con palabras do léxico común, porque teñen paralelos ou correspondencia na toponimia doutras áreas ou porque a documentación histórica aclara as incógnitas. Pero, outros nomes de concellos teñen unha etimoloxía escura ou dubidosa», señalan desde la RAG, que edita esta investigación de Gonzalo Navaza en la que colabora la Diputación.

De Ames recoge que es un topónimo prerromano del que hay constancia en el siglo XII, con opiniones diversas sobre su origen. Eso sí, lo que está claro es que su capital, Bertamiráns, es una evolución del nombre personal Bertomirus, de procedencia germánica y que se utilizaba en los últimos siglos del primer milenio.

El porqué de la palabra Arzúa y su significado es una doble incógnita. Una de las hipótesis barajadas la relaciona con el río ourensano Arzoá, aunque no hay ningún cauce en este municipio que lo justifique. También se establece una relación con Arteixo, de posible origen celta. En los registros más antiguos, como el Códice Calixtino, el municipio se identifica como Vilanova (Villam novam) pero el nombre actual solo aparece a partir del siglo XIII.

En cuanto al municipio de A Baña, está clara su procedencia prerromana relacionada con el nombre de ríos como Ave, Avia y Avión. En este caso se cree que el cauce fluvial que motivó esta evolución fue Avaniaera, que originariamente era el nombre de un afluente del Tambre.

Boimorto es un topónimo que también da nombre a una parroquia ourensana. De él, la investigación de Navaza resalta que «os rexistros históricos mostran que hai mil anos xa se interpretaba como un composto do substantivo boi (o animal) e o adxectivo morto. É probable que fose ese o significado orixinario, motivado por algún feito anecdótico ou pola semellanza duns penedos ou doutro elemento do relevo a un boi deitado».

Las dudas se ciernen sobre el origen de Boqueixón, que podría estar relacionado con la palabra boca, que en toponimia puede significar pasos estrechos y cavidades como las que existen en el Pico Sacro. En cuanto a Brión, hay dos opciones principales: que esté relacionado con el sustantivo común brión, que significa musgo, o con los términos celta briga y -bre, que se relacionan con los castros (hay un castro en Trazo que se denomina Brione).

Dodro también tiene una etimología desconocida con evolución a partir del nombre Dalodro, una palabra en la que ninguno de sus elementos son comunes en Galicia. Dalo puede ser de origen celta y significar parte o grupo social mientras que la terminación -dro, también celta, significaría fortificación o acceso.

Sí se conoce cómo surge el nombre de Frades. Antes del año mil ya existían los lugares de Gafoi, Galegos, Céltigos, Ledoira y Papucín, pero la nomenclatura del concello nace como complemento de frades, en referencia a los monjes, en este caso San Martiño de Frades, como también ocurre en Sobrado dos Monxes.

También está clara la procedencia topográfica de Melide: Melliti, el genitivo del nombre propio Mellitus. Lo mismo ocurre con Negreira, que surge de la evolución gallega del latín nigraria, derivado de niger (negro), posiblemente relacionado con el tono de las tierras, un cauce muy profundo o ciertas variedades de árboles. De dónde viene el nombre de Ordes es otra incógnita con varias alternativas. Se interpretó como plural de la palabra orde, por lo que también figuró en el nomenclátor oficial como Órdenes (hasta 1985). Esta posibilidad es la menos aceptada, pero prevalece la que lo relaciona con las órdenes religiosas o militares. La opinión más aceptada lo vincula con la raíz indoeuropea er-, relacionada a su vez con el agua. Si Ordes es agua, Oroso es planta, concretamente hedroso, como adjetivo de hiedra.

En cuanto a Padrón, está claro que procede de una piedra muy especial, el ara romana que se conserva en la iglesia de Santiago de este municipio. La leyenda la relaciona con la piedra a la que se amarró la milagrosa barca que conducía los restos del Apóstol. El origen de O Pino también es conocido. Se trata de una referencia a un lugar alto o empinado, mientras que en el caso de Rois sería el plural del nombre propio Roi (y Os Dices, sería la familia de algún Diz), mientras que Santa Comba vuelve a tener su origen en el nombre de una mártir cuyo nombre de origen era Columba (paloma).

Claro está que Santiago tiene su origen en un nombre propio, el del Apóstol. Y se cree que Compostela procede, no de Campus Stellae, sino del diminutivo de componer, lo que se relaciona con las obras realizadas alrededor del sepulcro durante el reinado de Alfonso III. Santiso, a su vez, también es un nombre vinculado al santoral: Tirso. Teo, por el contrario, no es nombre de persona, sino que se trataría de un hidrónimo con la raíz indoeuropea ta, que significa derretir y fluir, al igual que en el cercano Trobe. Toques, por el contrario, es toda una incógnita que puede emparentar con la palabra toco (agujero o parte de un tronco), o con el nombre celta Tocco.

A Tordoia se lo relacionó con la palabra celta Turodóbriga, el castro de los Turodos, pero la evolución fonética resulta imposible. Sí se admite un origen vinculado al agua con la raíz indoeuropea ter, cuyo significado es frotar o atravesar. Y aunque Touro pueda relacionarse con el animal, en realidad su procedencia se encuentra en la raíz Taur o Tur, presente en nombres de montañas desde Asia Menor al Atlántico. Un origen también orográfico tendría Trazo, a partir de Taraciu o Toracio, vinculado a rocoso. Y Vedra es la evolución de la palabra latina vétera, que significa vieja.