Calma vigilada en San Martiño de Oleiros tras salvar las casas: «Volveu prender nalgún punto»
TOQUES

El incendio declarado el viernes por la noche arrasó trescientas hectáreas en los municipios de Toques y Melide
17 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Que un fuego se apague por completo cuando el termómetro supera los treinta grados y el viento no amaina es una tarea compleja, por lo que no resulta nada extraño que las llamas se aviven casi por arte de magia. Quienes han sufrido un incendio lo saben muy bien y por eso no bajan la guardia.
La parroquia de San Martiño de Oleiros, en Toques, es un claro ejemplo tras un último parte de los servicios de extinción que daba por controlado el incendio con un balance de trescientas hectáreas quemadas. La intervención de hasta 25 brigadas y el trabajo de dos helicópteros arrojando agua sobre las llamas, unido a la labor de vecinos y operativos de bomberos y servicios de Protección Civil permitió desactivar el nivel 2, que indica el riesgo de que las llamas afecten a las casas. Esto dio un descanso a las aldeas tras prácticamente 24 horas frenéticas de lucha contra el fuego. Sin embargo, ante el riesgo de rebrotes, el vecindario no bajó la guardia y fue necesario volver a la faena tras algún pequeño susto.
«Volveu prender nalgún punto e houbo que mandar de novo as cisternas dos veciños», reconocía ayer Lucía Álvarez, vecina de San Martiño y una de tantas personas que trabajó sin apenas descanso y guiando en algún momento a algún vehículo cisterna que desde Melide les ofreció su servicio para el apoyo que necesitasen.
Superado el riesgo, Lucía Álvarez insta a las administraciones a que les permitan desbrozar los montes para reducir impacto del fuego, una demanda que choca con la protección de algunas especies de la zona. «Se rozas o monte, cortas algunhas plantas e morren, pero se arde, morren todas», reflexiona.
También en Santiso
Si bien Toques y Melide acapararon la atención en la comarca por el incendio que calcinó 300 hectáreas, las llamas también llegaron al cercano vecino de Santiso, procedentes de A Golada. «Vivimos unha xornada terrible», señala el Concello en sus redes oficiales, que aprovecha para agradecer el apoyo prestado por el vecindario prestando todo tipo de colaboración, desde cisternas, a alimentos y agua como apoyo a las tareas de extinción, así como a los bomberos procedentes de los parques de Arzúa, Lalín y Padrón.