Tomon Hyakka, el libro de estampas japonesas guardado en el Museo del Prado que una marca gallega con taller en Ordes convierte en 16 piezas de ropa
VIVIR SANTIAGO

Los diseños del siglo XIX que NWHR reproduce en camisetas, sudaderas, bandanas o bolsas de tela, no habían sido expuestos ni reproducidos hasta el momento
05 abr 2025 . Actualizado a las 10:46 h.El fondo del Gabinete de dibujos, estampas y fotografías del Museo del Prado guardaba desde el 2007 un ejemplar del primero de los dos volúmenes que componen el Tomon Hyakka, un conjunto de diseños japoneses publicado en Kioto en el 1891 y que, durante siglos, se ha configurado como un repertorio imaginativo y variado de motivos decorativos. Por razones de conservación, nunca había sido expuesto ni reproducido. El título, que se traduce al castellano como Cien diseños de flores o Cien diseños de cosas hermosas de la capital, se conservaba con delicadeza en el archivo hasta que, este mismo año, una reedición y una colección de ropa lo daban a conocer al público general. Detrás de esta última está la firma coruñesa NWHR, que, en colaboración con el museo, demuestra que los patrones de esta obra escondida y con dos siglos de antigüedad pueden seguir tomándose como referencia para la creación de textiles.
«Nada más ver el libro, nos dimos cuenta de que tenía muchísima chicha», explica Yago Castro, fundador de la marca. Destaca que, para garantizar una reproducción fiel, el trabajo estuvo supervisado por los expertos del propio museo. El estudio de las cincuenta estampas que componen el tomo y su reinterpretación dio como resultado una serie de 16 prendas de corte unisex que, ahora, se pueden encontrar tanto en su página web como en la tienda oficial del Museo del Prado. La colección incluye una chaqueta de kimono, sudaderas, camisetas, totes, pañuelos y bufandas que oscilan entre los patrones vegetales y los geométricos, las dos variantes de diseño que enriquecen el Tomon Hyakka. Destacan, además, los dibujos de algunos símbolos de la cultura japonesa en la era Meiji. Ahí están, por ejemplo, los Shijin de las sudaderas y de las camisetas, que son las deidades protectoras de los cuatro puntos cardinales; el Seiry, que es el dragón azul del este; el Suzaku, que es el ave fénix del sur; el Genbu, que es la tortuga negra del norte; y el Byakko, que es el tigre blanco del oeste.
Cuenta Yago que, desde el primer momento, les atrajo la variedad de los estampados. A la marca, muy apoyada en la parte gráfica, le venían como anillo al dedo. «Queríamos convertirnos en una firma con la que, más allá de las sudaderas y de las camisetas, pudieras vestirte de los pies a la cabeza. Los estampados que había eran muy versátiles para aplicaciones como la de la bandana, que puede ir tanto en la cabeza como en el cuello. Había elementos muy potentes que entraban por los ojos», explica el fundador, poniendo sobre la mesa el uso de los colores, unas mezclas y combinaciones que desde el propio museo describen como «poco usuales».

La gran mayoría de las prendas de la colección están fabricadas en Ordes, localidad en la que cuentan con un taller enfocado en el punto, en los bordados y en algunas tareas de confección. «Empezamos a trabajar con ellos hace dos años, que fue cuando incorporamos estas categorías», explica Yago, que reivindica una producción ética y sostenible. Además de con la fábrica ordense, trabajan con otra en Barcelos, en Portugal, a 90 km de sus almacenes y a 250 de sus oficinas para reducir el impacto y tener contacto directo con el proveedor. La cercanía la buscan también en otras fases del proceso, como en el diseño, donde les gusta colaborar con artistas independientes locales, o en la fotografía y en el modelaje de las prendas.
Para esta colección, sin embargo, la inspiración vino directa desde Japón. El cien por cien de los estampados de las sudaderas, de las camisetas, de la bandanas y del resto de prendas que la conforman están sacados del libro del Tomon Hyakka: «Una de las cosas de las que nuestro equipo está más orgulloso es del valor cultural. Gracias a esta colección de ropa, estamos sacando de toda esta trastienda que tiene el Museo del Prado y que no están expuestas una obra súper chula que la gente va a poder llevar». Gracias a NWHR, cualquiera puede lucir un estampado de la era Meiji japonesa en su cuello, en su cabeza o en su cuerpo.