Cita previa para escanearse el iris en Portugal a cambio de criptomonedas

Brais Suárez
Brais Suárez OPORTO / E. LA VOZ

SOCIEDAD

B. S.

Protección de Datos vigila a Worldcoin por el uso de datos de menores

08 mar 2024 . Actualizado a las 10:05 h.

Suma y sigue. Una media de cuatro mil portugueses al día ha vendido ya un escáner de su iris ocular a la empresa Worldcoin a cambio de un pago de diez unidades de su criptomoneda, también Worldcoin. Los usuarios saben que esto equivale a algo menos de 100 euros y que la moneda se ha revalorizado un 200 % en el último mes. Para obtenerla, necesitan instalar una aplicación, que el pasado miércoles ya era la más descargada en todo el país, con alrededor de 300.000 descargas desde el 2022.

Algunos países ya han obligado a la empresa a detener la recogida de datos, pero los 17 puestos disponibles en las mayores ciudades de Portugal funcionan a pleno rendimiento. Hasta tal punto, que en algunos es necesario pedir cita previa, como el del centro comercial Vía Catarina, en Oporto.

Una vez allí, no es sencillo comprender qué se ofrece: «Es una cartera digital de criptomonedas, fundada por Sam Altman», dice una joven con una camiseta corporativa, dando por hecho que todo el mundo conoce a Altman. ¿Quién? «Sí, el fundador del ChatGPT. Microsoft también ha invertido en la cartera. Ahora es gratuito para todo el mundo, pero tienes que concertar una cita y venir aquí a verificarte». ¿Verificarme? «Sí, hacemos un escáner a tu iris, que genera un código único», concluye la explicación. ¿Para qué hacen todo esto? «Su objetivo es generar un código único y evitar que cada persona pueda crear más de una cuenta», repite con una naturalidad y convicción pasmosas. ¿Y por qué la gente lo quiere? «Para ganar dinero. Es gratuito bajarte la aplicación y tener una cartera de criptomonedas. Te hacen un pago que puedes cambiar a otra criptomoneda o a euros después de 24 horas». Pero, ¿y los datos? «En la aplicación puede elegir cómo se gestionan los datos». Como contexto, añade que el proyecto comenzó hace más de dos años en casi todo el mundo menos EE.UU., y tiende un folleto desgastado, que explica: «si no acepta el formulario de datos biométricos, no podrá recibir un World ID, recompensas por completar los módulos educativos ni participaciones del token Worldcoin».

En la cola, pese a la cita previa, hay unas 40 personas. La gente se acerca, muestra la aplicación y se pone frente a una esfera metálica, que le escanea los ojos. Comprueban que reciben la criptomoneda y se van. Que pase el siguiente. En su mayoría, son jóvenes, ancianos y muchos extranjeros. Por el aspecto, se podría decir que muchos pasan por dificultades económicas.

No parecen tener mucho más claro a qué van: «Es para hacerte un escáner, y te pagan unos ochenta euros… y los datos, pues no sé, supongo que quedarán expuestos por ahí», dicen una pareja de jóvenes. Se enteraron a través de sus amigos: «Es viral, todo boca a boca. Y cuanta más gente lo compre, más aumenta el valor de la moneda. Tiene que ver con esto de las criptomonedas. Él sabe mucho de esto», y él otro asiente. «Tengo un amigo que lo cambia a euros todos los días, según le envían más criptomonedas», añade. «Conocemos a mucha más gente que lo hizo».

Quienes no borran la aplicación reciben cada 15 días reciben nuevos pagos, de menor valor que el inicial. También si envían invitaciones a personas conocidas.

El efecto de boca a boca es fuerte. Poco después, en una peluquería, el dependiente pide a los clientes que se descarguen la aplicación con su invitación. «Solo te bajas la aplicación, vas al centro comercial, y ya está, te envían la moneda digital, y al día siguiente la cambié y recibí 78 euros».

Oficialmente, Worldwide define dos objetivos: crear una red financiera mundial accesible a todas las personas, independientemente de sus circunstancias, y diferenciar los humanos de bots. También explica que, a través de la mencionada aplicación, los usuarios pueden elegir el tratamiento de datos, pero no hay ninguna autoridad que compruebe la correcta gestión.

Podrían ser las últimas horas de este puesto. La Comisión Nacional de Protección de Datos ha abierto una investigación, concentrada en el punto más sensible: el tratamiento de datos de menores, pues no se comprueba la edad de los asistentes.