Áxel Smyth logra una estrella Michelin para el restaurante Simpar: «Poco a poco vamos haciendo ver que en Santiago hay más que tradición»

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado MURCIA / E. LA VOZ

SOCIEDAD

Áxel Smyth, en una imagen de archivo
Áxel Smyth, en una imagen de archivo SANDRA ALONSO

El chef logró con su nuevo proyecto la distinción que ya había obtenido en su experiencia con el Auga e Sal

26 nov 2024 . Actualizado a las 21:40 h.

Áxel Smyth se ha sacado la espina del cierre de Auga e Sal, «algo totalmente empresarial», al lograr una estrella Michelin esta noche en Murcia para el restaurante Simpar, de Santiago de Compostela, en donde ha iniciado un nuevo proyecto con Claudia Merchán como mano derecha en la cocina. «Un proyecto en el que lo que pase ya es cosa nuestra», como él mismo explica.

No partían de cero, porque «volvió mucho cliente que había anteriormente que venía a buscar un poquito esa línea», pero al final jugaban «en tierra de nadie, porque antes tenías una estrella y de repente no tienes nada». Por eso fue «un poquito un año de posicionarse y buscar el lugar, de decirle al cliente: ‘‘oye, seguimos a nuestro nivel''».

A Smyth le llega la estrella por segunda vez, después de pasar por el Basque Culinary Center, Gaytán en Madrid, Baluarte de Soria, Hispania London & Hispania Brussels o Restaurante Miramar en Llançá, entre otros. De todos guarda un gran recuerdo porque «al final es una inversión, un método, una mentalidad. Hay quien quiere trabajar cómodo ocho horas, librar los fines de semana y hay quien quiere ir por las tardes, darlo todo y aprender de los mejores. Y cualquiera de las opciones es totalmente digna», relata el chef, que recuerda a todos su maestros pero especialmente a Marcelo Tejedor, «porque fue mi primera casa, donde aprendí una metodología, a Caco [Fernando Agrasar] de As Garzas y a José Carlos García», cocinero con una estrella Michelin y dos soles Repsol en Málaga. Ahora ve el sector diferente, «un poco locura» porque «estamos en un momento social en el que a la gente le cuesta creer e implicarse en los proyectos como se hacía antes». Por eso se siente especialmente afortunado. «Claudia y yo tenemos la suerte de haber dado con un equipo que nos hace estar donde estamos ahora y poder luchar por lo que estamos luchando. Tenemos mucha suerte de tener a los chicos que hay ahora, que creen en nosotros y que están dejándose todo porque Simpar vaya adelante», agradece Smyth.

Con estos mimbres, el cocinero reivindica su lugar en Santiago, una ciudad en la que «está habiendo cantidad de aperturas de restaurantes que quieren hacerlo bien, que quieren diferenciarse de lo clásico y luchar por encontrar su hueco». «Al final, creo que poco a poco vamos siendo más gastronómicos y vamos haciendo ver que hay algo más allá de la tradición. Poco a poco va creciendo Galicia, y Santiago en concreto», opina el cocinero. Smyth se encuentra en un momento en el que quiere «estudiar la tradición, los sabores de siempre, y aplicarles las nuevas técnicas». «Al final —explica— creo que sitios de fusión hay muchos, y tenemos estudiar el producto del lugar donde estamos. Obviamente, si el mejor pichón es de Francia, pues tiene que venir de allí, pero al final lo que nos marca es nuestro producto y nuestro juego», concluye.