El aumento de las temperaturas por el cambio climático podría provocar 2,3 millones de muertes en Europa
SOCIEDAD
![Barcelona es, según el estudio, la ciudad más afectada por el aumento de la mortalidad asociada al incremento de las temperaturas](https://img.lavdg.com/sc/KnzrEfpKTmrNsHsIIF6SwT60zDU=/480x/2025/01/27/00121737978182073525410/Foto/H26O8129.jpg)
Barcelona será la ciudad más afectada si no se adoptan medidas urgentes de reducción de emisiones de acuerdo con un estudio que también sitúa a Madrid y Valencia entre las diez ciudades europeas con un mayor número de víctimas por el calor
27 ene 2025 . Actualizado a las 17:52 h.El cambio climático podría provocar hasta 2,3 millones de muertes adicionales en Europa de aquí a finales de siglo a causa del aumento de las temperaturas previstas, una situación que afectará especialmente al entorno del Mediterráneo y que tendrá especial incidencia en España. Entre las diez ciudades europeas, de las 854 analizadas, en las que se prevé un mayor número de fallecimientos se encuentran Barcelona, sobre todo, Madrid y Valencia, con una estimación de 246.000, 130.000 y 67.500 muertes, respectivamente, atribuidas al incremento de las temperaturas. Estas estimaciones se recogen en un nuevo estudio dirigido por la London School of Hygiene & Tropical Medicine y en el que participa la Estación Biológica de Doñana (CSIC) cuyas conclusiones se han publicado en la revista científica Nature.
La investigación apunta a que la previsión de mortalidad es más que probable si no se adoptan medidas urgentes para reducir las emisiones de dióxido de carbono. Si se actúa con rapidez podrían evitarse hasta el 70 % de los fallecimientos.
El análisis muestra que el cambio climático podría causar un aumento significativo de las muertes por calor en toda Europa, superando sustancialmente cualquier disminución de las muertes relacionadas con el frío. Esta tendencia persiste en todos los escenarios de cambio climático e incluso con una elevada adaptación al calor, lo que refuerza la necesidad de políticas de mitigación contundentes.
El estudio sugiere que, aunque se hicieran enormes esfuerzos para adaptar las ciudades al cambio de temperaturas, esto no bastaría para equilibrar el aumento de los riesgos para la salud debidos a la exposición al calor, especialmente en las zonas más vulnerables, como la región mediterránea, Europa Central y los Balcanes. Solo una reducción rápida de las emisiones de carbono que mantuviera bajas las temperaturas reduciría el número de muertes por calor extremo.
«Nuestros resultados subrayan la urgente necesidad de perseguir enérgicamente tanto la mitigación del cambio climático como la adaptación al aumento del calor. Esto es especialmente crítico en la zona mediterránea, donde, si no se hace nada, las consecuencias podrían ser nefastas. Pero, siguiendo una senda más sostenible, podríamos evitar millones de muertes antes de que acabe el siglo», comenta Pierre Masselot, uno de los autores principales del estudio e investigador en el Laboratorio de Modelización Medioambiental y Sanitaria (EHM-Lab) de la London School of Hygiene & Tropical Medicine.
Análisis de 854 ciudades europeas
Para realizar el estudio, el equipo científico utilizó funciones de riesgo de la temperatura en 854 ciudades de Europa, teniendo en cuenta la adaptación y aclimatación local y específica de cada franja de edad. Estas funciones se combinaron con proyecciones de temperaturas, población y tasas de mortalidad para estimar el número de muertes relacionadas con la temperatura que pueden atribuirse específicamente al cambio de temperaturas. También se consideraron una serie de simulaciones climáticas y epidemiológicas para evaluar la incertidumbre asociada a las estimaciones, según los escenarios definidos para el sexto informe de evaluación del IPCC. El equipo calculó a continuación el número de víctimas mortales en escenarios en los que se reduce el riesgo de mortalidad relacionada con el calor.
Los resultados indicaron que, debido a su mayor población, se prevé que el mayor número de muertes relacionadas con la temperatura se produzca en las ciudades mediterráneas más pobladas. Aunque, también es probable que muchas ciudades más pequeñas de Malta, España e Italia se vean gravemente afectadas con altas tasas de mortalidad vinculadas a olas de frío o calor.
«La vulnerabilidad destacada de España se explica principalmente por las altas tasas de calentamiento que se prevén para la región del Mediterráneo occidental», explica Veronika Huber, investigadora de la Estación Biológica de Doñana-CSIC y coautora del artículo. «Para el escenario más pesimista estudiado se proyectan temperaturas medias de más de 5 grados por encima del nivel actual en algunas ciudades españolas, mientras el calentamiento anticipado en el norte de Europa se sitúa alrededor de 3 grados».
Barcelona, Madrid y Valencia
Según el estudio de modelización, en el peor escenario, entre las diez ciudades europeas en las que se prevé un mayor número de muertes relacionadas con la temperatura para finales de siglo se encuentran tres ciudades españolas: Barcelona, Madrid y Valencia. Barcelona se encuentra en la primera posición, con un número de muertes adicionales estimadas de más de 246.000. En Madrid se estiman casi 130.000 muertes de más y en Valencia en torno a 67.500.
Otro de los países vulnerables es Italia, que cuenta con cuatro ciudades dentro de esta lista: Roma y Nápoles, con alrededor de 147.000 muertes adicionales cada una, Milán, con 110.000 y Génova, con 36.000. El listado lo completan Atenas (alrededor de 87.000 muertes) y Bucarest (alrededor de 47.000).
Lejos de la región mediterránea, se espera que los impactos sean menos graves, con otras capitales europeas como París (13.515), donde se prevé un aumento menor, pero aún significativo, de las muertes acumuladas por frío y calor. Por otro lado, la mayoría de las ciudades de las islas británicas y los países escandinavos podrían registrar un descenso neto de muertes, como es el caso de Londres (27.455). Sin embargo, este menor número de muertes se vería contrarrestado masivamente por los aumentos en el resto de Europa.
Mitigación del cambio climático
Aumentar los espacios verdes en las ciudades y plantar más árboles son algunas de las medidas esenciales para evitar al menos una parte de los muertos por temperatura en un mundo más caluroso. «Existe una multitud de estudios que demuestran que los espacios verdes disminuyen el llamado efecto de islas de calor urbanos», explica la investigadora Huber. «Además de bajar la temperatura ambiental en las ciudades, los árboles y parques urbanos tienen otros efectos beneficiosos para la salud. Proporcionan espacios de encuentros sociales y de alivio de estrés».
Sin embargo, estas medidas no son suficientes. Según Huber: «Nuestro estudio demuestra que las tasas de adaptación necesarias para evitar un aumento de la mortalidad relacionada con temperaturas extremas son difíciles de alcanzar en un escenario de calentamiento intenso. Por este motivo, la continuación de políticas ambiciosas de reducción del uso de los combustibles fósiles es clave para proteger la salud de la población europea»
En el actual contexto geopolítico, las políticas climáticas tienden a priorizar la adaptación sobre la mitigación. «Este estudio aporta pruebas convincentes de que el fuerte aumento de las muertes relacionadas con el calor superará con creces cualquier descenso relacionado con el frío, lo que se traducirá en un aumento neto de la mortalidad en toda Europa. Estos resultados desmienten las teorías de los efectos 'beneficiosos' del cambio climático, a menudo propuestas en oposición a políticas vitales de mitigación que deberían aplicarse cuanto antes», afirma el profesor Antonio Gasparrini, autor sénior del estudio y director del EHM-Lab de la London School of Hygiene & Tropical Medicina.
Los escenarios de adaptación concebidos en esta investigación informan sobre el grado de reducción del riesgo necesario, pero siguen siendo abstractos y no informan sobre las medidas concretas que deben tomarse. Además, esta investigación se centra en la temperatura media diaria y no tiene en cuenta fenómenos meteorológicos específicos que podrían modificar el número estimado de víctimas mortales, como las temperaturas nocturnas extremas y las condiciones de humedad.
«A lo largo de las últimas décadas hemos vivido olas de calor, como las del 2003 o 2022, donde más de 60.000 personas perdieron la vida en Europa. Sin embargo, el frío mata en la actualidad a más personas que el calor. Este nuevo estudio indica cómo esta tendencia se invertiría en toda Europa, con la única excepción de Escandinavia. Esto es, con el cambio climático viviremos un aumento en la mortalidad derivada por las olas de calor y una disminución de la inducida por el frío, de manera que las muertes por canícula superarán a los fallecimientos por congelación. Esta tendencia será particularmente acusada en el sur de Europa, y en España se espera que casi 1 de cada 3.000 habitantes fallezcan por calor anualmente a finales de siglo», explica Víctor Resco de Dios, profesor de Ingeniería forestal y Cambio global de la Universidad de Lleida en una reacción al estudio recogida por SMC España.
En una línea similar se pronuncia Raquel Nunes, catedrática adjunta de Salud y Medio Ambiente de la facultad de Medicina de la Universidad de Warwick (Reino Unido). «Las conclusiones de este estudio -dice- tienen graves implicaciones para la salud pública. A medida que el cambio climático provoque más episodios de calor extremo, se prevé que aumente el número de muertes relacionadas con el calor, lo que supondrá una presión adicional para los sistemas sanitarios. Los grupos vulnerables, como los adultos mayores, las personas con enfermedades crónicas y las comunidades con bajos ingresos, serán los más expuestos. Sin fuertes medidas de adaptación, los sistemas de salud pública podrían tener dificultades para hacer frente al aumento de la demanda de servicios de urgencias e ingresos hospitalarios.