El exoesqueleto infantil sale del hospital

José Antonio Guerrero MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

El prototipo desarrollado por el CSIC y Marsi Bionics permitirá a los niños con parálisis utilizar el dispositivo en casa y en la calle

18 feb 2025 . Actualizado a las 12:41 h.

Los niños con problemas de movilidad van a poder utilizar en casa, en el colegio o en la calle un exoesqueleto que les permitirá desplazarse en estos entornos, más allá de hacerlo en el propio hospital, lo que favorecerá no ya la rehabilitación sino también su participación en actividades diarias al gozar de mayor autonomía.

Hasta ahora, el exoesqueleto infantil tenía un uso exclusivamente clínico, pero los niños que necesitan silla de ruedas y sus familias venían pidiendo que fuera más accesible para poder utilizarlo también en sus domicilios, en la escuela o para jugar en los parques, en definitiva poder contar con un exoesqueleto de andar por casa.

Daniel Gonzalez | EFE

Con ese fin, un consorcio público-privado del que forma parte el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se puso a investigar hasta desarrollar el proyecto Explorer. Y este martes la propia sede del CSIC ha acogido la presentación de los primeros resultados del Explorer. El prototipo presentado es un gran paso: un exoesqueleto infantil de uso personal y doméstico, que podrá utilizarse tanto en el domicilio como en exteriores. De momento es un prototipo y aún necesita su certificación para su comercialización (que se quiere iniciar en los próximos meses), pero sin duda es un salto adelante en la rehabilitación e inclusión de los niños con problemas de movilidad.

Daniel Gonzalez | EFE

 El avance es fruto de la colaboración de investigadores de la empresa Marsi Bionics, el CSIC y los principales hospitales universitarios de Madrid, La Paz, el 12 de Octubre, el Niño Jesús y el Gregorio Marañón. Cuenta también con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades a través del Perte para la Salud de Vanguardia.

Primero del mundo

Marsi Bionics ya había logrado desarrollar, en colaboración con el CSIC, Atlas 2030, el primer exoesqueleto pediátrico del mundo, pero con uso exclusivamente clínico. Explorer nace de la demanda de los propios niños que pedían utilizarlo en sus propios domicilios y en exteriores. Este prototipo supone dar ese paso trasladando la tecnología a entornos cotidianos, permitiendo que niños con movilidad reducida puedan caminar en casa, en el colegio o en la calle.

Así lo ha destacado, la científica Elena García Armada (Valladolid, 54 años), CEO de Marsi Bionics y Premio Inventor Europeo 2022 por su pionero exoesqueleto pediátrico, el primer exoesqueleto pediátrico adaptable del mundo. En su intervención, ha destacado la importancia de desarrollar tecnología con impacto social, pero también de hacerla accesible, y para ello, «es fundamental el apoyo y la financiación pública».

El Explorer, un buen ejemplo de lo que es capaz de hacer la robótica aplicada a la salud, ha sido posible gracias a una inversión de 2,2 millones de euros procedentes de los Fondos Europeos Next Generation EU. Marsi Bionics ha recibido 903.313 euros, mientras que el CSIC ha contado con 789.303 euros del Instituto de Salud Carlos III. Los hospitales que han formado parte del consorcio han recibido 664.072 euros de estos fondos.

Tecnología en los hogares

Explorer no es solo un avance tecnológico, «sino que será una solución real para miles de niños y niñas con movilidad reducida». Raquel Yotti, comisionada del Perte para la Salud de Vanguardia, ha subrayado cómo con instrumentos novedosos de colaboración público privada «se están obteniendo ya resultados tangibles, que no solo sirven para mejorar el bienestar de los ciudadanos, sino como motor de desarrollo y crecimiento económico en el sector de salud».

Este dispositivo, todavía en fase de prototipo y pendiente del marcado CE, introduce un cambio de paradigma, pues podrá llevar a los hogares la tecnología de los exoesqueletos para su uso personal y cotidiano, una vez se inicie su comercialización.

Este nuevo exoesqueleto personal incorpora cuatro motores que imitan el funcionamiento natural del músculo y dos modos de funcionamiento: un modo de intención de movimiento, donde el exoesqueleto completa la fuerza del usuario para avanzar en la marcha; y el modo automático, donde el movimiento es constante a la velocidad seleccionada. Cuenta además con un novedoso asiento automático que permite transformar el dispositivo en una silla de descanso integrada, facilitando el uso continuo y la comodidad del niño en su día a día.

Cada dispositivo evolucionará con el propio crecimiento del niño, abarcando un rango de edad aproximado desde los 2 hasta los 17 años, lo que permite un acompañamiento a lo largo de su desarrollo. Y el uso en exteriores favorecerá no sólo la rehabilitación sino también la inclusión y la participación en actividades diarias, como jugar en el parque, moverse por la ciudad o participar del ocio en familia con mayor autonomía.

Para el desarrollo de este exoesqueleto, casi 30 investigadores e investigadoras de los cuatros principales hospitales de la Comunidad de Madrid han estado trabajando codo con codo, tanto con las familias como con los ingenieros de Marsi Bionics.

Olga Arroyo, jefa del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario Gregorio Marañón y presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación Infantil, ha indicado que «se ha realizado un trabajo especialmente enfocado a la realización de un ensayo clínico que garantizara la seguridad y eficacia del dispositivo. Casi 50 familias han participado activamente en sesiones, tanto en su domicilio como en exteriores. El objetivo es acercar las últimas tecnologías al entorno cercano del niño, favoreciendo su participación».

El CSIC ha sido un pilar fundamental del proyecto. Con un equipo de 15 investigadores del Centro de Automática y Robótica (CAR-CSIC-UPM), ha aportado su amplia experiencia apoyando la validación clínica del dispositivo «que permitirá su comercialización en los próximos meses» y marcando «un hito» en la forma en que se aborda la rehabilitación de la marcha en todo el mundo.

Eloísa del Pino, presidenta del CSIC, ha destacado la implicación y el impulso de lo público en el desarrollo de tecnologías transformadoras que mejoran vidas. Según Del Pino, «la colaboración entre el CSIC y Marsi Bionics ejemplifica cómo la transferencia de tecnología puede generar soluciones innovadoras con un profundo impacto social. Este exoesqueleto es un testimonio del poder de la ciencia cuando se pone al servicio de las personas, y Marsi Bionics es un ejemplo exitoso de la creación de una empresa basada en el conocimiento surgida de una institución pública como el CSIC», ha señalado la responsable del CSIC.