
También se le ha reducido la necesidad de oxigenoterapia durante el día
19 mar 2025 . Actualizado a las 19:49 h.El estado de salud del papa Francisco sigue «mejorando» y se le ha suspendido la ventilación mecánica no invasiva, la máscara de oxígeno, que utilizaba por las noches en el hospital Gemelli de Roma, donde lleva 34 días ingresado, según informó el Vaticano.
«Se confirma que las condiciones clínicas del Santo Padre están mejorando», se indica en el último parte médico, en el que se señala además que el pontífice «suspendió la ventilación mecánica no invasiva y también redujo la necesidad de oxigenoterapia de alto flujo», con cánulas nasales, el tratamiento que recibe durante el día. También «continúan los avances en la fisioterapia motora y respiratoria», indica el comunicado.
Francisco, de 88 años y que está ingresado desde el 14 de febrero en el Policlínico Gemelli, concelebró la misa en la mañana de ayer, en la festividad de San José, en la que se celebra el Día del Padre en numerosos países.
Sobre la retirada de la ventilación mecánica los médicos indican que se trata de una «buen paso» que debe ser interpretado con «prudencia», porque insisten en que sus condiciones clínicas siguen siendo «complejas dentro de la estabilidad», añadieron.
Francisco está ingresado a causa de una neumonía bilateral y, tras pasar por cuatro crisis difíciles durante su hospitalización, en las últimas semanas ha experimentado una lenta y gradual mejoría y ya no corre «peligro inminente». Ante la «estabilidad» del papa, los médicos del Gemelli han decidido informar después de varios días, cuando puedan dar más detalles, y el anterior parte médico se remontaba al pasado sábado, cuando se indicó que «las condiciones clínicas del Santo Padre se mantienen estables, confirmando la evolución destacada en la última semana».
El pontífice también escribió desde el hospital un mensaje dirigido a los jóvenes, en el que lamenta que muchos «se sientan perdidos ante el futuro» y atraviesen una «crisis de identidad» que «la confusión digital hace aún más difícil de superar». «A menudo experimentan incertidumbre sobre las perspectivas laborales y, más profundamente, una crisis de identidad», escribió.