
Es la única empresa gallega en el ránking de las diez lácteas más grandes de España
12 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Carmen Lence, presidenta del Grupo Leche Río, intervino ayer en un webinar del Igape relacionado con el programa Re-Acciona para hablar sobre la profesionalización en los negocios familiares. Y lo hizo explicando cómo asumió ella el mando de la firma que hasta hace poco más de un año dirigía su padre. Una compañía «que es la más pequeña entre las grandes», explicó en referencia a los grandes grupos internacionales que operan en el sector lácteo gallego. En su opinión, es necesario impulsar cambios culturales en los modelos de gestión de las empresas familiares.
«Para tomar buenas decisiones hay que tener la disciplina de enfrentarse a la realidad», aseguró esta empresaria que, un buen día, decidió dejar su trabajo en la empresa de su padre para irse al extranjero a formarse. «Tal y como estaba trabajando, yo no me veía capacitada para ser capaz de liderar la empresa familiar. Por eso decidí irme», contó. Regresó para hacerse cargo de una compañía que es la única empresa gallega en el ránking de las diez empresas lácteas más grandes todo el territorio nacional. Además, es la primera firma de capital totalmente gallego que recoge más litros de leche en esta comunidad, alrededor de 230.000 toneladas al año.
En su intervención, Lence disertó sobre las cualidades que considera necesarias a la hora de abordar la gestión en las empresas de corte familiar. Entre ellas, destacó la confianza, la credibilidad, la fiabilidad y la autorientación como elementos clave a la hora de tomar decisiones. Estas se han de basar en un modelo de liderazgo con preguntas, que fundamente la toma de decisiones en la respuesta a las cuestiones ¿Cuál es nuestro objetivo? ¿Cuál es la situación? ¿Cuáles son las ventajas y desventajas? ¿Qué vamos a hacer quién y cuándo?. Junto a esto, la presidenta del Grupo Leche Río, considera primordial «estar presente y escuchar», para tener toda la información real al respecto y poder tomar una decisión.
Lence apostó también por impulsar una mentalidad de crecimiento y de superación para seguir avanzando en el proyecto empresarial, aunque haya fracaso de los que «aprender para no volver a repetir los errores cometidos». Toda esta filosofía de trabajo que Lence introdujo en su gestión al frente de Leche Río supuso lo que denominó un cambio cultural en la estructura empresarial, que se rige por la premisa de que «la persona más cercana al problema es la que tiene la solución».