Hallados cuatro nuevos jabalíes muertos por peste porcina africana en Barcelona

La Voz

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Los animales fueron hallados en el perímetro afectado de Cerdanyola del Vallès. Las autoridades activan controles, restringen accesos y refuerzan la vigilancia para evitar la propagación del virus, mientras se investiga el origen del brote, el primero en España desde 1994

29 nov 2025 . Actualizado a las 13:59 h.

El Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Catalunya ha detectado cuatro nuevos jabalíes muertos por peste porcina africana en Collserola, en el mismo radio donde aparecieron los dos primeros animales infectados. La detección amplía un foco que ya había encendido todas las alarmas del sector, especialmente después de que el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid) certificara que aquellos dos primeros ejemplares hallados el 26 de noviembre en Bellaterra eran positivos. Esos casos suponen la reaparición de la enfermedad en territorio español más de tres décadas después, desde noviembre de 1994.

En una entrevista en RAC1, el conseller Òscar Ordeig detalló que las pruebas realizadas en los laboratorios catalanes y las inspecciones sobre el terreno avalan que los nuevos cadáveres corresponden también a animales infectados, a la espera de la validación definitiva de Algete. Ordeig pidió «responsabilidad» a la ciudadanía y evitar desplazarse a Collserola o acceder a los seis kilómetros alrededor del foco en Cerdanyola del Vallès, un perímetro que permanecerá cerrado. Subrayó que un movimiento aparentemente inocuo —un coche, una bicicleta o una pisada sobre material contaminado— podría contribuir a propagar el virus.

La detección de los primeros positivos activó automáticamente los protocolos previstos para una enfermedad que la Unión Europea clasifica como de categoría A. La Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc) explicó en un comunicado que trabaja junto al resto del sector y a las autoridades para evaluar el alcance del brote. El protocolo exige establecer una zona de vigilancia de 20 kilómetros, en la que se restringen la actividad operativa y comercial de las explotaciones. Según datos del Ministerio de Agricultura, en ese radio se encuentran 39 granjas: cinco dentro de los primeros diez kilómetros y otras 34 en el anillo exterior, hasta los 20. En todas ellas —según confirmó la Generalitat— se han suspendido los movimientos de entrada y salida y se han activado equipos de intervención para realizar inspecciones clínicas, análisis epidemiológicos y toma de muestras.

El área afectada comprende masas forestales de Collserola situadas entre Sabadell, Cerdanyola, Ripollet, Sant Cugat y Rubí, un entorno de densidad moderada de jabalíes, salpicado de zonas residenciales y encajado entre carreteras comarcales y varias autopistas. Esa particular orografía, recuerda el sector, juega un papel ambivalente: dificulta el movimiento de la fauna, lo que puede ayudar a contener el foco, pero complica las labores de seguimiento. El director de la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (FECIC), Ignasi Pons, calificó el hallazgo de «fatídica noticia» para la industria. Recordó que algunas empresas tenían cerrados acuerdos de exportación que podrían verse afectados y subrayó la importancia de que no aparezcan casos en granjas domésticas, pese a que el sector —dijo— dispone de sistemas de bioseguridad «muy altos».

La Generalitat ha iniciado ya la investigación para determinar cómo llegó el virus a la zona. Los dos primeros jabalíes infectados aparecieron a apenas un kilómetro de distancia entre sí, en los alrededores del campus de la Universidad Autónoma de Barcelona. Tras la confirmación, se activó el manual práctico de operaciones, que incluye la búsqueda activa y retirada de cadáveres de jabalíes bajo control oficial, la prohibición de la caza para evitar desplazamientos de fauna y la restricción de actividades no esenciales dentro de la zona. Al mismo tiempo se han reforzado las medidas de bioseguridad en todas las explotaciones cercanas.

Aunque la peste porcina africana no supone un riesgo para la población —no se transmite a los seres humanos ni por contacto directo ni a través de alimentos derivados del cerdo—, su impacto económico es significativo. Desde el 2014 circula por la Unión Europea, donde afecta a poblaciones de jabalíes y a algunas explotaciones domésticas en 13 países, entre ellos Alemania, Italia o Polonia. Sin embargo, existen precedentes esperanzadores: Bélgica, Suecia y República Checa lograron erradicar la enfermedad tras aplicar medidas estrictas de control en situaciones muy similares a la ahora detectada en Cataluña.