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Agua de Lugo y trigo de Ourense, claves de una cerveza artesana

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios LUGO / LA VOZ

AGRICULTURA

MANUEL

Juan Pablo Ferreiros usa en A Fonsagrada procesos de elaboración que define como totalmente tradicionales

08 feb 2020 . Actualizado a las 12:50 h.

Se puede quedar con amigos para hacer cerveza de vez en cuando -más o menos una vez al mes, por ejemplo-, y se puede acabar convirtiendo la afición en una actividad profesional, en proporciones aún reducidas y en un mercado por ahora local pero con intención de continuar y con la cabeza puesta en posibles innovaciones. Juan Pablo Ferreiros, residente en A Fonsagrada, se juntaba a veces, en Barcelona, con amigos para dar rienda suelta a esa afición; años después, habiendo cambiado las orillas del Mediterráneo por la montaña gallega más cercana a Asturias, el pasatiempo se ha convertido en actividad económica.

Las cifras actuales, con una producción anual de unos 1.500 litros que se distribuye en botellas de un tercio de litro, pueden ayudar a entender que se trata de una elaboración artesana. Pero esa idea se refuerza con la mención de las materias primas que emplea: agua de un manantial de la parroquia de Fonfría - «unha auga típica de Galicia», dice- y trigo cultivado en A Limia son la base de la fabricación, en la que también emplea cebada traída de Bélgica. La cebada viene ya malteada, en tanto que el trigo no pasa por ese proceso. El sistema quizá suene novedoso a algunos, cuestión que él desmonta con dos frases: «Son receitas tradicionais. Ata agora non inventei nada», dice.

Al agua se le añade algo de calcio. Pero sus propiedades, detalla Juan Pablo Ferreiros, la hacen apropiada también para otras elaboraciones. «A miña auga valería para facer a típica cervexa checa», explica. Lo que ha logrado hasta ahora -la producción apenas tiene cinco años- es introducirse en el mercado de la comarca, con ventas en municipios del oriente gallego y del occidente asturiano. «É unha tarefa de cervexeiros artesáns; hai que crear esa demanda», afirma.

Si los años pasados desde el inicio de la actividad han servido para asentar el producto en el entorno, los siguientes podrían valer para ensayar o incluso conseguir el cultivo de cereal que se usaría en la fabricación. Trigo y hasta avena podrían cosecharse en terrenos de A Fonsagrada, aunque teniendo en cuenta, como advierte Ferreiros, que las variedades habituales de esa zona no eran las mismas que las de A Limia. Las consecuencias, opina, no serían desdeñables, pues se reforzaría el perfil más cercano al lugar de elaboración: «Así daríase un toque máis diferenciado ao produto», subraya.

Su comienzo ha coincidido con unos años de un cierto auge de la cerveza artesana que él espera ver estabilizado. «É unha tendencia que espero que sexa para quedar. As modas non dan para comer», recalca.

 Ensayos realizados con castañas y hasta con miel

La aparición de cervezas con sabores algo novedosos es habitual en los últimos años. A Juan Pablo Ferreiros no le resulta ajena esa tendencia, pues ha ensayado la fabricación de cerveza con castañas y hasta con miel. Lo que puede ser original para algunos no es más que una recuperación de costumbres tradicionales, recuerda. Frutos como las frambuesas también valen. «Pódese experimentar con moitas materias, pero sen ir a cousas raras», sostiene.