La Escola de Exeñaría lidera un proyecto de investigación para reducir los virus que afectan a las plantas
02 nov 2021 . Actualizado a las 16:57 h.La Faba de Lourenzá es un cultivo que se ha popularizado y revalorizado en los últimos tiempos gracias a la puesta en marcha de una Indicación Xeográfica Protexida (IXP) que la ampara. El problema es que sus semillas, que los agricultores utilizan año tras año o intercambian con otros cultivadores, no están todo lo libre de virus y patógenos que deberían. Ahora, investigadores del grupo de Viticultura e Sanidade Vexetal de la Universidade de Santiago, que coordina la profesora de la Escola Politécnica Superior de Enxeñaría del Campus Terra, Cristina Cabaleiro, han puesto en marcha un proyecto de investigación para tratar de conseguir semillas de esta variedad libres de virus y patógenos. En la iniciativa colaboran el Centro Tecnolóxico da Carne (Ceteca), la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (Agaca), la cooperativa Terras da Mariña, la IXP y productores de a Mariña lucense.
Según los investigadores, esa presencia del virus está impidiendo que los cultivos logren su máximo potencial productivo. Saben de lo que hablan, pues el grupo de Sanidade Vexetal lleva trabajando con los potyvirus que afectan a esta variedad de haba desde principios del siglo XX y ya hicieron alguna prospección en el 2005, cuando pusieron a punto los métodos de diagnóstico serológico. Dos años después, este mismo grupo desarrolló varios ensayos al respecto, pero no fue hasta el 2015 cuando, gracias al trabajo del pakistaní Faruk Ahmad, que disfrutó de un programa Erasmus en el Campus de Lugo, se pudo constatar que la sintomatología asociada a los virus observados en el campo en la Faba estaba ligada principalmente a la presencia del virus del mosaico común de la judía, del grupo de los potyvirus.
El problema es que, en las habas, este virus tiene la particularidad de que se transmite por la semilla, además de por otros vectores, lo que complica enormemente el control de la enfermedad. Y es que, como sucede con otros cultivos, los agricultores utilizan semillas propias o hacen intercambios, de ahí que esta plaga esté cada vez más extendida. De hecho, un estudio del año pasado, presentado por la ingeniera Sonia Expósito, constató ya ese aumento de potyvirus en el campo durante el verano, virus que también se detectó en semillas, junto con otras bacterias.
Cierta resistencia
Como variedad tradicional que es, la Faba de Lourenzá parece tener cierta tolerancia a estos virus, pero es necesario realizar estudios que ayuden a cuantificar las pérdidas que estos ocasionan en el cultivo. Ahora, el proyecto de investigación que se ha puesto en marcha permitirá ensayar y validar procedimientos que permitan conseguir una semilla que esté libre de todos estos patógenos sistémicos. Al mismo tiempo, proporcionará a los técnicos y agricultores herramientas para identificar los patógenos y para seleccionar las semillas. «Dispor de semente libre de virus podería incrementar significativamente a produción e a calidade da Faba de Lourenzá», asegura Cabaleiro. La investigación ya se ha puesto en marcha y la idea es que, durante el próximo año, se puedan establecer varias parcelas para la producción de semillas libres de virus, partiendo de material ya seleccionado. Este trabajo se completará con el ensayo de distintas técnicas destinadas a impedir la transmisión del virus por los pulgones vectores. Si todo sale según lo previsto, la nueva tecnología de diagnóstico y defensa será transmitida a los agricultores de Terras da Mariña durante el 2023.