Comuneros de Castro de Rei quieren alquilar 60 hectáreas de terreno por 30 años para el cultivo de arándanos
AGRICULTURA
El acuerdo fue tomado por la comunidad de montes de Loentia para arrendar superficie a Surexport
31 ago 2022 . Actualizado a las 09:32 h.Una comunidad de montes del concello de Castro de Rei ha acordado alquilar 60 hectáreas de terreno por 30 años para el cultivo de arándanos. El acuerdo fue decidido por la directiva de los comuneros de la parroquia de Loentia, que así arrendará el terreno, ahora dedicado a pastizal, a la empresa Surexport. La medida supone que la comunidad ingresará 500 euros anuales por hectárea durante esos 30 años, lo que representa una ganancia anual de 30.000 euros.
El presidente de la comunidad, Carlos Sinde, opina abiertamente que la medida es beneficiosa para la sociedad. El acuerdo, dice, no supone que se agote el terreno de pastizal, del que ahora se benefician unos quince de los más de 80 miembros de la comunidad. Los que lo usan tienen ganado vacuno de carne y de leche, con un número total de reses que varía de unos casos a otros, y extraen pasto para sus explotaciones. El presidente aclara que cada comunero tiene derecho a explotar una hectárea de monte, aunque una buena parte de la masa social, detalla, no tiene ganado que se alimente de esos pastos.
El pastizal se creó hace más de 30 años, recuerda Sinde. La extensión de terreno con superficie forestal es muy superior, puesto que abarca unas 500 hectáreas. La agricultura que se prevé implantar en esa parroquia, situada a pocos kilómetros de Castro de Ribeiras de Lea, se realizará al aire libre, no en invernaderos, según explica el presidente de la comunidad.
Críticas
En días pasados, en Loentia tuvo lugar otra reunión sobre este tema, a la que acudieron representantes del Sindicato Labrego Galego. La organización acusa a la junta directiva de no dar datos ni ofrecer luz sobre este asunto. Para el SLG, el acuerdo puede amenazar el futuro de la comunidad de montes y suponer un riesgo para los acuíferos. El sindicato ataca a la empresa, que tiene también plantaciones en otras zonas de la Terra Chá, por las condiciones laborales en que mantiene a sus empleados, por lo general inmigrantes.
Tras esa reunión parece que tendrá lugar otra. Sinde afirma que la directiva de la comunidad está dispuesta a explicar los pormenores del contrato, aunque afirma que hay una acta en la que se recoge el acuerdo de firmarlo.