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Argentina, el país donde el viñedo se riega con la nieve de los Andes

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Imagen de los cinco vinos argentinos que fueron catados en la segunda sesión de As Enoviaxes de Códax
Imagen de los cinco vinos argentinos que fueron catados en la segunda sesión de As Enoviaxes de Códax MONICA IRAGO

Los responsables de Vinology realizaron un recorrido por la historia y las principales bodegas de esta nación, donde se cultiva el viñedo más austral del mundo, en la segunda sesión de As Enoviaxes organizada por Bodegas Martín Códax

29 abr 2023 . Actualizado a las 10:57 h.

Parece mentira que hasta el año 1551 en Argentina no hubieran visto un viñedo delante y que, hoy en día, sea el quinto país del mundo que más vino produce. Fue en ese año cuando se plantaron las primeras vides de moscatel y uva país que llegaron de España, cuentan Pilar Oltra e Ignacio Mesples, integrantes de Vinology, una empresa que nació con el objetivo de difundir la cultura del vino. Ellos fueron los encargados de impartir la segunda sesión de As Enoviaxes, un programa de enoturismo con el que Bodegas Martín Códax hace un recorrido por el panorama enológico gallego, nacional e internacional. Argentina, el país que cultiva el vino más austral del mundo y el de más altura, el que consiguió derretir la nieve de los Andes para regar sus vides, fue el protagonista de esta jornada.

La expansión de la viticultura en este país tuvo lugar en el siglo XIX. La llegada de emigrantes europeos hizo crecer la demanda de vino y, al mismo tiempo, el ferrocarril permitió reducir los tiempos de transporte de los barriles desde Mendoza, donde se cultivaba el viñedo, a Buenos Aires. «Se tardaba tres meses y, cuando llegaban, el vino estaba malo. Las bodegas llegaron a tener sus propias estaciones de ferrocarril», contó Oltra. En ese mismo siglo se produjo otro hito, la llegada de las variedades de uva francesas, que pasaron a ser las más cultivadas en este país.

Actualmente, Argentina tiene 225.000 hectáreas de viñedo y 900 bodegas, frente a las 930.000 hectáreas que hay en España y sus 4.000 bodegas, aseguraron los responsables de Vinology. Es también uno de los países donde más vino se consume, 27 litros por persona y año, y el lugar donde se produce el vino mas austral, en la provincia de Chubut, y el de más altura, en la de Jujuy. No existen ahí figuras de calidad como las denominaciones de origen europeas, pero tiene 51 zonas productoras donde se cultivan variedades tintas, como la Malbec o la Cabernet Fran, y blancas, como la Torrontés Riojano o la Chardonnay.

Pilar Oltra e Ignacio Mesples, de Vinology, hicieron un amplio recorrido por los vinos y bodegas más representativos de Argentina en As Enoviaxes de Códax
Pilar Oltra e Ignacio Mesples, de Vinology, hicieron un amplio recorrido por los vinos y bodegas más representativos de Argentina en As Enoviaxes de Códax MONICA IRAGO

Aunque pueda parecer que el sector vitícola de este país no tiene la tradición y el peso del de la vieja Europa, lo cierto es que aquí existen bodegas centenarias que han sabido adaptarse al paso del tiempo, tal y como de demostraron los responsables de Vinology en la cata de As Enoviaxes. Es el caso de El Esteco, ubicada en la provincia de Salta, una zona situada al norte donde hace sol casi todos los días del año y los suelos son arenosos con cantos rodados. «Fue fundada en 1892 por dos hermanos franceses y fue de las más importantes del norte de Argentina», aseguró Mesples. Aquí elaboran blancos con la variedad Torrontés Riojana, «que es un cruce entre la Criolla Chica y el Moscatel de Alejandría», añadió, y que es una de las blancas más cultivadas en este país. Su Don David Reserva «es un vino es amarillo con reflejos dorados y muy aromático en nariz, pues trae recuerdos del moscatel», afirmó.

En este país donde la vendimia arranca en febrero en sus zonas más cálidas, han sabido llevar el cultivo del vino a lugares extremos, como el de Mendoza. «Es una de las zonas más secas de viticultura del mundo», aseguró Oltra. De hecho, los indígenas idearon un sistema que les permitió canalizar el agua del deshielo «y todo el viñedo de Mendoza se regaba por inundación porque aquí solo llueve unos 200 mililitros al año. Si no fuera por el vino, esto sería un desierto», añadió. De esa región es Bodegas La Rural, fundada en 1885, que hoy en día «es uno de los productores más importantes de los vinos argentinos de calidad», explicó la responsable de Vinology en la terraza de Martín Códax. Fue también la primera en plantar viñedo en el Valle del Uco, una zona que se ubica a más altitud y que ahora está entre las más de moda del país gracias a grupos extranjeros que están invirtiendo en ella. Aquí se elabora el Rutini Chardonnay, que está fermentado en barrica y que es «un vino con mucho potencial de envejecimiento», aseguró Oltra.

Los tintos: Malbec y Cabernet Franc que han logrado conquistar a Robert Parker

Si hay una variedad de uva que identifica a Argentina esa es, sin duda, la Malbec, afirmó Oltra en su recorrido por los vinos y bodegas del país andino que hizo en la terraza de Martín Códax. Fue el bodeguero italiano Nicola Catena, fundador de las bodegas Catena Zapata, el que plantó las primeras vides de esta uva en el país andino y el que contribuyó a su expansión. Su bodega, del año 1902, es una de las más representativas del país. «Eran productores de vino a granel pero en los 90 hicieron una apuesta por la calidad», aseguró Oltra. Su vino, Catena Alta, «es equilibrado, se ha trabajado muy bien la acidez e invita a seguir bebiendo», añadió.

Pero la variedad tinta que últimamente está despuntando en Argentina es la Cabernet Franc. «Era una uva residual que en los últimos años ha cobrado mucha importancia y que creo que es la que más potencial tiene de Argentina», explicó Oltra. Con ella trabaja Alejandro Virgil, uno de los enólogos más reconocidos del país que ha creado, junto a Adriana Catena, descendiente de Catena Zapata, una de las bodegas que más está dando que hablar en Argentina, Aleanna. Su vino, El gran enemigo, consiguió cien puntos Parker. Y otra de sus elaboraciones, El enemigo, es un tinto «muy fresco, con taninos muy suaves y agradables», añadió.

Su recorrido por este país terminó en la Patagonia, otra de esas regiones extremas donde los argentinos cultivan vino, concretamente el Pinot Noir. «Tenemos un clima casi desértico», aseguró Mesples. Es una zona en auge, donde están invirtiendo muchas bodegas de capital extranjero y donde se hacen vinos reconocidos por Robert Parker. Allí está la bodega de Humberto Canale, un ingeniero que llegó a la zona para desarrollar un sistema de acequias que, de nuevo, permitiera aprovechar el agua de la nieve para el riego. Fue fundada en 1909 y ahora exporta a más de 20 países.