La nueva Lei de Calidade Alimentaria fomenta que las administraciones públicas compren producto local
AGRICULTURA

La Consellería do Medio Rural dispone de un plazo de un año para elaborar una guía con los criterios que deberán regir los contratos públicos o concesiones dirigidas al suministro de alimentos
20 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La aprobación en el Parlamento gallego a la Lei de Calidade Alimentaria, con la abstención del PSdeG y BNG, pretende dar un impulso a la producción alimentaria que constituye por su «calidade e diversidade uns dos seus principais activos» de Galicia. Entre las novedades que incorpora el texto legislativo está la promoción de la compra de producto local por parte de la administración autonómica. Porque como indica el texto legislativo, entre los objetivos de la nueva norma está el de «fomentar a produción local e os circuítos curtos de comercialización».
La Consellería do Medio Rural tiene ahora un año de plazo para elaborar una guía con los criterios sociales, ambientales y de calidad alimentaria que deberán regir en los contratos del sector público autonómico, en los contratos de servicios o en los de concesión de servicios dirigidos al suministro de alimentos. Porque en todos ellos, como dice el texto, «procurarase a compra pública socialmente responsable de alimentos saudables procedentes de sistemas de produción sustentable e respectuosos co medio e que garantan a seguridade e a calidade alimentarias». Esta guía ha de ser luego aprobada por el Consello de la Xunta.
Esta medida responde al objetivo marcado por la norma de fomentar la implantación de modelos o canales de comercialización que permitan acortar la distancia entre el productor y el consumidor, «potenciando a produción local, os circuítos curtos de comercialización, os alimentos frescos, de tempada e de calidade diferenciada, para acadar unha maior sustentabilidade ambiental e desenvolvemento rural».
La ley define como circuito corto de comercialización la cadena de suministro que va desde el productor al consumidor y que, como mucho, podrá tener un intermediario. En el caso de los productos pesqueros o acuícolas, este circuito lo forma la cadena que va desde la lonja y aquel establecimiento autorizado de primera comercialización con el consumidor final. Las asociaciones de productores no se entienden como intermediarios, como no lo son aquellos que se unan para comercializar un producto.
La nueva norma recoge el establecimiento de una nueva certificación voluntaria que avalará los alimentos producidos bajo determinados criterios de sostenibilidad medioambiental y social. Esto convierte a Galicia, como explican desde Medio Rural, «na primeira comunidade autónoma que regula unha certificación de sustentabilidade para a produción alimentaria, de forma que se establece un sistema baseado nun conxunto de normas encamiñadas a garantir o respecto ao medio ambiente, a calidade e a seguridade alimentaria, a protección das persoas traballadoras e a cidadanía, e unha renda adecuada para os diferentes elos da cadea de valor, especialmente no caso dos operadores primarios». En este sentido, la nueva norma regula el fomento y desarrollo de la producción amparada por los sellos de calidad diferenciada, desde denominaciones de origen a indicaciones geográficas protegidas, «que recoñecen uns altos estándares de calidade e permítenlles ás persoas consumidoras recoñecer no mercado estes produtos de maior valor engadido». De hecho, entre sus objetivos está promover que las producciones del sector primario completen su transformación en la comunidad.
Además, se crearán figuras como el Consello Alimentario o la Mesa de Calidade Diferenciada de Galicia. Entre las funciones de este último organismo estará, por ejemplo, la identificación de tendencias de mercado para tratar de adaptar la producción a esas tendencias, aprovechando esas nuevas oportunidades.