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El nuevo vino de Lugo con sello de origen crece en ventas: «Hai campo para medrar»

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

AGRICULTURA

Vendimia realizada el año pasado en Navia de Suarna
Vendimia realizada el año pasado en Navia de Suarna MANUEL

Las bodegas de la IXP Terras do Navia venden su producción dentro y fuera de Galicia

15 may 2024 . Actualizado a las 20:36 h.

Un vino con una etiqueta que acredite su origen se vende más. La idea, que probablemente se acepte sin problemas, tiene un reflejo claro y actual en el oriente de Lugo: la creación de la IXP Terras do Navia, que abarca todo el municipio de Negueira de Muñiz y parroquias de Navia de Suarna y de A Fonsagrada, ha ayudado a elevar las ventas de dos bodegas que antes elaboraban ya caldos en la zona, mientras que una tercera ha empezado a sacar su producción al mercado con buenas perspectivas. La cosecha del 2023 ya se vendió con ese reconocimiento oficial. «Hai campo para medrar», asegura el bodeguero Francisco Sanromán.

Manuel Cancio, bodeguero de Negueira de Muñiz, explica que un vino cuyo origen está reconocido tiene más garantías: «Chegas a un restaurante, ves a IXP Terras do Navia e xa sabes que hai un selo», dice. Lograr ese mismo efecto ante el consumidor sin esa garantía de origen le parece «unha quimera». La creación de la IXP es un refuerzo: «É un plus de calidade», afirma.

Hasta ahora elaboraba un vino blanco y otro tinto: el primero, con la variedad branca lexítima, y el segundo, con uva mencía y con merenzao. La vendimia del 2023 no resultó satisfactoria, y en la bodega se envasaron unas 3.000 botellas. Para este año, en cambio, las previsiones son satisfactorias, y no solo se espera más cantidad sino también más variedad: Cancio desvela que este año elaborará tres vinos blancos y dos tintos, unas 4.000 botellas de los primeros y unas 2.000 del segundo.

Los precios han subido algo últimamente. Las botellas de blanco se venden a diez euros, y las de tinto, a nueve, aunque Cancio explica que el incremento es solo consecuencia del aumento de los costes de producción. Asturias y Galicia reciben su producción, presente ya en restaurantes. Su superficie de viñedo suma dos hectáreas y medio.

En Madrid y en Barcelona

Francisco Sanromán también elabora vino blanco y tinto en Negueira de Muñiz. Para el primero emplea uva branca lexítima, aunque este año sacará al mercado uno preparado con uva verdello; para el segundo utiliza uvas sorodo, mencía y merenzao. En el 2023 comercializó unas 5.000 botellas, una cantidad que se quedó muy lejos de las previsiones manejadas para este 2024, en el que espera llegar a las 10.000. Galicia, Madrid y Barcelona son los lugares en los que su vino está presente.

Su vino se vende con precios diferentes: cada botella de tinto, desde trece euros, y cada botella de blanco, desde veinte. Sanromán subraya que un sello como el de la IXP concede más posibilidades a los productores para obtener ayudas, en las que, entre otros detalles, se tiene en cuenta la superficie dedicada a viñedo. Sanromán recalca que están en marcha proyectos de nuevas bodegas, y afirma que «hai moito terreo sen producir e que no seu día foi viñedo». La construcción del embalse de Salime, inaugurado a mediados de los años cincuenta, ocupó terreno del oriente gallego y del occidente asturiano, anegó zonas de viñas y redujo la agricultura en la zona.

«Penso que ten boa acollida»

Irene Santos forma parte de una bodega creada en Navia de Suarna tras la aprobación de la IXP. La elaboración de vino blanco (con uva branca lexítima) y tinto (con uvas mencía, sorodo y merenzao) es la actividad, para la que se usan terrenos propios y alquilados. Reconoce que para ella es una experiencia nueva que asume con gusto: «É un traballo ameno e gratificante», dice. Las primeras botellas, 400 de vino blanco y 400 de tinto, han salido ya al mercado. «Penso que ten boa acollida, pero estamos comenzando», afirma.