Galicia cerró la anterior campaña vitícola con 22 millones de litros de vino en las bodegas, un tercio de ellos, de tintos

Desde el pasado lunes, viticultores y bodegueros gallegos se afanan en la recogida de la uva, en una campaña que se prevé menos abundante que la del año pasado, cuando se vendimiaron 77 millones de kilos de uva, pero de mucha calidad. Según el informe sobre las denominaciones de origen vitícolas españolas, que todos los años elabora el Ministerio de Agricultura, el sector tenía a 31 de agosto del 2023, cuando terminó la anterior campaña vitícola, 22,6 millones de litros de vino en las bodegas, una cantidad superior a la del ejercicio anterior y que da cuenta de la desigual situación que atraviesan las denominaciones de origen. También, de que no es un buen momento para los tintos, de los que las bodegas todavía conservan 7,3 millones de litros. 

Los datos del ministerio se refieren al 31 de agosto del pasado año, cuando terminó la campaña vitícola, y son los últimos publicados. No todo el vino que conservaban entonces las bodegas gallegas estaba ahí por no haber encontrado hueco en los mercados. Nada más lejos de la realidad, pues buena parte de esa producción se destina a elaboraciones especiales o a mantener abastecidos los mercados mientras no llega la nueva cosecha, algo que no suele suceder hasta marzo del año siguiente. Aún así, estas cifras pueden ser utilizadas como un referente del ritmo al que avanzan las ventas del sector.

Otro factor a tener en cuenta es que las dos últimas cosechas vitícolas han sido de las más abundantes de la historia de la comunidad, pues Galicia vendimió en el 2022 70 millones de kilos de uva y otros 77 millones durante el ejercicio pasado. A 31 de julio del 2021, justo antes de que llegara una de las producciones más abundantes de su historia, las bodegas atesoraban 21,9 millones de litros de vino. Una año después esa cifra era de solo 22,6 millones de litros, lo que da una idea del dinamismo del sector para colocar sus productos en los mercados.

Por denominaciones de origen, las bodegas de Rías Baixas son las que más vino tienen, con mucha diferencia. Pero es que esta denominación de origen es también la que más produce, a mucha distancia de los demás. El pasado año vendimió 44,3 millones de kilos de uva, lo que en litros de vino equivale a más de 31 millones. Sin embargo, en el final de la campaña del 2023 solo quedaban en las bodegas diez millones de litros de blanco, 218.200 litros de tinto y 293.200 de espumosos. 

O Ribeiro fue la segunda denominación de origen que más vendimió el pasado año, con una cosecha de 11,5 millones de kilos. Justo antes de que empezara esa vendimia, en las bodegas había  3.963.900 litros de vino, la gran mayoría, 3,2 millones, de blanco y solo 739.9000 de tinto. 

Sin duda la denominación de origen a la que mejor le van las cosas es Valdeorras. Las bodegas cosecharon aquí 11,9 millones de kilos, cantidad suficiente para elaborar algo más de ocho millones de litros de vino. Y sus existencias a 31 de agosto del año pasado apenas llegaban al millón y medio de litros. De blancos solo había 416.600 litros, un dato que deja claro el triunfo y la elevada demanda del godello. De los tintos, en cambio, había más de un millón de litros, cifra que deja claro que estas elaboraciones no están pasando por su mejor momento. 

En Monterrei, la cosecha del pasado año se quedó en 6,9 millones de kilos de uva. Y las existencias en bodega dan, de nuevo, la idea de que esta denominación vive un buen momento. Porque a 31 de agosto había poco más de un millón de litros de vino. De nuevo aquí los blancos eran minoría, gracias al éxito del godello, pues de ellos solo había 263.300 litros, frente a los 742.210 de tintos.

Las cifras de esa denominación de origen permiten compararla con la Ribeira Sacra, pues ambas son similares en producción. Y dejan claro de que los viticultores y bodegueros que cultivan en las laderas del Sil no están en su mejor momento. Esta denominación cosechó el pasado año 6,6 millones de kilos de uva, cantidad muy similar a la de Monterrei y suficiente para elaborar 4,6 millones de litros de vino. Pues bien, sus existencias en bodega a 31 de agosto del 2023 eran de 4,8 millones de litros de vino, es decir, casi una cosecha entera. 

Otro dato que se puede extraer del análisis de estos datos es que los tintos no atraviesan tampoco su mejor momento. Porque Galicia es una tierra de blancos y las existencias en bodega de estos vinos eran de 14 millones de litros al cierre de la campaña anterior. Sin embargo, había otros 7,3 millones de litros de tinto, es decir, la mitad de cantidad que de blancos, cuando la producción de este tipo de vinos es mucho menor en la comunidad. 

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