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Robots que recogen fresas, tractores que deciden cuánto fertilizante aplicar e invernaderos tecnificados: así es el futuro de la agricultura

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Centros de investigación y empresas presentaron en Expo Agritech los trabajos que han desarrollado para ayudar al sector a ser más sostenible y rentable

01 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ya tiempo que los tractores toman decisiones o, por lo menos, ayudan al agricultor a hacerlo. Que deciden dónde aplicar más fertilizantes o dónde pueden ahorrar semillas, entre otras cosas. Pero, como quedó claro en Expo Agritech, la innovación tecnológica es ya mucho más que eso. Son también robots que acompañan al agricultor en el campo para ayudarle a recoger la cosecha, cargando con las cajas. Y son brazos articulados capaces de detectar cuándo una fresa está en su punto de maduración y recogerla. Empresas y centros tecnológicos llevan años colaborando para dar soluciones a todos los agricultores, no solo a los más grandes, y ayudarles a que sus explotaciones sean más sostenibles y rentables.

España es una potencia en los cultivos bajo techo, pues solo en Almería los invernaderos ocupan una extensión de 40.000 hectáreas. En esta provincia se ubica Tecnova, un centro de investigación muy ligado a los cultivos que crecen bajo ese mar de plástico, que ha traído a Expo Agritech el invernadero tecnificado. En él se recopilan todos los proyectos de investigación que tienen en marcha en este centro. Tomates, lechugas y pepinos se cultivan en esta instalación en sacos de sustrato, donde reciben la fertirrigación justa y donde los insecticidas son naturales y salen en forma de humo de unas pequeñas latas.

«En este centro ayudamos a las empresas con sus proyectos de innovación para mejorar su rentabilidad y nos financiamos mediante los servicios que prestamos, con proyectos propios y con otros en los que participan las empresas», cuenta Alba Pérez, investigadora y responsable del área de agrotecnología de Tecnova. Lo primero que llama la atención es la forma del invernadero, gótica o de túnel, que no se parece a los que proliferan en Almería, donde la parte superior es casi plana. Pero es que en este espacio todo está pensando para lograr la máxima productividad.

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Aquí se están cultivando lechugas, tomates, pepinos y pimientos, los cuatro cultivo mas típicos de la provincia andaluza. Pero en lugar de estar plantados directamente en la tierra crecen en bolsas de sustratos. Todo el invernadero cuenta con un sinfín de sensores, que conocen las necesidades de la planta. Esto permite aprovechar al máximo el riego y la fertilización, que se realizan casi a la carta. También hay control de clima en todo el recinto y biológico, para tener a raya las plagas. «Según las necesidades del cultivo, se aportan más o menos recursos», añade Pérez. 

Otra de los elementos que llama la atención son unos pequeños botes, con unos orificios en la tapa. En realidad, forman parte de un sistema de fumigación, que utiliza productos naturales, para combatir las plagas y enfermedades. Es otro de los proyectos de investigación que llevan a cabo en este centro, donde están muy cerca de diseñar el invernadero del futuro.  

A escasos metros, Trivium, empresa distribuidora de los famosos tractores John Deere, muestra cómo es actualmente la cabina de uno de estos vehículos, que está desmontada sobre una mesa, y todas las funcionalidades que tienen su sistemas. «Incluye una antena para enviar los datos, un monitor en el que se muestra la información y un rúter, que es el que recoge todos los datos sobre la ubicación del equipo, el trabajo que hace o el consumo de gasoil», explican en esta firma. 

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En este espacio comercializan también la tecnología Essential, que quiere ser una forma de «simplificar y facilitar el acceso a la agricultura 4.0 a través de un sistema muy novedoso», cuenta Javier Moreno, director de la compañía. Es un paquete en el que se paga por uso, «con lo que se facilita el acceso porque elimina esa inversión alta inicial que tienen que hacer normalmente los agricultores», añade. Es la misma tecnología y maquinaria que en Galicia comercializa Agrícola Noroeste.«Es una apuesta valiente y arriesgada de John Deere por democratizar las tecnologías, que no pueden ser solo para las grandes superficies», añade. 

Sus tractores están dotados de navegación de alta calidad, que es muy diferente a la que incorporan otros vehículos similares y cuentan con pantallas de última generación. «Permiten una mejor navegación y ahorro de costes y un mayor confort», afirma. Están, además, interconectados con «la mejor plataforma agronómica a nivel mundial, que es gratuita y es el John Deere Operations Center». Esta permite, al mismo tiempo, que la máquina interactúe con otros aperos auxiliares como sembradoras o cosechadoras, para tener un mapa de las operaciones a realizar y recopilar los datos de producción. Ayuda, de esta forma, al agricultor a tomar decisiones y supone un ahorro de costes de producción. «todavía no tenemos cerrado el cálculo, pero el ahorro de insumos es elevado», sostiene. 

Los primeros robots del campo

La robótica es una de las especialidades del centro tecnológico Eurecat, donde empresas e investigadores llevan años colaborando para tratar de dar respuesta a las necesidades de las primeras. Es el caso del robot que es capaz de recoger las fresas en su punto óptimo de maduración, que nació gracias a un acuerdo con una firma interesada que, en breve, comenzara a utilizarlo en su explotación. Aquí también han diseñado otra máquina que ayuda en la recolección, siguiendo al agricultor mientras recoge la cosecha, y un tractor autónomo, que es capaz de aplicar los fitosanitarios donde se necesitan sin conductor a bordo.

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«Mediante la inteligencia artificial, esta maquina detecta las fresas y decide si están en su momento perfecto para ser recogidas o no», cuenta Gennaro Scarati, investigador de este centro. El prototipo ha sido mejorado con el tiempo y, ahora «detecta también el tamaño y la distancia a la que está», afirma. Ahora, se esta tratando de hacer que este robot trabaje de forma más rápida. En principio, está pensando para cultivos hidropónicos, peor se está trabajando también con la empresa Enkitek para que también funcione en el campo. Por ahora, este brazo solo recoge fresas, pero también se diseñará para que pueda recolectar otros cultivos como el pimiento. 

Otro de los proyectos de este centro es un tractor autónomo, que ya está listo para funcionar. En este caso, se ha diseñado para cultivos de manzana, aunque cambiando algunos de los aperos que utiliza se podría emplear en otros cultivos, como el viñedo o el albaricoque. Esta máquina puede, por ejemplo, aplicar productos fitosanitarios sin necesidad de que nadie vaya al volante. «Nosotros no fabricamos el tractor, lo automatizamos y está programado para que aplique los productos solo cuando se encuentra entre los cultivos, no cuando entre o saga de la finca», cuenta Francesco Fallica, investigador de este centro.

La tercera máquina que han mostrado en Expo Agritech es un robot que carga con las cajas mientras el agricultor va recogiendo la cosecha, sea esta de uva o de pimiento. «Está programado para que te siga y, cuando esté lleno, se va solo a descargar», cuenta Fallica. La idea es que el agricultor pueda evitar el cargar con las cajas mientras esta recolectando su cosecha, «ha sido desarrollado para que haga un servicio de transporte», concluye este investigador.