Los agricultores aseguran que tampoco es un buen año ni para la nabiza, ni para el repollo a causa de las altas temperaturas
23 ene 2025 . Actualizado a las 10:08 h.Son las once de la mañana y en el mercado municipal que se celebra todos los miércoles en Cambados apenas una decena de vendedores aguanta estoicamente bajo la lluvia. En sus puestos lucen las frutas y verduras de temporada. Excepto una: el grelo. «Nos acabámolos xa, vendemos a catro euros», cuenta una de estas vendedoras. «Eu só teño catro manoxos apartados para un encargo», añade otra. Su precio, de nuevo, es de cuatro euros. Porque esa es, hasta ahora, la tónica en lo que a la cosecha de grelos de este año se refiere: hay pocos, por culpa de las condiciones climatológicas, y su precio es elevado.
«Plantamos tarde, porque chovía moito, e agora aínda non naceron e os que naceron son pequenos», explica Teresa Rey, una de las vendedoras del mercado cambadés que también es agricultora. La misma opinión comparte María Carramal, otra agricultora de la comarca de O Salnés. «Hai moi pouca cousa e o pouco que naceu, con este tempo raro, non saíu adiante», añade. Esta escasez de oferta, unida a la elevada demanda que este producto tiene en esta época del año ha elevado su precio de forma considerable. De hecho, la mayoría de las vendedoras recomiendan a sus clientes encargar si quieren más de un manojo, porque no les está resultado nada fácil hacerse con ellos.
En los supermercados gallegos el manojo de grelos estaba, esta semana, a cuatro euros, es un euro más que el pasado año y que hace dos, cuando ya sufrió un elevado aumento de sus cotizaciones debido a la escasez que se registró entonces. En los mercados y fruterías se puede encontrar algo más barato, a 3,5 euros estaba en la plaza de A Coruña y a 3,25 euros en una frutería de la misma ciudad.
«Eu estounos vendeo a 3,5 euros o manoxo que traio de Santiago», explica Carramal que también vende en diferentes mercados. Y hay quien asegura que, en días de mucha demanda, «se pagaban a 4,5 euros», afirman en otra frutería. Las vendedoras también advierten de que hay que tener cuidado, «porque hai quen vende o nabicol coma se fosen grelos e non é o mesmo. O grelo ten que ter a folla fina e a flor, ese é o auténtico grelo de Santiago», dice Rey.
El problema de este año es que cuando llegó la época de plantar, entre finales de septiembre y octubre, las lluvias cayeron con intensidad en Galicia. «Estaban as fincas anegadas e non puidemos plantar, en moitos casos, ata principios de novembro», cuenta Carramal. «Plantamos con retraso e a colleita agora tamén está vindo con retraso», apunta Rey. A eso hay que sumarle las atípicas condiciones meteorológicas de este invierno, en el que apenas ha hecho frío. «Ao grelo e ás berzas gústalle o frío», afirma Carramal.
El problema, además del retraso en la siembra, fue que en los meses siguiente «ou chovía sin descanso ou facía calor», explica Carramal. Y eso impidió que la planta pudiera crecer adecuadamente. «Eu xa non teño grelos dos meus porque despois de sacar a nabiza, a planta grelou, quedou anana e xa non medrou máis porque non fixo frío», añade esta agricultora. Estas condiciones meteorológicas están causando también problemas en la cosecha de nabicol y de repollo. «O nabicol tampouco medrou como debería e o repolo quedou pequeno, non xunta. Porque non fixo frío e, ás berzas, gústalles o frío», concluye.