Los aranceles de Trump generan temor e incertidumbre entre las bodegas gallegas, que exportan más de 3 millones de litros

Maruxa Alfonso Laya
Maruxa Alfonso REDACCIÓN

AGRICULTURA

Maruxa Alfonso

Galicia exportó durante los primeros once meses del pasado año productos por valor de 104 millones de euros

17 feb 2025 . Actualizado a las 09:58 h.

Según los datos del Instituto de Comercio Exterior, Galicia exportó durante los primeros once meses del pasado año productos agroalimentarios a Estados Unidos por valor de 104 millones de euros. Así que el anuncio del actual presidente norteamericano, Donald Trump, de gravar con aranceles a los productos europeos ha sido acogido en el sector con temor e incertidumbre. Sobre todo, entre las bodegas gallegas, que ya saben lo que es que sus productos tengan que incrementar sus precios, de repente, en un 25 %.

«O que as industrias agroalimentarias galegas exportan a Estados Unidos non son grandes volumes, salvo no sector do viño, para quen é o seu principal mercado no exterior», explica Higinio Mougán, gerente de la Asociación de Cooperativas Agroalimentarias Galegas (Agaca). Los derivados cárnicos, con el jamón a la cabeza, es otro de los sectores que también está temiendo las medidas que anunciará el dirigente americano, «porque alá o noso xamón tamén ten certa aceptación». De hecho, el pasado año Galicia exportó derivados cárnicos por valor de 2,4 millones de euros. Y las repercusiones podrían llegar también al lácteo, «aos seus derivados, como queixos e manteiga».

Para el sector vitícola gallego, los aranceles no son algo nuevo, porque ya tuvieron que convivir con ellos en el anterior mandato de Trump. «Estados Unidos es nuestro principal mercado y los aranceles suponen un barrera tremenda», asegura Andrés Rodríguez, presidente de la cooperativa Viña Costeira, de O Ribeiro. Considera que igual no afectan tanto a las ventas del canal Horeca, donde el consumidor está dispuesto a pagar más si el vino le gusta, pero sí a la alimentación, «donde trabajamos con márgenes más estrechos». En su opinión, la medida perjudicaría por igual a los que ya están vendiendo allí, «que se enfrentan a una caída del consumo, y a los que quieren entrar, que se les complica».

Un mercado principal

Según los datos del Ministerio de Agricultura, durante la pasada campaña, las cinco denominaciones de origen gallegas comercializaron más de tres millones de litros de vino en Estados Unidos, que es su principal mercado fuera de la Unión Europea. De ellos, 2,5 millones eran de Rías Baixas, donde existe preocupación porque, tal y como asegura Carlos Carrión, de la cooperativa Paco & Lola, «todo o que sexan aranceis afecta, non é algo positivo».

La misma opinión comparten en el consello regulador de Rías Baixas. «Hay preocupación e incertidumbre ante lo que pueda pasar porque no sabemos ni los porcentajes que van a aplicar ni cómo lo van a hacer», explican. Y recuerdan que, en el anterior mandato, Trump solo gravó determinado tipo de vino de determinados países. «Si ahora se nos aplican a todos por igual pues, por lo menos, competiremos en las mismas condiciones», añaden.

La estrategia, aseguran desde este consello regulador, debe ser la misma de siempre: «Defender la calidad, la exclusividad y la diferenciación. El consumidor se va a quedar con los vinos que hacen bien las cosas, no va a dejar de consumirlos», argumentan. Y como prueba presentan datos como que, en el 2019, una botella de vino salía de Rías Baixas hacia Estados Unidos costando 5,9 euros. Ahora, lo hace con un precio medio de 8,05 euros.

Las repercusiones que puede tener en los derivados lácteos

El problema de los aranceles, asegura Mougán, no son solo las repercusiones directas que tienen sobre determinados sectores, sino también las indirectas. Y ahí, asegura el gerente de las cooperativas agroalimentarias, Galicia también puede sufrir, sobre todo, en el sector lácteo. «Se impón aranceis aos derivados lácteos de toda a Unión Europea, vaille pechar mercado a queixos coma os italianos, por exemplo. E cando sobra nun sitio, iso afecta aos prezos», argumenta. Por eso se teme que los aranceles obliguen a reestructurar los mercados internos, pues muchos de esos quesos que no encontrarán hueco en Estados Unidos serán vendido en la UE, lo que podría implicar un descenso en sus cotizaciones. «Esas dificultades de comercialización van afectar, en xeral, a todo o sector lácteo», concluye.