La denominación de origen Rías Baixas ha hecho balance sobre el papel que la mujer ha desempeñado en su desarrollo. La conclusión es que cada vez hay más representantes del colectivo femenino, tanto en el ámbito de la producción como en el de la transformación de vinos. De hecho, en esta marca de calidad son ya 2.606 las mujeres que trabajan en este sector, 2.222 son viticultoras y otras 384 están contratadas en los diferentes departamentos de las 179 bodegas adscritas a la denominación.
Explican en el consello regulador que cada año son más las mujeres que asumen puestos de dirección o las que se emplean en las diferentes fases de producción y elaboración del vino, desde el cultivo de la vid hasta su comercialización. Esta evolución hace que cada vez sea más habitual encontrar proyectos liderados por mujeres. Y entre los viticultores se ha alcanzado casi la paridad, pues de los 4.959 inscritos, el 45 % pertenecen al colectivo femenino.
También en las bodegas las mujeres conquistan cada vez más posiciones, pues actualmente hay 65 en posiciones de jefatura, mientras que otras 63 trabajan en áreas como administración. Hay otras cincuenta operarias de bodega, 35 técnicas que se encargan del mantenimiento del viñedo y una veintena más que asume tareas de enología. Otras 30 mujeres trabajan en los departamentos de comunicación y márketing y 25 más en los de enoturismo. Y en las áreas de ventas, gestión, financias y exportación de las bodegas están empleadas otra veintena de mujeres. «El avance de la mujer en esta denominación es imparable», concluye el consello regulador.