Los drones quieren ser la alternativa al tractor para aplicar fitosanitarios en la vid

AGRICULTURA

La bodega de Rías Baixas Valmiñor probó con éxito este sistema para dar tratamiento a un parral y a una espaldera de albariño
31 mar 2025 . Actualizado a las 09:40 h.No hay, por ahora, una normativa que permita aplicar los productos fitosanitarios utilizando drones. Pero sí que son varios los proyectos de investigación que se están llevando a cabo para comprobar la viabilidad de estos vehículos y las ventajas que pueden tener frente a los métodos convencionales. Precisamente saber si los drones pueden ser una alternativa a los atomizadores que distribuyen los fitosanitarios sobre el viñedo era el objetivo del proyecto de investigación que, con ayuda de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal) realizaron la bodega Valmiñor, la Universidade de Santiago de Compostela y la empresa Fortop.
«Queríamos comparar a aplicación de fitosanitarios utilizando un atomizador ou un dron», explicó Carlos Brea, de la bodega Valmiñor, en el foro de innovación productiva en el que se presentó esta iniciativa. Reconoce que, actualmente, «esta tecnoloxía non está amparada pola normativa actual» pero está convencido de que el futuro pasa por este tipo de vehículos. De hecho, ellos tuvieron que solicitar permiso a la Administración autonómica para hacer las pruebas.
Varias investigaciones
El objetivo del proyecto, financiado con 180.000 euros, era el de desarrollar programas que permitan la aplicación de productos fitosanitarios desde el aire. «Agora mesmo non hai tratamentos fitosanitarios que nos digan que dose debemos empregar», añadió Brea. Por lo que fue preciso también realizar una investigación sobre la dosis del producto en función de la superficie a tratar y de la velocidad del vehículo. También hicieron pruebas sobre la altura a la que debe aplicarse el tratamiento.
Los trabajos se desarrollaron sobre dos parcelas, una con el viñedo en espaldera y otro con parra. Y la primera conclusión es que es más sencillo aplicar los productos fitosanitarios desde el aire con el primero de los sistemas de conducción. «Empregamos unha boquilla de espello e vimos que era mellor pasar o dron entre as calles do viñedo que por riba», añade Brea. También para el emparrado se logró una correcta aplicación del producto, que cubrió toda la superficie e incluso los racimos que estaban bajo las hojas.
Otra de las conclusiones de esta investigación es que no existen diferencias entre tratar el viñedo con un atomizador o con un dron, porque tanto los nutrientes como las sustancias activas presentes en las hojas de los viñedos son los mismos, independientemente de la forma en la que se aplicaran los fitosanitarios. Y los tratamientos aplicados para luchar contra enfermedades como el mildiu fueron igual de eficaces cuando se aplicaron desde el aire que desde tierra.
Brea también considera que el dron tiene una serie de ventajas con respecto al atomizador del tractor. La primera, que tarda mucho menos tiempo en realizar la misma tarea, lo que supone un importante ahorro de mano de obra. Además, también lleva parejo un importante ahorro de agua y de producto fitosanitario, pues con menos cantidad puedes cubrir la misma superficie de terreno. «O tratamento é máis localizado e os gastos de consumo enerxético se reducen moito», asegura. Tiene más ventajas, como que «co dron pódese actuar sobre calquera tipo de superficie e non importa a orografía do terreo, mentres co tractor iso é imposible», añade. Estudiaron también la altitud a la que deben volar los drones para que los tratamientos fueran efectivos. «A velocidade debe ser de entre seis e sete quilómetros por hora e a altitude, a uns cinco metros do chan», cuenta.
Con esas variables, el tratamiento que se le aplicó al viñedo, tanto en espaldera como en emparrado, «penetrou moi ben e conseguimos que o produto chegara ao acio», explica Brea. No hubo mermas en la producción del viñedo que fue tratado desde el aire con respecto al que fue tratado desde el tractor «e a vantaxe é que non hai case deriva nos produtos», cuenta. Esto significa que buena parte del tratamiento se queda en el viñedo, no contamina el entorno. A mayores, los responsables de la empresa Fortop aseguran que estos resultados todavía pueden mejorarse. Porque en los últimos tiempos se han diseñado unas nuevas boquillas que permiten que la aplicación desde el aire sea todavía más precisa.