Los viticultores gallegos piden un poco más de lluvia para que su cosecha sea excelente

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

MARTINA MISER

Las previsiones por ahora son buenas, tanto en calidad como en cantidad, y el sector cuenta con empezar la recogida entre finales de agosto y principio de septiembre, como ya es habitual

27 jul 2025 . Actualizado a las 18:32 h.

En poco más de un mes, las primeras bodegas gallegas podrían comenzar con la recogida de la uva. A estas alturas, las previsiones son buenas y hablan de una cosecha media en la práctica totalidad de las denominaciones de origen. No ha habido grandes pérdidas a lo largo del ciclo vegetativo del viñedo y se han controlado bien enfermedades como el mildiu o el oídio. Pero hace falta un poco más de agua. Sobre todo, en las regiones más interiores, como Monterrei, donde el termómetro ha superado los cuarenta grados durante varias jornadas seguidas.

«Un pouco máis de auga sería benvida», asegura Alberto Barral, director de viticultura en Condes de Albarei, amparada por la denominación de origen Rías Baixas. Las lluvias del pasado fin de semana fueron recibidas con los brazos abiertos por los viticultores de esta región, a pesar de que no es aquí donde se registran las temperaturas más altas. «Agora mesmo a viña estaba empezando a acusar o calor e esas choivas da fin de semana viñeron moi ben, aínda que non foron suficiente», añade Diego García, director de viticultura en Paco & Lola.

En Rías Baixas esta ha sido «unha campaña bastante tranquila», insiste Barral. Y aunque hubo ocasiones para el desarrollo del mildiu, los viticultores mantuvieron a rajatabla la enfermedad con lo que «a incidencia foi moi pouca e puntual». «Este anon non tivemos practicamente perdas, nin por corrimentos na floración nin por enfermidades», añade García. Así que las previsiones son buenas, tanto en cantidad como en calidad. Pero los técnicos coinciden en destacar que no vendría mal un poco más de lluvia, para que la planta arranque definitivamente el proceso que permita la maduración de la uva. De las condiciones meteorológicas de las próximas semanas dependerá la fecha de inicio de la vendimia, de la que por ahora solo se sabe que, con toda probabilidad, tendrá lugar durante la primera quincena de septiembre.

En Monterrei es donde más necesidad tienen de que vuelvan las lluvias. «As previsión son boas e non houbo ataques, porque se foron controlado con tratamentos, e agora ademais empezan a baixar as temperaturas», explican en el consello regulador. Hay, todavía, un poco de estrés hídrico, «que se vai aliviando con esa baixada de temperaturas, porque aquí tivemos máis de 40 grados durante varios días», añaden. En esas situación, la planta se cierra y deja de hacer la fotosíntesis, que vuelve a recuperar cuando las condiciones mejoran, como en estos días. 

Precisamente debido a ese estrés hídrico la cosecha acumula ahora un ligero retraso con respecto al pasado año, aunque la situación podría cambiar radicalmente en función de las condiciones meteorológicas de las próximas semanas. Si viene el agua necesaria, por ejemplo, la maduración podrá arrancar con normalidad. Por ahora, las fechas de vendimia que se manejan son también alrededor de la primera quincena de septiembre. 

También en Valdeorras tienen buenas previsiones. Aquí el mildiu atacó con fuerza, pero los viticultores supieron controlar perfectamente la enfermedad y esta no se dejó sentir más que en las plantaciones abandonadas. «Estiveron moi enriba dos tratamentos e non houbo perdas», aseguran en el consello regulador. Pero es que la primavera fue muy lluviosa, de las más lluviosas que se recuerdan. Por eso la floración acumuló un retraso de dos semanas, que ahora se está comenzado a ajustar. 

Aquí esperan vendimiar una cosecha de tamaño medio, similar a la recogida en el pasado ejercicio. Y, aunque los primeros trabajos podrían comenzar a finales de agosto, al igual que el pasado año, no será hasta principios de septiembre cuando está previsto que se incorporen el grueso de las bodegas, sobre todo, para recoger la uva godello. Las variedades tintas se recolectarán algo más tarde.

 «Aquí está todo en marcha, pero haría falta que lloviera un poco más», reconoce Carlos Alberte, director de viticultura en la cooperativa Viña Costeira, de O Ribeiro. Porque las plantas empiezan a mostrar síntomas de estrés hídrico en algún viñedo. «Lo que cayó el fin de semana estuvo muy bien, pero se necesitaría otro tanto porque junio y julio fueron muy secos e hizo mucho calor», añade. También aquí hubo ataques de mildiu, por la primavera lluviosa que se registró, pero fueron bien controlados por los viticultores, que no levantaron la guardia y se mantuvieron vigilantes para aplicar los tratamientos.

Las perspectivas en esta denominación de origen también son buenas, «aunque falta mes y medio», asegura.  Si no llueve, estamos ante una cosecha buena, similar a la media de los últimos años. Pero si cae un poco más de agua, «podríamos estar ante una excelente», cuenta. De las precipitaciones dependerá también la fecha de vendimia, que tendrá lugar a lo largo de las dos primeras semanas de septiembre.

Más tarde comenzará, sin duda, el grueso de la recogida de la uva en la denominación de origen Ribeira Sacra, porque las variedades tintas, que son mayoría en esa región, maduran más tarde. También aquí hubo que luchar contra el mildiu, «que atacou en zonas moi localizadas», asegura Antonio Lombardía, presidente del consello regulador. También «houbo algo de pedra», añade, pero ninguno de estos fenómenos causaron pérdidas significativas. 

Así que las previsiones hablan de un año normal, con una cosecha en la línea con la media de los últimos ejercicios, «aínda que non tan abundante coma o ano pasado, os acios son un pouco máis pequenos», sostiene Lombardía. Confía en que la lluvia haga su aparición, aunque como cayó tanta agua en primavera «as cepas novas resistiron ben». «Pedimos o que pasou o ano pasado, que houbo unha colleita espectacular, que chova un pouco e despois que faga calor», demanda el presidente. Confía en que este año la vendimia vaya mejor, pues hay bodegas que ya han anunciado que comprarán más uva que en la campaña anterior. Y, si todo sigue según lo previsto, podrían empezar a meter la cosecha en bodega a partir del 10 o 15 de septiembre. Un vez más, la fecha definitiva está pendiente de lo que suceda a lo largo del próximo mes.