
Asaga alerta de que muchos viticultores podrían quedarse sin vender su producción
08 sep 2025 . Actualizado a las 21:30 h.Las primeras estimaciones confirman que Rías Baixas está ante una gran cosecha, sobre todo en cantidad. Y eso está provocando «que a situación se vaia complicando por momentos», asegura Carlos Basalo, responsable de viticultura de Unións Agrarias. Se sabía ya que este año la uva no se iba a pagar a 3 o a 2,5 euros, pero nadie se esperaba que llegara a los 1,5 euros. Tampoco, que los viticultores arousanos tuvieran problemas para vender su cosecha. Y eso es, según la Asociación Agraria de Galicia (Asaga) lo que está sucediendo en esta denominación de origen.
Asaga asegura que está recibiendo quejas de muchos viticultores de Rías Baixas porque no encuentran quien le compre la uva y recuerda que lleva ya tiempo alertando de que las bodegas han aumentado su superficie de viñedo hasta el punto de que, en los últimos seis años, «aparecieron muchas más hectáreas nuevas de albariño de las que necesitaba el sector», explica en un comunicado. Considera, además, que actualmente la situación es grave, porque las bodegas tienen un excedente de 13 millones de litros de vino en sus depósitos de cosechas anteriores.
«Esta situación empeorará cuando finalice la vendimia de este año, en la que está previsto que se recojan más de 50 millones de kilos de uva», sostiene Julio César Reboredo, portavoz de la asociación. Con ellos se elaborarán 35 millones de litros de vino, «¿cómo van a hacer las bodegas para sacar al mercado más de 48 millones de litros?», se pregunta el portavoz de Asaga.
La primera consecuencia es que la uva ha bajado de precio y se está pagando por debajo de los costes de producción. «A media podería estar entre 1,70 e 1,80 pero é certo que hai rumores de que se está pagando a 1,5 e incluso a menos», corroboran desde Unións Agrarias. Y eso cuando el año pasado un kilo de albariño se cotizaba, en su mayoría, a más de dos euros. La segunda consecuencia, añade Reboredo, es que hay viticultores que no tienen a quién vender su cosecha. «Muchos viticultores no van a poder vender todas sus uvas porque las bodegas no pueden asumir más producto», sostiene. Lo que implicaría que, por primera vez en mucho tiempo, quedaría uva sin recoger. Asaga insiste en que, si la situación no es más dramática, es por la implicación de algunas bodegas con el futuro de la denominación de origen, lo que las está llevando a comprar el máximo número de kilos que pueden.
Denuncias a la AICA
En Unións Agrarias consideran que hay que esperar para ver cómo se desarrollan los acontecimientos. «Sabemos que empeza a haber problemas entre aqueles viticultores que cambian de adega porque hai unha colleita abundante, pero confiamos en que esta situación non se xeneralice», añade Basalo, quien recuerda que por debajo de 1,50 euros por kilo no es rentable producir uva en Galicia. También sostiene que su sindicato denunciará ante la Axencia de Información e Control Alimentario (AICA) a aquellas bodegas que paguen la uva por debajo de los costes de producción y no descarta hacer público el nombre de estas empresas, «para que a xente saiba quen valora o traballo dos viticultores e quen non», concluye.
Asaga, en cambio, cree que ha llegado el momento de tomar medidas. Porque esta tendencia podría empeorar en los próximos años «sobre todo cuando las nuevas plantaciones estén ya en plena producción y muchas bodegas no necesiten comprar más uva de la que producen ellas mismas». La entidad reclama al consello regulador que tome medidas, que haga su trabajo, que es el de regular el sector, y equilibre la producción de albariño con la demanda real que existe en los mercados. Entre otras propuestas que se debería estudiar, esta asociación apuesta por solicitar al Ministerio de Agricultura que limite y restrinja las nuevas plantaciones en Rías Baixas, una medida que ya llevan a cabo otras denominaciones de origen españolas y que se debería aplicar, por lo menos, hasta que la situación esté controlada.
La Godello, la única variedad gallega que mantiene las cotizaciones
Hace solo unos años, la Albariño presumía de ser una de las variedades de uva mejor pagadas de España. De hecho, en épocas de escasez llegó a alcanzar los tres euros por kilo e incluso superarlos, en contratos puntuales. Sin embargo, la situación ha cambiado radicalmente y hoy es la Godello la que alcanza las mejores cotizaciones. No solo eso, sino que las producciones de esta uva se venden todas. «É con diferenza a uva máis demanda», asegura Basalo.
Hasta 2,5 euros se paga en Valdeorras por un kilo de Godello, asegura el portavoz de Unións Agrarias. Y las cotizaciones son altas también en las otras denominaciones donde se cultiva, como Monterrei, la Ribera Sacra o Ribeiro. «En Monterrei se paga a máis de 1,6 euros e, en xeral, en todas as denominacións se paga a máis de 1,50 euros», añade Basalo. En el lado contrario de la balanza se sitúan los tintos, aunque este año parece que la situación a mejorado sensiblemente. «Temos algo menos de problemas ca o ano pasado, pero os prezos da Mencía están, de media, entre os 90 céntimos e un euro», asegura.
Situación complicada hay también en O Ribeiro, pero no con las variedades autóctonas. Treixadura, Loureira y Godello tienen buenas cotizaciones, que pueden llegar incluso a los 1,9 euros. Pero no sucede lo mismo con Palomino y Garnacha. «Hai unha caída xeneralizada de prezos. Hai tres millóns de quilos destas uvas que ninguén quere, que se están pagando a 50 céntimos e iso vai provocar un problema de abandono», afirma. Porque por debajo de los 60 céntimos «non é rendible producir ningún tipo de uva en Galicia», concluye Basalo.