La avena negra gallega, el ingrediente saludable de cremas, panes y fermentados

AGRICULTURA

El grupo operativo que está investigando las posibilidades de este cereal presenta los primeros prototipos de productos elaborados con él y destaca la resistencia de este cultivo y sus beneficios para la salud
25 sep 2025 . Actualizado a las 09:23 h.«La avena negra gallega destaca por su resistencia, por sus beneficios para la salud y por su potencial en la creación de productos innovadores», asegura Bernardo Ordás, científico titular del Grupo de Adaptación y Sostenibilidad de Cultivos de la Misión Biológica de Galicia y coordinador del grupo operativo Avea Moura. Y esta es, precisamente, una de las principales conclusiones de los primeros trabajos realizados por esta entidad para recuperar y poner en valor «un cereal milenario, que nació en Galicia, conquistó Europa y ahora regresa para reivindicar su lugar en el futuro de la agricultura sostenible de Galicia». Este organismo presentó ayer los primeros resultados de esta investigación, entre los que están las cremas, panes y fermentados que se han elaborado utilizando este cereal.
«Alta cocina, panadería y cosmética se han unido en esta jornada para recuperar esta joya olvidada de nuestro campo y abrir nuevas vías de desarrollo rural», añadió Ordás en la presentación del trabajo realizado por Avea Moura. La investigación comenzó en septiembre del 2023 y en ella colaboran la Fundación Juana de Vega, la Cooperativa Muuhlloa y el restaurante Culler de Pau, además, del Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo, el Instituto Ourensano de Desarrollo, la Universidade de A Coruña y Panadería Dacunha.
Su principal objetivo era la recuperación y valorización de la avena negra gallega (Avena strigosa) y, para ello, se realizaron seis ensayos agronómicos de seis variedades tradicionales: Erbo, Estrada, Meis, Padornelo, Pastoriza y Xoio en campos de las provincias de A Coruña, Ourense y Pontevedra. Lo primero que se ha confirmado es que este es un cultivo rústico y perfectamente adaptado a las condiciones de Galicia. Además, los análisis químicos del grano confirmaron también la presencia de compuestos de alto valor, como las avenatramidas o el ácido azelaico.

Al mismo tiempo, también se ha constatado el potencial de esta variedad autóctona para crear nuevos productos alimentarios y cosméticos que destacan por su potencial funcional y su valor añadido. De hecho, entre todos los cereales, la avena negra es la que presenta un mayor porcentaje de compuestos funcionales.
En el encuentro de ayer, se presentaron tres prototipos de productos elaborados con este cereal. En el ámbito gastronómico, el Culler de Pau desarrolló y testó diversas preparaciones innovadoras a base de avena negra como una bebida fermentada y una salsa tradicional gallega tipo allada. «Estas creacións amosan a versatilidade e riqueza organoléptica da Avea moura», explicó el chef de este restaurante, Javier Olleros. También aseguró que ya implementó algunos platos con este cereal y que, en los próximos meses, seguirá desarrollando nuevos productos, como bebidas tipo Kvcass o una gama de sakes.
En Muuhlloa, en cambio, han usado este cereal para elaborar una crema facial para pieles sensibles con rosácea y para un hidratante vaginal. Ambos están en fase de prueba y mejora. «Seleccionamos as variedades máis ricas en bioactivos para facer estos dous cosméticos ecolóxicos aos que sumamos ingredientes producidos en Granxa Maruxa e Milhulloa», aseguraron las socias de la cooperativa. Por último, Panadería Dacunha constató que la incorporación de entre un 20 y un 30 % de avena negra en la mezcla panificable permite obtener panes óptimos, con sabor y corteza diferenciados y con un perfil nutricional interesante. «La avena negra gallega ha demostrado su potencial panadero en estas pruebas de panificación», aseguró Roberto López, director de fábrica en Dacunha.
Las primeras conclusiones de este trabajo, que todavía continuará hasta septiembre del próximo año, destacan que varias son las ventajas de la producción de Avena strigossa. Por su gran rusticidad presenta una gran tolerancia a la sequía, necesita menor aporte de insumos y hay un menor riesgo de pérdida de la cosecha debido a estrés biótico o abiótico. Es, en conclusión, más resistente al cambio climático y le afectan menos las deficiencias en el manejo agronómico. El único pero es que su rendimiento es menor que el de otras variedades, pero «eso se puede estudiar y mejorar», concluye Ordás.