Los robots llegan al campo para sulfatar, arrancar malas hierbas y recoger la cosecha
AGRICULTURA
Mula presenta un tractor eléctrico y sin conductor al que se le pueden añadir todo tipo de aperos de labranza y Vitibot es una máquina autónoma que realiza todas las tareas que precisa el viñedo
31 oct 2025 . Actualizado a las 10:23 h.Al campo le falta mano de obra. No hay personal para sulfatar, arrancar malas hierbas o recoger la cosecha y, lo que es peor, tampoco hay personal cualificado para realizar cualquiera de estas tareas. Así que ese futuro en el que los robots recogen las frutas o aplican fitosanitarios, que puede parecer de ciencia ficción, se está convirtiendo ya en una realidad. La robótica está cada vez más presente en el campo, como quedó claro durante la última edición de Expoagritech 2025, la feria de innovación y agricultura que se celebró en Málaga. Empresas, centros tecnológicos y agricultores llevan un tiempo trabajando de la mano para ofrecer soluciones que permitan automatizar procesos como al recogida del arándano o la limpieza y fertilización de terrenos, por poner un ejemplo,
Cuenta Álex Salvador, gerente de la Asociación Española de Robótica, que durante el pasado año se vendieron 19.500 unidades de robots agrícolas en España y que la robótica tiene «un potencial de crecimiento enorme» en el ámbito de la agricultura. Todo ello a pesar de que existen muchas dificultades para programar adecuadamente estas máquinas y buscar sistema que funcionen en condiciones como la pendiente del terreno, las inclemencias meteorológicas y la falta de cobertura. Aún así, son muchas las empresas que están trabajando en el campo y que cuentan ya con soluciones para casi todas las tareas que pueden facilitar la vida de los agricultores españoles.
Varios de estos prototipos han sido desarrollados en el centro tecnológico Eurocat, de Barcelona. Allí llevan doce años trabajando en robótica y han conseguido, por ejemplo, un robot que puede trabajar en viñedos en pendiente, realizando una pulverización de precisión. También han diseñado programas que permiten convertir cualquier tipo de maquinaria en una controlable a distancias desde el móvil y que se aplica, sobre todo, a los tractores, Y, en colaboración con la empresa Geotec han diseñado un robot autónomo para automatizar la pulverización de los cultivos y la aplicación de fitosanitarios en invernaderos de hortalizas. Está dotado de inteligencia artificial, por lo que realiza de forma completa la aplicación de fitosanitarios, desde la planificación hasta la adaptación del caudal y la gota del tratamiento en función del crecimiento y el estado de salud de la planta.
Cuentan, además, con un robot terrestre que permite monitorizar el estado del cultivo y transportar de forma autónoma las frutas en terrenos irregulares, y con un brazo robótico para la recolección de frutas y verduras, como los pepinos en cultivos hidropónicos, que utiliza tecnologías de visión e inteligencia artificial con un sistema de gestión de datos que monitoriza el estado del cultivo. Pero esto es solo el principio, aseguran los expertos, «Yo creo que en el futuro los humanos no programaremos los robots, los humanos es especificaremos objetivos abstractos y los robots decidirán que habilidades deben aplicar para lograr el objetivo», explica Daniel Serrano, director de la unidad de Robótica de Eurecat.
Robotnik es una empresa que ha conseguido diseñar un robot que se ocupa de la recolección del arándano para la empresa Onubrafruit, que produce 35 millones de kilos de fresa, 25 millones de kilos de arándanos y 9 millones de frambuesa. «El arándano es un cultivo que, cuando llegas, te encuentras desde flores, a frutas en envero a otras maduras. Así que nuestro principal reto es la mano de obra, que tiene que estar pasando todos los días por el campo», aseguró Abel Díaz, responsable técnico de esta empresa. Con la ayuda de Robotnik, diseñaron y probaron un robot que identifica los arándanos que están maduros y los recoge. «El proyecto ha sido satisfactorio, es cierto que habra que mejorar el robot y el precio, pero está claro que la robótica ha llegado para quedarse», aseguró María Benítez, directora de márketing de Robotnik.
Tractores autónomos y máquinas que cuidan del viñedo sin ayuda
Pero más allá de proyectos de investigación y prototipos, lo cierto es que la robótica ya está presente en el campo. En Expoagritech, por ejemplo, la empresa Deutz-Fahr presentó Vitibot, una máquina cien por cien eléctrica y autónoma pensada para trabajar el viñedo en espaldera. También se dio a conocer Mula, un tractor autónomo y eléctrico al que se le puede acoplar cualquier tipo de apero para realizar labores muy diferentes en cualquier tipo de cultivos.
«La máquina tiene varios aperos, que se pueden montar y desmontar para que realice tareas como despuntar o la prepoda, también puede segar las calles o realizar tareas intercepas», cuenta Pierre Claron, responsable de Exportación para España y Portugal. De esta forma, está preparada para cuidar del suelo con arados, discos o cualquier otra herramienta precisa. «La idea es que se pueda utilizar todo el año y tiene una precisión centimétrica», añade. Cuenta, además, con todos los sistemas de seguridad precisos, desde cámaras de reconocimiento humano a botones de emergencia.
Esta máquina ya está en los mercados y se han comercializado, actualmente, más de doscientas unidades en toda Europa. La empresa esá, además, trabajando en nuevos avances y se prevé que en el 2027 salga una nueva versión que permitirá aplicar productos fitosanitarios y que contará con paneles de recuperación, para que no se desperdicie el producto.
En Navarra se fabrica la plataforma eléctrica y autónoma Mula, que funciona como un tractor de 50 caballos al que se le puede acoplar cualquier tipo de apero. La maquina se gestiona desde una aplicación móvil y pude realizar tareas como la limpieza y arado del terreno o la pulverización de fitosanitarios, todo depende de los aperos que se le acoplen. Está pensada, sobre todo, para cultivos leñosos, como el viñedo o los frutales. En este caso, el producto esta también a la venta, pero no será hasta el año que viene cuando saldrán las primeras unidades de la fábrica. Su precio es de 80.000 euros.
