
La multinacional tendrá cerrado hasta el próximo 30 de marzo los parques de madera de sus cuatro fábricas gallegas, donde recepcionaba diariamente nueve mil toneladas de materia prima y pasará a recibir solo mil
20 mar 2020 . Actualizado a las 10:46 h.La crisis desatada por el avance del coronavirus ha entrado de lleno en el sector forestal gallego. Finsa, la principal empresa del sector en Galicia, tendrá cerrados al menos hasta el próximo 30 de marzo los parques de madera de sus cuatro plantas gallegas, ubicadas en Santiago, Padrón, Rábade y San Cibrao, Estas son las instalaciones donde recepciona la materia prima, fundamentalmente pino, y donde recibía diariamente, entre las cuatro, nueve mil toneladas de producto. Solo la fábrica santiaguesa absorbía cada jornada 2.500. Finsa ha reducido a mínimos su actividad y hasta finales de mes solo recogerá mil, lo que ha generado un efecto inmediato en el conjunto de la cadena de valor. Tanto es así, que en el monte se han empezado a parar las talas de pino. El grueso de la plantilla de Finsa que está fuera de fábricas está teletrabajando (300 personas ya en todo el grupo), pero no los operarios de las plantas, donde apenas hay producción y todo el trabajo se está dedicando, fundamentalmente, al mantenimiento de calderas y de infraestructuras. De hecho, prácticamente hasta el próximo 25 de marzo, según las previsiones que maneja la compañía. La empresa tiene abiertas conversaciones con la representación de los trabajadores para adoptar las medidas necesarias para afrontar esta situación.
Finsa también mantiene una actividad mínima para atender las necesidades de la cadena de suministro y de los clilentes. La drástica reducción de su proceso industrial afecta en la comunidad gallega a unos 1.500 proveedores de madera, que suministran a Finsa, y también a otras empresas del sector. Los últimos datos de la Asociación Forestal de Galicia (AFG) muestran que los propietarios forestales ingresaron el pasado año por la corta y venta de la madera casi 280 millones de euros; de ellos, el pino aportó 73, una cifra que aunque supone menos de la cuarta parte es clave como recurso económico en el medio rural, tanto para los dueños de monte como para decenass de aserraderos y empresas.
La madera de pino está llamada a jugar un papel cada vez más relevante en el conjunto de la cadena de valor, debido a la creciente demanda industrial. Para dar respuesta a este reto, los propietarios y el sector tejieron una alianza el pasado año mes de otoño (que dio lugar a la Fundación Arume) para potenciar las plantaciones de caliddad de una materia prima que tiene una buena salida en el mercado. El pino de calidad se está pagando en Galicia a cien euros la tonelada.
El parón de Finsa supone un golpe para los aserraderos y rematantes como parte de la cadena de valor de la madera. Desde la Federación de Aserraderos y Rematantes de Galicia (Fearmaga), su secretaria general Ana Oróns avanza que esto supondrá el tener que reallizar un reequilibrio en la actividad. Al mismo tiempo habla sobre cómo va a afectar al sector la prohibición taxativa de circular más de una persona por vehículo, incluso para ir a trabajar. «Este miércoles hemos dado a conocer a la administración el problema que esto nos supone para que se tengan en cuenta las características de un sector que trabaja en cuadrillas en el monte», apunta. En este sentido, recuerda que durante los primeros días de la alerta estuvieron trabajando con normalidad, manteniendo en todo momento las medidas de seguridad pertinentes, pero esta nueva medida complica el desarrollo de un trabajo que no se puede hacer desde casa. «Van a obligarnos a cerrar. Tendrían que habilitar algún tipo de excepcionalidad, igual que ocurre con las brigadas de incendios o las fueras de seguridad o, en último caso, que incluyan al sector de los aserraderos rematantes en la lista de los que están directamente afectados».