Galicia, Castilla y León, Cantabria y Asturias abandonan el grupo de trabajo del ministerio y elaborarán su propia estrategia del lobo ibérico

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

Carlos Castro

Critican que Transición Ecológica no cuenta con personal técnico de las regiones que albergan y gestionan el 95 % de la especie y le acusan de tener una hoja de ruta «inflexible e invariable»

28 oct 2021 . Actualizado a las 09:33 h.

La cuatro comunidades del norte, Galicia, Castilla y León, Cantabria y Asturias, han decidido dar un paso más en la estrategia común que mantienen desde que el Ministerio para la Transición Ecológica anunció su intención de incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Ahora, han puesto en marcha un grupo de trabajo sobre el cánido en el noroeste de la Península Ibérica, con el fin de elaborar su propia estrategia de gestión de la especie. Al mismo tiempo, también han abandonado el grupo de trabajo que coordina el ministerio, pues consideran que está haciendo un trabajo sin rigor, sin consenso y que no se ajusta a la realidad.

Entre los objetivos a corto plazo de este nuevo grupo de trabajo están también los de servir de punto de encuentro para la emisión de criterios científico-técnicos, la puesta en común «de moitas décadas de experiencia e, sobre todo, a creación dun censo coordinado e realizado por científicos de primeira orde como primeiro paso necesario antes de efectuar calquera medida», añaden en la Consellería de Medio Ambiente.  

La directora xeral de Patrimonio Natural de la Xunta, Belén do Campo, y sus homólogos en las otras tres comunidades, mantuvieron ayer un encuentro en León para tomar esta decisión y abordar la gestión de esta especie. También remitieron una carta al director xeral de Biodiversidade, Bosques e Desertificación del ministerio, Jorge Marquínez. 

Do Campo anunció la decisión de las cuatro comunidades de abandonar el grupo de trabajo tutelado por el ministerio que elaboró el borrador de la nueva estrategia estatal por «non contar co persoal técnico das rexións que albergan e xestionan o 95 % da especie» y por «dar carta de natureza a un traballo que non se axusta a uns mínimos criterios científicos esixibles». Y es que, según la directora xeral, la hoja de ruta que propone el ministerio es «inflexible e invariable». Es más, considera que «está realizada sen rigor, sen consenso e sen axustarse á realidade».

Galicia y las otras tres comunidades defienden esta postura después de analizar el contenido del borrador de la estrategia, remitido desde el Gobierno central a los miembros del Comité de Flora e Fauna. Do Campo sostiene que «o ministerio segue a actuar de xeito unilateral, cun guión predeterminado e inamovible e intentando anular as competencias das comunidades», por lo que reiteró el rechazo de la consellería al contenido de la estrategia, «e así solicitaremos que conste en todos os documentos e actas», afirmó. Esa falta de diálogo y cooperación queda clara, según Medio Ambiente, cuando el Gobierno se niega a facilitar información al respecto de los expertos científicos que asesoran al ministerio. «Unha información que se nos nega por activa e por pasiva, a pesar de telo solicitado por todas as vías posibles», destacó. 

Otra de las críticas que Galicia hace a la estrategia es que carece de una memoria económica plurianual, por lo que se desconoce la inversión que tendrá el Gobierno en los próximos años para compensar los ataques del lobo. La Xunta prevé doblar durante el próximo año el presupuesto para las ayudas de prevención de los ataques de la fauna silvestre, hasta alcanzar los 900.000 euros, y destinará 2,1 millones a paliar los daños, a pesar de la «inseguridade xurídica» provocada por el nuevo estatus del lobo ibérico.