Cómo afinar la selección genética para que la granja tenga las vacas que precisa

Maruxa Alfonso Laya
Maruxa Alfonso REDACCIÓN

GANADERÍA

ANGEL MANSO

Elegir animales adecuados ayuda a mejorar la rentabilidad de la explotación

01 dic 2021 . Actualizado a las 13:15 h.

¿Cuál es la vaca ideal? Así sin pensarlo se podría decir que es la que produce mucha leche, come poco, padece pocas enfermedades y es muy longeva. Sin embargo, la realidad es que el animal más adecuado para cada explotación va a depender de las características que tenga la granja. Y aquí es donde entra en juego la genética, pues es la que va a ayudar a que, poco a poco, podamos conseguir que nuestra explotación tenga los animales que precisemos. Con el fin de ayudar a los ganaderos a entender todo lo que la genética puede hacer por la rentabilidad de su granja, la Consellería do Medio Rural, a través de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal), imparte todos los años un curso práctico en el Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo.

«Aprovechar los recursos genéticos puede ser muy rentable para una explotación porque nos permitirá mejorar la capacidad productiva de un animal, la cantidad de leche que produce, y mejorar las cualidades de esa leche», explica Manuel López Luaces, jefe del área de Formación del Agacal. De hecho, para lograr la vaca ideal es necesario «una combinación de genética y medio ambiente». Es decir, si tenemos un animal con la genética adecuada a nuestra explotación, «y le proporcionamos las condiciones ambientales adecuadas, ese animal será capaz de producir todo lo que su genética le permita», argumenta.

Explica, además, que a través de la genética podemos elegir qué características queremos que tengan esos animales. «Nos permite buscar animales que no padezcan enfermedades o que no tengan problemas reproductores. Por otro lado, podemos buscar aquellos que produzcan una mayor calidad de leche. Poco a poco, a través de la genética, podemos ir mejorando nuestro rebaño», afirma.

Otra cuestión a tener en cuenta cuando hablamos de genética es que, antes de elegir a sus animales, «cada ganadero debe definir sus objetivos de selección porque no es lo mismo una explotación en intensivo, que una en extensivo, que una ecológica», afirma. Así, no siempre se trata de tener animales con una elevada capacidad de producción. «Si yo tengo un animal que con pastos y un pequeño suplemento produce una leche de calidad que me pagan bien, igual me compensa a tener un animal que produzca mucho más pero al que tengo que darle más suplementos alimentarios», explica. Es por eso que es necesario tener muy claro qué tipo de animales vamos a necesitar. Posteriormente, la genética puede ayudarnos a ir mejorando las cualidades de nuestro rebaño. «Una vaca puede no tener una buena estructura ósea o tener problemas podológicos porque no pisa bien. Con la genética podemos hacer que las generaciones futuras vayan mejorando esas características», añade.

Otro aspecto importante es aprender a descifrar toda la información que ofrecen las páginas web y los catálogos de sementales, para saber exactamente qué es lo que necesitamos. «Tenemos que saber utilizar esos índices genéticos, porque es lo que nos va a permitir mejorar una serie de características concretas de cada animal», asegura. Hay que tener claro que «cuantas más características queramos incluir en nuestra mejora, menos fuerza vamos a hacer en cada una de ellas. Pero si me centro en conseguir mejoras solo en dos de estas características, los avances van a ser más rápidos y en menos generaciones», argumenta.

Lo que cualquier ganadero debe tener claro es que «los animales de reposición son el futuro de la explotación y por eso es importante que la selección genética vaya orientada según los objetivos de producción de cada granja». Es más, recomienda a los ganaderos que, en rebaños de leche, orienten los mejores animales a la reproducción. «De los animales no tan idóneos para mantener la descendencia se pueden obtener becerros de cruce que se van a vender mejor por sus aptitudes cárnicas», añade.

Un curso que, año tras año, forma a los ganaderos sobre las ventajas de esta materia

Hace ya ocho años que la Agacal organiza en Mabegondo un curso para dar a conocer entre los ganaderos las ventajas de utilizar adecuadamente la selección genética. «Queremos que sea un curso muy práctico, para grupos de veinte alumnos, lo que nos permite que haya mucha interacción entre los profesores y los alumnos», afirma Manuel López. De impartirlo se encargan Alejandro Fernández, jefe de área de Xenética Fontao, y Ramiro Alfoz, profesor en la Universidade de Santiago. «Son dos de las voces más importantes en la materia y de mayor proyección», añadió.

López Luaces asegura que, en los últimos años, Galicia se ha convertido en una potencia en materia genética y Xenética Fontao en un centro de referencia. «En el top diez de los mejores animales siempre aparecen colocados seis o siete de este centro. En Galicia se está haciendo una selección genética muy interesante que se ha puesto a disposición de los ganaderos», insiste. La prueba de la evolución que esta materia ha sufrido en la comunidad es que «inicialmente, se importaba genética de fuera para los programas de transferencia embrionaria e inseminación artificial. Hoy somos nosotros los que estamos vendiendo al exterior, lo que videncia que estamos en una posición consolidada», argumenta. Y lo mejor de todo ello es que todo este trabajo está «a disposición de los ganaderos gallegos». De ahí también la importancia de que el sector conozca los recursos con los que cuenta y aprenda a utilizarlos, pues pueden suponer una importante mejora de la rentabilidad en una explotación de vacuno de leche.