Los asturianos creen que elevar la protección del lobo solo ha traído problemas
GANADERÍA
La Escola de Enxeñaría del Campus Terra de Lugo elabora este estudio para que las asociaciones lo puedan remitir a la Comisión Europea, como hizo la Consellería de Medio Ambiente con un informe sobre la situación actual del cánido en Galicia.
20 feb 2024 . Actualizado a las 19:12 h.El pasado día 22 terminó el plazo habilitado por la Comisión Europea para que asociaciones y entidades como las comunidades autónomas le remitieran informes y datos actualizados sobre la situación del lobo en los diferentes estados miembros. En Galicia, la Consellería de Medio Ambiente envió un informe en el que se recoge cuál es la situación del cánido en la comunidad, con datos actualizados del censo y de los ataques que sufren los ganaderos. Y aquí también se elaboró un informe técnico sobre la percepción social del lobo en Asturias para ponerlo a disposición de todas aquellas entidades que quisieran utilizarlo. La investigación fue realizada por la Escola Politécnica Superior de Enxeñaría do Campus Terra da USC en colaboración con el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot) de la Universidad de Oviedo y la principal conclusión es que la mayoría de los asturianos no está de acuerdo con la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) porque entiende que su población ha aumentado y, con ello, el número de daños, poniendo en peligro el futuro de la cabaña ganadera en extensivo.
El documento está firmado por Andrés Osoro Corsino, graduado en Enxeñaría Agraria e Agroalimentaria e Enxeñaría Forestal e do Medio Natural,y en él también participan los profesores en la EPS de Enxeñaría Ibán Vázquez González e César Pérez Cruzado, ademas del catedrático de Zooloxía Carlos Nores. Se enmarca en un proyecto de investigación más amplio que busca cuantificar los daños económicos causados por el lobo en Asturias a la cabaña ganadera de bovino y, a su vez, conocer la percepción social de la población urbana y rural sobre la situación de este cánido y su gestión. está basado en las 344 respuestas que obtuvieron a sus encuestas, el 70 % de las cuales fueron dadas por ciudadanos residentes en zonas altamente pobladas, como las ciudades de Oviedo, Gijón, Avilés, Siero, Langreo y Mieres. El 29,7 % restante fueron contestadas por habitantes de zonas rurales.
Hay que tener en cuenta que el lobo en Asturias ha pasado de tener 20 manadas en el 2001 a 43 en el 2021, lo que sitúa a esta comunidad como una de las que tiene mayor presencia de esta especie. Esto ha provocado que, en los últimos años, se incrementaran también los daños al ganado, así como el pago de las indemnizaciones a los ganaderos. Teniendo en cuenta que Asturias está considerada como al región más importante de producción de carne de bovino en extensivo de España, el conflicto entre el lobo y la ganadería viene de lejos. En esa comunidad, el cánido no estaba considerado ni especie amenazada ni especie cinegética. Era gestionada mediante un plan de gestión que establecía el número de ejemplares que se podían extraer por año para mitigar los daños a la ganadería. Esto permitió que, en los últimos años, se extrajeran una media de 18 lobos por ejercicio. Situación muy diferente a Galicia, donde hace más de una década que no se mata un cánido en una batida oficial.
Según el estudio, casi dos tercios de la población asturiana está en contra de la inclusión del lobo en el LESPRE. Esto es lo que opinan el 50 % de los residentes en las grandes ciudades y el 81% de los que viven en el rural. Porque hasta un 86,9 % sostiene que la población del lobo ha crecido en los últimos años. También opinan el 85 % de los encuestados que el movimiento ecologista ha tenido mucho que ver en la decisión de elevar la protección de esta especie.
Otro dato importante es que el 48,8 % de la población considera importante la presencia del lobo en Asturias, aunque más del 80 % de la población cree que la especie se debe gestionar mediante un plan de gestión o como especie cinegética, siendo minoría los que opinan que se deben mantener el estatus actual del cánido. La mitad de la población cree que el lobo supone un problema económico considerable para la ganadería en extensivo y un 62 % opina que las compensaciones por la pérdida del ganado son insuficientes.
Con estos datos en la mano, los investigadores concluyen que la mayoría de la población asturiana no está de acuerdo con que se haya elevado la protección del lobo. Sostiene que la presencia de esta especie se ha incrementado, como también lo han hecho los daños al ganado, lo que compromete el futuro de la cabaña ganadera en extensivo. Es más, la mayoría de los encuestados considera que la inclusión del lobo en el LESPRE ha agravado el problema de entendimiento entre ganaderos y ecologistas y apunta a que la mejor opción es poner en marcha un plan de gestión. Por otro lado, buena parte de los encuestados opinan que se debe mantener la presencia del lobo en Asturias, pero creen que la compensación de los daños al ganado es insuficiente.
Según el investigador principal de este estudio, Andrés Osoro, la radiografía obtenida respecto de la situación del lobo en Asturias no se puede aplicar a Galicia, sobre todo, por las diferencias de los sistemas de producción ganadera existentes en cada región.
Galicia da su versión a la Comisión Europea
La Xunta también ha remitido a la Comisión Europea un completo informe sobre la situación actual del lobo en Galicia y los impactos que tiene su presencia en el territorio. El documento, con más de cuarenta páginas, está firmado por la vicepresidenta segunda y conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, y se divide en dos anexos que recogen la información sobre la presencia del cánido en la comunidad y los ataques que protagoniza al ganado en extensivo.
La primera parte de este documento está formada por la información recopilada por la Xunta sobre el estado global de conservación del lobo en Galicia durante el período 2013-2018. Todos estos datos fueron remitidos ya al Gobierno español en el 2019 para que elaborara el informe sexenal solicitado por la UE a todos los estados miembros pero, según la consellería, el ministerio no llegó a incluirlos. Este anexo también se completa con las conclusiones de la última actualización del censo de la especie, que encargó el Gobierno gallego y que estima que en la comunidad hay 93 manadas reproductoras presentes, algunas de ellas compartidas con otras comunidades.
Medio Ambiente recuerda que este censo confirma y ratifica sus argumentos: que el estado de conservación del lobo en Galicia es favorable y que todo apunta a que presenta una estructura poblacional normal, autosostenible y viable a largo plazo. En el informe también se explica que la distribución territorial de la especie es muy similar a la detectada en el período 2013-2015 y que la cifra de manadas es superior a la de entonces, 93 frente a las 90 estimadas en el estudio anterior.
El segundo de los anexos se centra en el impacto que el lobo tiene en la comunidad, así como en las medidas adoptadas por Galicia para evitar o minimizar los conflictos derivados de la convivencia del cánido con el ganado en extensivo. El informe incluye datos detallados correspondientes al período 2011-2022 que permiten ver la evolución ascendente de los avisos por ataques atribuibles a estos animales, los daños por tipo de cabaña ganadera afectada y los comportamientos y diferencias en función de cada una de las provincias.
Por último, el informe de la Xunta incluye una completa relación de las ayudas convocadas con carácter anual para evitar o minimizar los efectos de los ataques del lobo sobre el ganado en extensivo. Unas subvenciones en las que se gastaron ocho millones de euros. En concreto, fueron 4,2 millones para adquirir o financiar métodos de prevención y otros 3,78 para compensar los daños.