El mercado obliga a Ternera Gallega a modificar el modo de alimentar a sus terneros

M.C. REDACCIÓN

GANADERÍA

BASILIO BELLO

El pleno del consello regulador de la IXP aprueba que el cebo durante los dos meses previos al sacrificio se haga de forma estabulada dentro de la explotación para lograr la homogeneización de los canales que demandan industria y distribución

16 nov 2023 . Actualizado a las 10:05 h.

Cría en extensivo, animales que están en el campo con sus madres y maman de ellas hasta los siete meses de vida. Esa es una de las características que desde su creación ha identificado a los animales adscritos al sello de la indicación xeográfica protexida (IXP) Ternera Gallega en su categoría Suprema. Precisamente ese tipo de manejo es el que hace que la carne de estos animales criados en libertad sea diferente a la que procede de reses que se crían en cebaderos. La cuestión es que los propietarios de esas granjas llevan también años sufriendo las consecuencias de una subida constante de sus costes de producción y para tratar de revertir el problema han buscado fórmulas que les ayuden a ser viables para poder continuar criando a sus terneros como hasta ahora. 

En marzo del año pasado, ganaderos, distribución, industria y Xunta rubricaron un acuerdo en el que se comprometían a incrementar el precio de la carne acogida al sello de la IXP (tanto Suprema como convencional) en función de su calidad y de los costes de producción conforme a lo que indica la Ley de la Cadena Alimentaria. Además, había el compromiso de trabajar de forma conjunta para abrir mercados de la mano de la buena reputación que tiene la carne de animales criados y sacrificados en Galicia. Llevar la Ternera Gallega Suprema más allá de las fronteras gallegas es otra fórmula para mantener a flote las granjas. Pero estas han de pagar un peaje: lograr que la calidad de todos los animales que llevan el sello de Suprema sea semejante. Es la exigencia que, según fuentes representadas en el Consello Regulador de la IXP, les ha hecho la industria y la distribución. De ahí la aprobación la semana pasada de un cambio en el pliego de condiciones de la indicación geográfica que obligará a acabar de cebar a los animales dentro de la granja durante los dos meses previos a ser sacrificados. 

La medida, como explicó el representante de Gandeiría de Unións Agrarias, Xosé Ramón González, fue adoptada después de que un estudio técnico encargado por el consello regulador determinara que alimentar a los animales con concentrado durante ese período es la forma de lograr que la carne sea tierna y que no haya tanta diferencia entre unos animales u otros. Al estar tan estabulados, no están tan fibrosos como los que están en el exterior. de ahí que tengan que permanecer en el interior de las granjas.  Lo que recalcan de todas maneras desde el Consello Regulador es que la estabulación ha de realizarse en la propia granja. La medida, que ha de ser avalada por Bruselas, no es más que otra prueba del poder que tiene el consumidor para el futuro de las granjas familiares que crían en exterior.