Galicia acapara el 22 % de los focos de la EHE detectados en España en el último año

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

Santi M. Amil

Nuestro país también concentra el 73 % de los positivos que se detectaron en la Unión Europea

24 feb 2025 . Actualizado a las 10:22 h.

El Ministerio de Agricultura acaba de hacer público un informe sobre la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), una dolencia que en Galicia lleva dos años causando daños en las explotaciones ganaderas, hasta el punto de que la Consellería do Medio Rural ha publicado líneas de ayudas para sufragar los animales muertos por este virus, los gastos veterinarios y hasta los de desinsectación de las explotaciones. Porque, según loa datos de ese documento, España protagonizó el 73 % de los focos que se detectaron en Europa y Galicia, el 22 % de los que se registraron en el territorio nacional.

La EHE es una enfermedad vírica no contagiosa que se transmite por la picadura de un mosquito del género Culicoides. En el ganado vacuno puede producir una clínica leve o moderada, con fiebre, lesiones en la mucosa bucal, cojera, inflamación de la lengua, diarrea hemorrágica o abortos, entre otros síntomas. Es más grave en los animales mayores de dos años de razas como Limousine, Blode d'Aquintaine y sus cruces industriales, y en animales que se crían en extensivo. 

Hasta hace unos años, explica el informe del ministerio, esta dolencia se asociaba a regiones templadas y subtropicales, donde los mosquitos facilitan su transmisión. Pero en los últimos años el virus se ha expandido porque las temperaturas más altas y la humedad favorecen su aparición en regiones donde nunca se había dado. Los brotes de esta enfermedad suelen coincidir con un aumento en la actividad del vector, durante los períodos de altas temperaturas y lluvias, mientras que la remisión se produce con la primera helada. 

La enfermedad no llegó a Europa hasta noviembre del 2022, cuando se detectaron los primeros casos en las islas de Cerdeña y Sicilia. Pocos días después se registró el primer brote en España, en la provincia de Sevilla. En esa temporada, comprendida entre el 1 de abril del 2022 y el 31 de marzo del 2023, se contabilizaron en Europa un total de 22 focos, de los 11 fueron en España, concretamente en Andalucía y Extremadura.

Pero fue durante la temporada 2022-2023 cuando la enfermedad se propagó por el norte y el este de Europa, así como por España. Entonces, hubo un total de 587 brotes, de los que 263 fueron en España, 225 en Francia, 97 en Portugal y dos en Italia. Ya entonces, España acaparó el 44 % de todos los positivos que se registraron en Europa, seguida de cerca por Francia.

Fue también ese el año en el que el virus llegó por primera vez a Galicia. Aquí hubo un total de 29 focos, repartidos entre las cuatro provincias gallegas. A Coruña fue la más afectada, con once brotes, seguida de Lugo (9), Ourense (7) y Pontevedra (2). En la comunidad se registraron así el 11 % de todos los positivos que hubo en España. 

En el siguiente período de actividad del vector, el comprendido entre el 1 de abril de 2024 y el 31 de marzo del 2025, España volvió a acaparar la mayoría de los positivos de esta enfermedad, con 182 de los 247 focos que hubo en toda Europa, el 77 %. Y, aunque a nivel general los positivos disminuyeron, en Galicia sufrieron un incremento que convirtió a esta comunidad en la segunda más afectada de todo el territorio nacional, solo por detrás de Castilla y León.

 Galicia registró un total de 42 positivos durante ese período, lo que supone el 22 % de los que se detectaron en toda España y fue una de las tres comunidades donde el número de brotes se incrementó con respecto al ejercicio anterior. En este caso, Ourense y Lugo fueron las provincias más afectadas, con catorce focos en cada una, seguidos de A Coruña (11) y Pontevedra (7). 

Aunque desde el pasado mes de diciembre no se han detectado más positivos en el país, actualmente solo Baleares y Canarias tienen la consideración de territorio libre de EHE en España. Y eso a pesar de que, desde el pasado mes de agosto, los ganaderos cuentan con dos vacunas autorizadas que son eficaces frente al serotipo que está circulando. Estas pueden ser administradas de forma voluntaria por los ganaderos con el objetivo de prevenir la clínica, reducir la mortalidad y flexibilizar los movimientos a zonas libres de la enfermedad de la Unión Europea.