Entra en vigor el decreto que reduce la cantidad de cerdos que pueden criar las granjas de porcino

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

ALBERTO LÓPEZ

En Galicia, los ganaderos reclaman que se les de tiempo para adecuar sus explotaciones, sobre todo, porque la Administración no ha podido certificar por ahora las nuevas capacidades de las explotaciones

10 mar 2025 . Actualizado a las 09:40 h.

El pasado domingo entró en vigor la nueva normativa relativa al bienestar animal en las explotaciones porcinas que, entre otras cuestiones, obligará a aumentar el espacio del que disfrutan estos animales. En Galicia, los ganaderos no están totalmente en contra de esta medida, explica el presidente de la Federación Galega de Porcino (Fegapor), Pablo Meijomín. Pero sí que reclaman que, por lo menos durante este año, esta no se aplique de forma estricta. Primero, porque las explotaciones precisan un tiempo para adaptarse. Y, en segundo lugar, porque las Administraciones todavía no han sido capaces de certificar las nuevas capacidades que tendrán las granjas gallegas, de acuerdo con las indicaciones de la normativa.

La principal consecuencia de este real decreto es que los cerdos pasarán de disponer de 0,65 metros cuadrados cada uno a 0,74 metros cuadrados. «Se se fai o cálculo, esto supón que as granxas terán que reducir entre un 12 e un 15 % o número de animais que crían», añade Meijomín. Esa cantidad multiplicada por tres cebos al año que realizan estas explotaciones implica una considerable pérdida de ingresos en muchas de estas granjas. Las integradas, por ejemplo, «cobran por cada porco que sae das súas explotacións e se agora van saír entre un 12 e un 15 % menos, vai perder esos ingresos», insiste Meijomín. 

Por otro lado, la normativa también obliga a instalar un bebedero cada doce animales, cuando ahora había uno por cada quince. Esto implicará una inversión importante para algunas explotaciones, que tendrán que colocar estas nuevas estructuras si quieren mantener la producción. A mayores, aquellas que quieran seguir produciendo el mismo número de cerdos que hasta ahora «terán que ampliar as súas instalacións», afirma el presidente de Fegapor. 

En otras comunidades autónomas, como Cataluña o Aragón, las organizaciones agrarias se han mostrado en contra de esta normativa. Asaja, por ejemplo, calcula que con este decreto estas dos comunidades autónomas dejarán de producir millón y medio de cerdos, lo que supondría un descenso de 160.000 toneladas de carne. La organización reclama una moratoria de la entrada en vigor de esta normativa, que es lo mismo que pide Galicia.

«Nos últimos anos foi aumentado o peso de sacrificio dos animais e se os porcos son máis grades é certo que precisan máis espazo, por iso o sector en Galicia non está en contra da aplicación desta normativa», explica Meijomín. Lo que piden es que esta no se aplique de forma estricta, por lo menos, durante el primer año de su entrada en vigor. «Queremos que se nos dé un tempo para adaptarnos, para que a xente que non ten plazas suficientes poida buscar alternativas», añade.

Otro problema es que es la Administración autonómica la que debe certificar las nuevas capacidades de las granjas. Un trabajo largo y tedioso que obliga a ir a medir, una por una, las 1.200 explotaciones porcinas que existen en la comunidad, para determinar de manera oficial cuántos animales pueden producir de acuerdo con la nueva normativa. «Actualmente, hai moi poucas granxas que teñen certificadas as novas capacidades por iso pedimos que durante este anon non se aplique a normativa de forma estricta, ata que todas as granxas teñan as súas capacidades certificadas», concluye el presidente de Fegapor.