La bajada de precios por la peste porcina provoca que los ganaderos pierdan ya entre 25 y 30 euros por cerdo que crían
GANADERÍA
Las cotizaciones han caído 21 céntimos por kilo y el sector confía en que este descenso se traslade a la cesta de la compra para revitalizar el consumo
06 dic 2025 . Actualizado a las 04:33 h.Durante la tarde del pasado jueves, las juntas de precios de porcino de Mercolleida, el mercado de referencia para todo el sector nacional, acordaron una nueva bajada de diez céntimos en la cotización del cerdo vivo, de seis céntimos en la de la cerda y de cinco en el lechón. Con este nuevo descenso, son ya 21,4 los céntimos que han caído las cotizaciones de estos animales desde que apareció el primer brote de peste porcina africana en jabalíes en Cataluña. Las repercusiones han sido casi inmediatas y, en toda España, los ganaderos están viendo como sus animales se cotizan a 1,10 euros el kilo, un precio muy por debajo de los costes de producción.
«Claro que o estamos notando, estamos cobrando por debaixo dos custes de produción e estamos perdendo entre 25 e 30 euros por porco», cuenta Pablo Meijomín, presidente de la Federación Gallega de Porcino (Fegapor). Explica que esta época del año no es la mejor para el sector, «e xa partíamos de precios baixos porque, antes da caída, estaban pagando a 1,31 euros». Ahora, tras la caída, la situación «xa é unha barbaridade porque nun porco de 120 quilos é motísimo», añade. En este sentido, argumenta que el mercado del porcino es cíclico y que en esta época es cuando registra los precios más bajos, que empiezan a subir al llegar la primavera y alcanzan su punto más elevado durante el verano, debido al tirón del turismo.
«Ahora mismo, la caída de precios derivada del brote de peste porcina africana tiene repercusión en todo el sector y se está dejando sentir ya en los ganaderos», reitera Miguel Ángel Higuera, responsable de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino. Cifra los costes de producción de estos animales entre 1,32 euros y 1,35 euros. Teniendo en cuenta que, actualmente, se están pagando 1,10 euros, «las pérdidas ya son de entre 25 y 30 euros por cerdo». Higuera asegura que, por ahora, el sector puede aguantar, «porque todo el año puede compensar diciembre», pero se teme que la situación se alargue en el tiempo. «Diciembre ya es un desastre, pero tenemos mucho miedo para el 2026 y de cómo pueden ir evolucionando los mercados», añade.
La misma opinión comparte Meijomín, quien augura que el 2026 será «un ano horrible para o sector». Porque tienen que pasar doce meses desde que se detecta el último brote de la enfermedad para que un país pueda ser declarado libre de ella. Y añade que en la provincia de Barcelona, donde se detectó el positivo, hay catorce grandes industrias exportadoras, que ahora no van a poder comercializar fuera de las fronteras españolas «e todo ese porco vai quedar en España».
El responsable de la federación gallega confía en que este descenso que están notando los productores de porcino se traslade también a la cesta de la compra. «Imos estar moi atentos a que esta baixada se traslade ao consumidor porque, con todos os alimentos en máximos históricos, como os ovos ou a carne de ternera, a carne de porco pode ser unha alterntiva», añade Meijomín. Una mayor demanda por parte de los consumidores ayudará a «desatascar os mercados, porque está claro que vai haber un exceso de carne e o impacto a curto prazo é tremendo», insiste.
Cómo evolucione la situación dependerá de la decisión que tome otros países, sobre si aceptan o no la regionalización de la enfermedad y limitan solo sus prohibiciones a los animales criados dentro de la zona más próxima al brote. El sector está pendiente de las negociaciones que el Ministerio de Agricultura está manteniendo con otros países para saber si España va a poder seguir exportando carne de porcino y sus derivados y en qué medida. Eso restringiría la afectación de la enfermedad a los 91 municipios cercanos al brote, pero permitiría al resto de la industria nacional mantener sus ventas en el exterior y aliviar la carga del mercado interno.
También desde la asociación nacional confían en que esta rebaja en los precios llegue al consumidor. «Todo lo que están sufriendo los productores, que sirva, por lo menos, para beneficiar al consumidor y que esta bajada de precios se vea reflejada en la cesta de la compra», añade Higuera. Lamenta que el sector se este viendo afectado por algo de lo que no tiene culpa alguna, pues las explotaciones cumplen con todas las medidas de bioseguridad, y confía también en que ese descenso en lo precios anime al consumo. «Nuestra producción es igual de buena que hace diez días y de una calidad excepcional», afirma. Advierte, además, de que mantener precios bajos perjudicará al sector a la larga, porque puede llevar al cierre de explotaciones y a un descenso de la producción lo que, a largo plazo, «provocaría una nueva subida de precios», concluye.
La federación gallega considera también que Galicia debería actuar de forma preventiva y muestra su preocupación por la situación del jabalí en la comunidad. «Temos pedido entrevistas coas consellerías e co presidente porque hai que facer un esforzo para rebaixar os censos do xabaril, Iso é un risco tremendo», concluye Meijomín.
