Insuficientes, así califica el Museo de Ciencias Naturales a los métodos para evaluar el estado de conservación del lobo

M.C. REDACCIÓN

SOSTENIBILIDAD

Un estudio realizado por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCM-CSIC) determina que las técnicas usadas actualmente tienden a «sobrestimar el tamaño de las poblaciones y su éxito reproductivo»

06 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En un momento en el que las comunidades al norte del río Duero, las que albergan la mayor población de lobo ibérico (canis lupus signatus) de la Península, están enzarzadas en un tenso debate con el Ministerio de Transición Ecológica sobre la protección que ha de tener esta especie, un nuevo estudio pone el dedo en la llaga al determinar que los métodos para evaluar el estado de conservación del lobo ibérico «son insuficientes». Esto pone los actuales modelos de protección de la especie porque los datos que se utilizan para establecerlos «tienden a extraer conclusiones demasiado optimistas sobre el estado de las poblaciones de lobo».

La investigación, publicada en la revista Hystrix the Italian Journal of Mammalogy, fue realizado durante ocho años, entre el 2010 y 2018, por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC). Durante ese tiempo han monitorizado la población de lobos del sistema central de la Península ibérica. Lo que observaron fueron las señales de marcas del animal, la detección de excrementos para delimitar el territorio en el que se mueve cada manada, además de colocar cámaras de fototrampeo. 

Con ello pudieron comprobar que muy pocas manadas tienen una actividad reproductiva regular que permita, a largo plazo, generar descendencia y expandirse a otros territorios. Desde el Museo de Ciencias dicen que «estos datos difieren con los obtenidos por otros autores en áreas con condiciones ecológicas similares, lo que pone de manifiesto que los datos que se utilizan para establecer sistemas de protección tienden a extraer conclusiones demasiado optimistas sobre el estado de las poblaciones de lobo». 

Durante los ocho años de estudio, añaden desde el Museo de Ciencias Naturales, el grupo de investigación comprobó que la población de lobos presenta síntomas de estancamiento y declive generalizado, en una zona en la que la especie tiene la máxima categoría de protección otorgada por la UE. «Según los resultados de nuestra investigación, las manadas distribuidas en el sistema central deben tener al menos cuatro individuos para asegurar la reproducción. Pero esto es poco frecuente, porque hemos visto que el tamaño medio de las manadas era de 3,5 lobos», expone Fernando Palacios, que lleva décadas estudiando la situación del lobo en la Península ibérica. Además, añade que esta «tendencia hacia tamaños de manada pequeños influye de forma negativa en las tasas de reproducción del lobo e indica que su estado de conservación en la zona es desfavorable».

Las causas del declive las señala este investigador al decir que es el aumento de la mortalidad debido a la interferencia humana «ya sea por caza furtiva o de manera accidental por atropellos». Por todo ello los autores del estudio urgen a realizar un mayor esfuerzo de muestreo «para evitar que las decisiones sobre la gestión de las poblaciones de lobos se basen en estimaciones erróneas».