«Cultivar herbáceas con flor y plantas aromáticas en los campos ayuda a los polinizadores en su labor de garantizar la soberanía alimentaria»
SOSTENIBILIDAD
Frenar el declive de insectos encargados de la polinización es uno de los grandes objetivos de la Estrategia de la UE sobre la Biodiversidad y de la nueva PAC. La entomóloga Sandra Ruzafa recuerda que hay muchas especies que juegan ese papel más allá de las abejas melíferas
17 may 2024 . Actualizado a las 10:25 h.Pese a las lluvias o los repentinos golpes de calor, el campo está en plena efervescencia estos días. En las franjas de vegetación que separan los terrenos de labradío o en los propios prados pueden verse decenas de insectos revoloteando de flor en flor.... Están en plena polinización. Lo primero que uno piensa cuando los escucha es que se trata de abejas melíferas (Apis mellifera), abejorros o alguna abeja solitaria afanada en recolectar néctar mientras va de aquí para allá. Pero como explica la entomóloga y presidenta de la Asociación Mundo Artrópodo, Sandra Ruzafa, puede que no pertenezcan a ninguna de esas especies. Porque cuando se habla de frenar la desaparición de polinizadores, uno de los grandes objetivos de la Estrategia de la UE sobre la Biodiversidad, no solo hay que pensar en las abejas. Porque polinizadores hay muchos más. Desde moscas a mariposas, pasando por escarabajos o, aunque no son insectos, también pájaros (aunque estos últimos solo son polinizadores en América, en España no). Todos son responsables de la producción de cuatro de cada cinco cultivos o plantas salvajes que hay distribuidas por todo el mundo, según datos de la Comisión Europea.
«Al escuchar la palabra polinizador pensamos en un primer momento en las abejas. En parte lo hacemos porque la abeja melífera está domesticada y de ella obtenemos un rendimiento económico directo a través de la miel u otros productos derivados de las colmenas. Porque no deja de ser un tipo de ganadería. En cambio, en el caso del resto de polinizadores, no ocurre lo mismo. Aunque los beneficios que nos aportan son también enormes porque de ellos depende, por ejemplo, nuestra alimentación», dice.
Es por ello por lo que desde la política agraria común (PAC) también se incentivan prácticas que restauren las áreas degradadas en las que viven ayudándoles a ejercer esa labor. Un ejemplo es el ecorregimen de Espacios de Biodiversidad en Tierras de Cultivo y Cultivos Permanentes. Pero esta entomóloga da otra receta para ayudar a los polinizadores en su labor: «Cultivar plantas aromáticas y herbáceas con flor en los campos ayuda a los polinizadores en su labor de garantizar la soberanía alimentaria durante todo el año».
Pero más allá de eso, como buena entomóloga, al recorrer en los últimos días campos en distintos puntos de España ha observado que apenas hay abejas: «Estuve en uno en Ciudad Real, donde los que estaban realizando la polinización eran en su mayoría dípteros, unos de los grandes olvidados cuando se piensa en polinización. No sé la razón pero este año hay áreas donde se ven muy pocas abejas». Dentro de los dípteros, hay muchas especies de sírfidos. Desde la E. tenax (popularmente llamada mosca zángano europea porque parece haberse disfrazado de abeja melífera, pero que no lo es) a la Sphaerophoria rueppellii (uno de los mayores depredadores del pulgón), las moscas verdes u otras moscas de los más variados tamaños.
No se quedan atrás los coleópteros: Desde el popular Heliotaurus ruficollis, propio de zonas mediterráneas, como las mariquitas, que se han ganado a pulso su fama de soldados en la lucha biológica contra el pulgón. No menos agentes polinizadores son los lepidópteros: «Son las distintas especies de mariposas. No solo las diurnas, también las nocturnas ejercen este papel en la naturaleza». Y también polinizan las hormigas o las avispas. Porque aunque estas últimas, como explica, «necesitan proteína para sus larvas, pero ellas realmente están siempre en las flores o en frutas maduras alimentándose de sustancias azucaradas».