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El «Mar de Marín» se cruzó en el carril del «Baltic Breeze», según los investigadores

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

M.MORALEJO

Sostienen que la causa del abordaje fue un error humano del segundo patrón del buque «al evaluar incorrectamente la situación»

07 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) ha publicado el informe sobre el siniestro que el 1 de abril del 2014 llevó al fondo al arrastrero Mar de Marín y a la muerte a cinco de sus nueve tripulantes -llevaba a mayores un biólogo, que fue rescatado- tras ser arrollado por el mercante Baltic Breeze cuando este entraba en la ría de Vigo y el pesquero salía. En sus conclusiones, los investigadores sostienen que «la causa del abordaje fue un error humano del segundo patrón del buque Mar de Marín», que estaba de guardia, «al evaluar incorrectamente la situación». Eso le llevó «a invadir la vía de circulación de sentido contrario en una zona en la que había establecido un dispositivo de separación del tráfico e interponerse en la trayectoria del Baltic Breeze».

Varios factores

La Ciaim, órgano dependiente del Ministerio de Fomento, apunta la existencia de varios factores que influyeron en el accidente y su desenlace. Primero sitúa el hecho de que solo el segundo patrón estuviese de guardia y subraya que la empresa del pesquero no había dado directrices sobre la composición adecuada de la guardia de navegación y la necesidad de establecer un servicio de vigía durante la navegación por el dispositivo de separación del tráfico y los períodos de oscuridad.

También apunta que las cartas electrónicas utilizadas en el pesquero incluían una representación errónea de los carriles de entrada y salida de la ría de Vigo y resalta que el pesquero se hizo a la mar sin que las puertas y escotillas estancas estuviesen debidamente cerradas y trincadas.

La investigación recomienda a la armadora del pesquero que tome conciencia de que debe adecuarse el número de personas de guardia a las circunstancias reinantes, que debe emplearse un sistema de cartas náuticas homologado, que reflexione sobre el riesgo para la navegación que supone que los oficiales no estén familiarizados con los dispositivos del barco y, sobre todo, el peligro que supone no tener cerradas las puertas estancas.

La armadora declinó hacer una valoración de las conclusiones.