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España pedirá que la flota artesanal quede al margen del veto a los descartes

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Archivo José Pino

Galicia aprecia exceso de medioambientalismo en el plan plurianual para el Atlántico

10 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

España lanzará el lunes en Luxemburgo a los ministros de Pesca de los Veintiocho una propuesta osada: que se deje a la flota artesanal al margen de la obligación de desembarcar todo lo que capturen a partir de enero que viene. La ministra española del ramo, Isabel García Tejerina, intentará sumar la adhesión de otros países para forzar a la Comisión Europea a flexibilizar un veto a los descartes tan rígido que amenaza incluso con hacer inviable la actividad pesquera.

En esa campaña, Madrid contará con el apoyo de Galicia, cuya conselleira de Mar, Rosa Quintana, aplaudió ayer la petición de que se deje sin efecto la normativa que regula el desembarco de descartes en la flota artesanal, un segmento «que traballa en caladoiros onde hai moita variedade de especies» y, por tanto, muy expuesta a que, por falta de posibilidades de pesca de una determinada especie, quede impedida de capturar otras, expuso la responsable de los asuntos marítimos gallegos.

Vaya por delante que Galicia «non quere que se produzan descartes», y que quiere «aproveitar todas as especie e dar máis valor comercial ao peixe», pero el veto, según Quintana, «tomouse precipitadamente, sen ter feito os estudos correspondentes e sen ter en conta as pesqueiras multiespecíficas nas que traballa boa parte da nosa frota». Así es que la UE debería, cuando menos, tratar de corregir esos problemas.

«O impacto que ten nesta frota debe levar á Comisión a considerar a necesidade de seguir mantendo a súa actividade», señaló Quintana al término del consejo consultivo de Política Pesquera para Asuntos Comunitarios.

Lo dice Quintana y lo suscribe el secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, que en declaraciones a los medios explicó que lo que España va a defender el lunes en Luxemburgo es una interpretación jurídica que permitirá que la obligación se aplique en el 2019 «al 92 % de la flota y no al 100 %», dado que quedaría al margen la flota artesanal con pesquerías mixtas.

La exclusión de la bajura de la obligación de desembarque supondría «liberar» a un segmento de embarcaciones con «impacto social altísimo» y a las modalidades de pesca más «vulnerables», dijo López-Asenjo.

Quintana puso un ejemplo claro de estrangulamiento con la merluza y el ochavo, especie esta de la que Galicia no dispone de cuota: «Aos dous días de estar faenando, un barco xa superaría as posibilidades de pesca de ochavo, e aínda que teña cota de pescada de sobra non pode volver saír ao mar porque non ten posibilidade de separar o ochavo da pescada».

Plan plurianual

En Luxemburgo también se analizará el plan plurianual diseñado por la Comisión Europea para las especies del Atlántico. Un trabajo en el que Galicia aprecia un exceso de medioambientalismo que deja completamente de lado los otros dos aspectos de la sostenibilidad, como son el económico y el social.

En primer lugar, Galicia apostaba por dos gestiones diferenciadas, una para la zona norte y otra para la sur, pero como es preferible tener plan a no tenerlo «aceptamos polbo como animal de compañía», dijo Quintana. Pero por lo que no pasa es por que se obvien todos los logros obtenidos y se sitúe siempre en el peor de los escenarios, elevando las exigencias. Tampoco acepta que en vez de dar margen a la regionalización, la Comisión recupere para sí muchísimos actos delegados restando capacidad de decisión a los Estados miembros.