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El poderoso fondo de inversiones Blackstone desembarca en punta Langosteira

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

SOMOS MAR

MARCOS MÍGUEZ

Su filial Fisterra Energía impulsa una planta de hidrógeno y amoníaco verde

18 dic 2021 . Actualizado a las 17:27 h.

La Autoridad Portuaria anunció ayer en el Boletín Oficial del Estado una solicitud de concesión de la empresa Fisterra Energía para construir una planta de generación, almacenamiento y distribución de hidrógeno y amoníaco verde en punta Langosteira. No han trascendido más detalles del proyecto, que será confidencial hasta que concluya el trámite de competencia entre compañías.

El nombre Fisterra Energía podría hacer pensar en una firma local. Pero nada más lejos de la realidad, se trata de una compañía propiedad de Blackstone, un fondo de inversión con sede en Nueva York cuyos activos superan los 548.000 millones de euros.

El fondo es conocido en España por su amplio, y en muchas ocasiones polémico, papel en el mercado inmobiliario. Pero desde su fundación en 1985 ha participado en decenas de operaciones multimillonarias en sectores tan dispares como la banca, la fabricación de embalajes o los parques de atracciones. Dos de sus últimos grandes movimientos, efectuados en agosto del 2020, fueron la compra de una división de Takeda, una farmacéutica japonesa, y de Ancestry, la mayor empresa de genealogía del mundo. En conjunto, el fondo invirtió más de 6.200 millones de euros en esas operaciones.

Fisterra Energía sigue esa estela, aunque en un sector mucho más concreto: el de la energía. Desde el 2013 ha puesto en marcha inversiones en distintos países, especialmente en México, donde ha participado en la construcción y gestiona parques eólicos y centrales de ciclo combinado, entre otras infraestructuras.

En el caso de Langosteira, y a falta de que se conozcan los detalles del proyecto, la firma apuesta por la generación, almacenamiento y distribución de hidrógeno y amoníaco ecológicos. El hidrógeno verde está llamado a ser uno de los principales combustibles del futuro. Los mismo ocurre con el amoníaco, que además tiene numerosas aplicaciones en la industria, en especial en la de fertilizantes.

Ambas industrias son punteras, pero la del amoníaco verde es aún más innovadora. Las primeras plantas de producción con capacidad comercial todavía no se han puesto en marcha.

La que están construyendo en Dinamarca las empresas Skovgaard Invest, Vestas y Haldor Topsoe, con un apoyo de 11 millones de euros del Gobierno danés, entrará en funcionamiento en el 2023. Será la primera del mundo. Por lo tanto, si llega a buen puerto, la inversión de Fisterra Energía situará a Langosteira en los puestos de salida de un mercado que acaba de arrancar.

La operación confirma la pujanza del plan Green Port y del puerto exterior

La decisión de Fisterra Energía de invertir en Langosteira confirma la pujanza del puerto exterior y del plan Green Port, que la Autoridad Portuaria puso en marcha tras la llegada de Martín Fernández Prado a la presidencia, para superar la descarbonización mediante la llegada de nuevos tráficos centrados en la tecnología y la energía verde.

El plan, presentado a principios de año, pronto ganó impulso al confirmarse que Inditex haría una inversión de 15 millones de euros para construir un parque eólico con tres aerogeneradores que suministrarán sus instalaciones y al propio puerto.

Unos meses más tarde se anunció que Enerfín, una filial del grupo Elecnor, construirá una planta de producción de hidrógeno verde en la que invertirá tres millones de euros. Esa instalación se suministrará con los aerogeneradores del parque de Inditex.

Esta semana ha llegado Fisterra Energía, y todo indica que no será la última. El presidente del Puerto señaló el martes que pronto se concretarán nuevos tráficos. Probablemente en el campo de la energía o de la eólica marina, para el que Langosteira también ofrece oportunidades.