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El dragado de la ría de O Burgo, un proyecto «innovador» que comienza el día 24

Dolores Vázquez CULLEREDO

SOMOS MAR

César Quian

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, reconoció que «costó demasiado» ejecutarlo

14 ene 2022 . Actualizado a las 09:29 h.

Gran despliegue de autoridades en el inicio oficial del dragado de la ría. En un ambiente distendido, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, recorrió desde el botánico de O Burgo hasta la zona que será rellenada para ampliar el paseo marítimo de Culleredo. La acompañaron la directora general de la Costa y el Mar, Ana María Oñoro; el delegado del Gobierno, José Miñones; la subdelegada María Rivas; el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, y los alcaldes José Ramón Rioboo, Ángel García Seoane y Óscar García Patiño. La conselleira do Mar, Rosa Quintana, que esperaba a la ministra conversando con representantes de la Cofradía en donde están los carteles de la obra del dragado, fue llamada para que se sumara a la comitiva y no se perdiera la imagen de unidad que desde Transición Ecológica han querido ofrecer en el arranque oficial de una obra que no solo supondrá eliminar la contaminación de la ría, sino transformará las dos orillas. De los concellos ribereños solo faltó la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, que presidía en ese momento un pleno.

La ejecución del dragado, tras más de dos décadas de espera y tras un tirón de orejas de Europa supondrá un revulsivo para toda la zona. Teresa Ribera reconoció que es una operación de ingeniería a la que «nos ha costado demasiado tiempo llegar», con un coste significativo (32,2 millones de euros para el dragado y 1,6 millones para un contrato de servicios)) y que definió como el proyecto «más ambicioso, complejo e innovador de los desarrollados por el ministerio».

La ministra indicó que fue necesario establecer bien los espacios dónde actuar, en una zona que ha soportado sistema de depuración ineficientes y una fábrica de fertilizantes en sus inmediaciones. Confía en que la obra, a desarrollar en 26 meses, suponga «un antes y un después» de un espacio que calificó como maravilloso y en el que remarcó que hay que trabajar con «transparencia y rigor».

Primero, lo más contaminado

Las obras darán comienzo en diez días, con lo que se prevé que sea el día 24, según avanzó el jefe de la Demarcación de Costas, Rafael Eimil, encargado de ofrecer los pormenores de una obra que calificó como «apasionante», que recibió informes de más de 40 entidades,. La definió como un proyecto multidisciplinar y «una obra de toda Galicia».

Precisó que para planificar la obra, debido a que la ría ha sido receptora de distintos tipos de contaminación durante años, se dividió en 19 subsectores. Indicó que los trabajos arrancarán con la parte más contaminada. Explicó que la norma establece que se confinen, por lo que se definió un recinto en la parte de Oleiros y otro en Culleredo para albergar estos residuos y dijo que lo primero será realizar los muros de mampostería, a los que se echará una base de piedras, para después situar unos geotextiles que permitirán retener el material contaminante y salir al agua, que será bombeada a la laguna de Culleredo, donde se establecerá una zona de control para hacer los análisis y se volverá a verter a la ría cuando tenga la calidad adecuada.

Los recintos suponen ganar 69.795 metros cuadrados para espacios públicos. En el caso oleirense permitirá continuar el paseo desde Beiramar hasta Cambre, mientras que en el de Culleredo permitirá crear una nueva zona verde. El área de dragado de material menos contaminado, con 223.361 metros cúbicos, se permite gestionarlo vertiéndolo al mar de forma controlada, por lo que se llevará a seis o siete millas de la ría. Eimil apuntó que hay una zona de 185.690 metros cúbicos que no cuenta con contaminación y que se moverá para dar la cota necesaria para los bancos marisqueros. Puntualizó que durante la obra, el próximo año, se retirará el marisco de las zonas exteriores y abrirán el canal de la ría, retirando arena y vertiéndola en la playa de Santa Cristina, que la ha perdido.

El jefe de Costas especificó que no se dragará toda la ría, ya que hay varias áreas con pradera de fanerógamas que no se tocarán. Los ejemplares de esta especie que se halle en otros puntos que sí serán objetivo de las obras se recuperarán para replantarlos.

«Además de retirar la parte contaminante de la ría se logrará potenciar el marisqueo, se lograrán zonas de espacios públicos que podrá la gente disfrutar y se completará el único tramo de paseo que falta por unir», resumió.

 «Nuestro compromiso es total con los mariscadores»

Teresa Ribera no esquivó el entrar en el tema más espinoso del proyecto, las indemnizaciones a los mariscadores. «Es un tema que tenemos que ver con la Xunta, nosotros no tenemos competencia en marisqueo, ni la capacidad de ejecutar una partida presupuestaria, así que hemos estado viendo de salir a responder económicamente, pero el expediente lo tiene que tramitar la Xunta y esperamos que lo tramitaremos rápidamente», precisó. «Nuestro compromiso es total, cuando uno ha decidido sacar adelante un proyecto que tiene un importe de 34 millones de euros evidentemente no puede olvidar esa pequeña cuantía de dinero adicional que se corresponde con poder acompañar a las personas que ven limitada su actividad durante el plazo de tiempo que duran la obra», comentó y dijo que confía en que «muy pronto esto pueda estar resuelto de común acuerdo entre las dos Administraciones.

La conselleira Rosa Quintana, que destacó la importancia del dragado, mostró su colaboración para tramitar las indemnizaciones y explicó que si bien contemplaban paralizar los trabajos extractivos al inicio de la obra, desde el Estado le comunicaron a la Cofradía el pasado lunes que inicialmente podrán continuar trabajando por el momento. Insistió en que debe abonar las indemnizaciones quien ejecuta la obra, como pasó con el puerto exterior.

El patrón mayor, Felipe Canosa, calificó de «día grande» el inicio del dragado y agradeció que se solucione el problema de las compensaciones.