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De la Mesta a la mar

José Vicente Domínguez
José Vicente Domínguez LATITUD 42°-34?, 8 N

SOMOS MAR

monica ferreiros

02 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La Mesta era una agrupación de ganaderos trashumantes de ovejas merinas que dio lugar a la frase «Soria pura cabeza de Extremadura» como lema del escudo soriano.

Pero, aunque pocos lugares tengan menos relación con la mar que Soria, hete aquí que una soriana descendiente de ovejeros y aguerridos numantinos —a falta de gallegas capacitadas para tal fin— es quien hoy preside Portos de Galicia. Y, como dicen que la característica común de los sorianos es su aplicación para el comercio y las mercaderías, a la señora Susana Lenguas se le supone una especial capacidad para tal menester. Es decir; con ella al frente, podemos estar seguros de que el departamento de hacienda de la entidad que preside, no sufrirá quebranto. Quienes sí lo sufrirán y quizás salgan trasquilados, puede que sean los usuarios de Portos.

Echando una simple visual a las noticias de Somos Mar de la Voz de Galicia, nos encontramos con decisiones y situaciones recaudatorias de Portos de Galicia de lo más curioso:

Primero, Portos de Galicia advierte de la amenaza de embargo del club de remo de A Pobra; se aplican tasas por atraque y lámina de agua a embarcaciones tradicionales a sabiendas de que están exentas; se pretende cobrar una burrada de euros a las comisiones de fiestas por utilizar las explanadas portuarias; ante el descubrimiento de que los barcos flotan en la mar, se les aplica una tarifa X5 que triplica la equivalente de la Autoridad Portuaria dependiente del Ministerio de Fomento; la tasa X4 sobre descarga de pesca fresca aplica precios de mercado a las capturas, en lugar de precios de venta en lonja; la pesca recreativa desde instalaciones portuarias, sufre la incomprensión de Portos… Y seguro que se me escapan algunas otras.

En lugar de centrar la actividad recaudatoria en las actividades empresariales de cierta importancia, la política de Portos es hacerlo contra los más vulnerables de los 122 puertos que componen su red portuaria. Da la sensación de que a la señora Susana Lenguas, como soriana que es, de todo el contenido de la ley que rige la Entidad Pública Empresarial —también resulta difícil de asumir que un servicio pueda ser público y empresarial con el implícito lucro que el término empresarial conlleva—, lo que más le interesa es una parte del artículo 22 que habla de la función recaudatoria. Sin embargo, parece olvidarse de lo más sustancial de dicho artículo, a saber: «Portos de Galicia financiarase preferentemente cos ingresos propios que perciba pola contraprestación das actividades que realiza».

Llegados a este punto, ¿alguien puede decir que una explanada portuaria realiza per se una actividad? Y de igual modo, ¿puede alguien entender que la tasa por lámina de agua —espacio en donde flota el barco—, represente el 40 % del total de lo que se paga por una plaza de amarre? ¿Y de verdad es aceptable que por celebrar las fiestas en una explanada baldía de Portos de Galicia se reclamen 800 euros?

Las prerrogativas medievales de trashumancia ovejera de Soria y los sorianos no pueden ser comparables a los derechos tradicionales de los gallegos para el uso y disfrute de la mar. En Portos de Galicia debería primar la prestación de servicios por encima de la recaudación. La Consellería do Mar, de quien depende Portos, debería hacerle ver a la señora Susana Lenguas que, entre los sabrosos torreznos de Soria y una nécora, cualquier gallego se quedaría con el crustáceo.