Patrocinado porPatrocinado por

El grupo Blady Gros, de Valencia, adquiere la conservera Cerdeimar de Camariñas y permite que la factoría recupere su plena actividad

Xosé Ameixeiras
X. Ameixeiras CARBALLO / LA VOZ

SOMOS MAR

Robert Pagliotti y Andrés Cerdeiras
Robert Pagliotti y Andrés Cerdeiras .

Adquiere parte del accionariado y regulariza la situación salarial de la empresa decana de la Costa da Morte

04 may 2023 . Actualizado a las 17:19 h.

El grupo valenciano Blady Gros pone fin a la crisis de la conservera Cerdeimar de Camariñas, la decana de la Costa da Morte, con la adquisición de un paquete de acciones de la empresa fundada en 1884 por Andrés Cerdeiras Pose. La dirección de la compañía camariñana informó esta mañana a los trabajadores de la compra. En la plantilla dicen estar expectantes y esperan cobrar las cantidades que aún les adeudan.

  La operación da lugar a Blady Industrias Cerdeimar, que da por concluido el expediente de regulación de empleo (ERTE) iniciado el 2 de enero y recupera la plena actividad laboral y, según anuncia la compañía, la regulación salarial. Blay Cros inició su actividad hace 18 meses y ya ha facturado 60 millones de euros. Tiene ya otra conservera en propiedad, que es Blady Tuna Market, situada en Valencia y dedicada al envasado de atún en bolsa hermética especial para alimentación. Es, según la propia compañía, la número uno en este formato en España.

Esta operación responde a los planes de expansión del hólding valenciano, que tiene el propósito de "crecer y diversificarse de forma sólida y eficiente", según un comunicado hecho público esta mañana. El CEO de Blady Cros, Roberto Plagliotti, indica que su objetivo es colocarse entre las cinco grandes conserveras de España en los próximos años. "Nuestro rápido crecimiento _afirma_ ha sido posible gracias a nuestra capacidad de adaptación a entornos cambiantes, llenos de oportunidades que sabemos aprovechar". Destaca, asimismo, que "las compañías necesitan expandirse para afrontar con garantías sus objetivos de eficiencia, optimizando sus procesos y metodología, y potenciando así su internacionalización en ámbitos altamente competitivos".

Considera, por otra parte, que en un entorno "tradicionalista" de la industria conservera irrumpe con un proyecto de expansión "innovador", encaminado "a modernizar el sector". Se trata de un joven empresario de 35 años y con más de 10 de experiencia en el sector atunero. Anuncia, finalmente, que el hólding cerrará el próximo año con una facturación de 100 millones de euros.

.

La familia Cerdeiras, por su parte, traslada que se muestra "satisfecha por la continuidad de la empresa", el mantenimiento de la plena actividad en la factoría y la garantía de los puestos de trabajo, además de devolverle el esplendor que le dieron su fundador, Andrés Cerdeiras Pose, y las siguientes generaciones. "Nuestro compromiso era buscar una solución para el futuro de nuestra familia conservera, y nuestra continuidad está garantizada con la entrada en el accionariado del hólding Blady Cros", expone Andrés Cerdeiras Lemus a través de la nota informativa en la que se da cuenta de la operación. El director de Cerdeimar agrega que "los tiempos cambian y saber adaptarse a situaciones nuevas es parte del proceso de evolución de las compañías, de su crecimiento, su éxito y continuidad". La familia Cerdeiras trabajará junto con un nuevo equipo ejecutivo "de máximo nivel" recién incorporado a la empresa.

Con la entrada del grupo valenciano, resaltan, Blady Tuna Market y Blady Industrias Cerdeimar "representan una gran alianza en el sector de la conservera de atún en España". Así que anuncian que desde hoy inician "un nuevo plan de negocio con objetivos estratégicos claros, que responden a la visión de Robert Pagliotti en un camino perfectamente trazado hacia el liderazgo de ambas conserveras". Mientras la primera destaca y se ha especializado en el empaquetado moderno y sostenible, la segunda se caracteriza por las diversas líneas de envasado y su gran variedad de formatos en lata. Cerdeimar aporta 60 trabajadores, y Blady Tuna, unos setenta.

Fuentes de los trabajadores de la compañía camariñana dijeron estar expectantes ante la nueva situación. "Só queremos que todo isto se faga realidade", indicó un miembro de la plantilla. Actualmente, tienen pendiente de cobro los meses de octubre y diciembre del 2022, así como los atrasos del 2021 y 2022. Esta mañana fueron informados por la compañía de la operación. "O que importa é que se solucione a nosa situación", dijeron.